viernes, 1 de mayo de 2020

María, Compañera de los Predicadores


EVANGELIZAR  CON  MARIA
LAS SITUACIONES  DE MISTERIO

        Estamos en el mes de Mayo, en el que el pueblo de Dios manifiesta con particular intensidad su amor y devoción a la Virgen María. En este mes, es tradición rezar el Rosario, solos o en familia. Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba.
        Así nos dice el Papa Francisco en su última carta para el mes de mayo de 2020, y así lo hacemos nosotros desde esta casa de evangelización que quiere ser el Blog de Scala Ccoeli (scalacoeliop.blogspot.com). No se trata de repetir o actualizar una devoción tradicional que muchos han abandonado por falta de motivación y objetivo evangelizador. La  práctica del Rosario, que retomamos en este mes de Mayo, es para ayudarnos a acercar el Misterio de Jesucristo a los misterios que nos ofrece la vida, ahora con el sufrimiento y la lucha con la pandemia.
María: Compañera fiel de todos los Evangelizadores
        En la Vida de los dominicos se llama a María: Compañera de los Predicadores; y a la Orden se la denomina Jardín de nuestra Señora”. María es la Reina de los Predicadores. Un Maestro de la Orden  afirmaba que Dios ha dado a los Predicadores, dos cosas: el báculo de los itinerantes en que apoyarse, que es la Virgen María, y la cruz del predicador”.
        El Papa Pio XII, el año 1946 escribía a los dominicos diciendo que la misión de la Orden era una continuación de la misión de María, ya que del mismo modo que María dio y revistió de su carne al Verbo, la Palabra de Dios, para que fuese manifestado y conocido por los hombres, así también el predicador con su palabra predicada da cuerpo a la Verdad divina para que los hombres la conozcan y la vivan: Este honor materno, esta dignidad os pertenecer de una forma especial. Conservad vuestro nombre, conservad vuestra misión. Que ninguno descuide por pereza o por temor el deber de la predicación   (ACG. Roma 1946, 30).
        El encuentro evangelizador de María e Isabel, que contemplamos en los misterios gozosos del Rosario,  nos ayuda a vivir como Familia Predicadora  “¿Cómo no ver en María a la primera mensajera del evangelio de Dios encarnado y Redentor? Apresurada lleva la Buena Nueva a la montaña, va a decir a Sión, representado en Zacarías e Isabel, que Dios reina”. Ese apresuramiento con el que inicia el camino María, y la alegría con la que termina, caracterizan la misión de los apóstoles y de la Iglesia según el texto de Isaías 52,7, que S. Ambrosio parafrasea de esta manera “Mirad a María, hijos míos, porque la Palabra dicha proféticamente de la Iglesia se aplica también a ella. ¡Qué hermosos tus pasos en sandalias, sierva generosa! Sí, generosos y hermosos son en efecto los pasos de la Iglesia, cuando marcha a anunciar el evangelio de la alegría. Preciosos los pies de María y de la Iglesia“ (S. Ambrosio).
fr. José Antonio Segovia, OP

Fra Angelico

MISTERIOS DOLOROSOS

Primer misterio: La oración en Getsemaní
“Jesús se apartó de los discípulos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba diciendo Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia” (cf. Lc 22, 39-42).

Padrenuestro, 10 avemarías, Gloria.

 Segundo Misterio: La Flagelación de Jesús
“Todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decía: Haz de profeta.Y los ciados le daban bofetadas”. “Pilato tomó a Jesús y mandó que lo azotaran”  (Mc 14, 65; Jn 19, 1).

Padrenuestro, 10 avemarías, Gloria.

Tercer Misterio: La coronación de espinas
“Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de color púrpura. Salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto de color púrpura. Pilato les dijo: Aquí lo tenéis”(Jn 19, 2-3).

Padrenuestro, 10 avemarías, Gloria.

Cuarto Misterio: Jesús con la Cruz a cuestas
“Tomaron a Jesús, y él, cargando con la Cruz, salió al sitio llamado de la Calavera”. “Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él” (Jn 19, 16-17; Lc 23, 27).

Padrenuestro, 10 avemarías, Gloria.

Quinto Misterio: La crucifixión y muerte de Jesús
 “Lo crucificaron a él y, con él, a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo”(cf Jn. 19, 18-30).

  Padrenuestro, 10 avemarías, Gloria.

 Oración a María

Oh María,
tú resplandeces siempre en nuestro camino
como un signo de salvación y esperanza.
A ti nos encomendamos, Salud de los enfermos,
que al pie de la cruz fuiste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación del pueblo romano,
sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que lo concederás
para que, como en Caná de Galilea,
vuelvan la alegría y la fiesta
después de esta prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y hacer lo que Jesús nos dirá,
Él que tomó nuestro sufrimiento sobre sí mismo
y se cargó de nuestros dolores
para guiarnos a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies nuestras súplicas en las necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

[Papa Francisco]


María en la música:

"María, mujer fuerte", de Salomé Arricibita.