jueves, 29 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 2º de Cuaresma

 


Generosidad


     Para Santo Tomás, la generosidad es una virtud a la que corresponde el uso recto de los bienes. La incluye dentro de las virtudes por la que el hombre ayuda al prójimo, y su ejercicio sólo depende de la honestidad de la persona que lo realiza. Y esto último por cuanto que esa ayuda no consiste en dar mucho sino en la disposición del donante, ya que “el afecto es lo que hace rica o vil a la dádiva y lo que da valor a las cosas”. El hombre que es generoso no está tan apegado a sus bienes, sino que puede gastarlos o entregarlos según las exigencias del contexto en el que vive.

     La generosidad es por este motivo un signo distintivo del cristiano que, confiando en Dios y su divina providencia, "se distingue de los gentiles, que se preocupan, ante todo de los bienes temporales”.

    Santo Tomás también señala que el que da con tristeza no es generoso, pues si se entristeciera en el dar parece que preferiría más el dinero que el acto virtuoso de una honesta donación.


Oración


Oh, Jesús Sacramentado, te adoro con devoción,

Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias.

A Ti se somete mi corazón por completo,

y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;

pero basta el oído para creer con firmeza;

creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:

nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.


miércoles, 28 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 2º de Cuaresma

 



Modestia, humildad


    En las Escrituras se cuenta la humildad entre las virtudes, porque dice el Salvador: “Aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón”.

    Como menciona Santo Tomás, los movimientos del apetito que se comportan como impulsos exigen una virtud que los modere y los frene. Y esa virtud que atempere y refrene el ánimo, para que no se aspire desmedidamente a las cosas excelsas, es la humildad.

    También nos recuerda que la salvación humana consiste en que el hombre aspire a lo celestial y espiritual, y un obstáculo para conseguirla es el deseo de ser exaltado en lo terreno. Por esto, Cristo nos recomendó la humidad, virtud para eliminar dicho obstáculo y alcanzar la salvación.


Oración

¿Qué diré, Dios mío, de tu inefable generosidad?

Pues tú llamas al que huye, y acoges al que retorna,

ayudas al indeciso, alegras al desanimado;

animas al negligente, armas al que combate

y coronas al que triunfa.

No rechazas al pecador que ha hecho penitencia

y no recuerdas más la injuria.


martes, 27 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 2º de Cuaresma

 



Servicio


     Para Santo Tomás, el poder divino se identifica con su bondad y, por eso, no puede ejercerse mal. Pero esto no ocurre en los hombres. No basta que el hombre se asemeje a Dios en el poder si no se asemeja también en la bondad.

     El fundamento de la bondad y de la amistad reside en la unión. Santo Tomás enumera los cinco efectos de la amistad: El amigo quiere que su amigo sea y viva; quiere su bien; se porta bien con él y lo trata bien; convive con él gustosamente; comparte los sentimientos en las alegrías y en las tristezas.

     Como el fin último de la vida humana es la felicidad, se sigue que la ley debe ocuparse primeramente hacia la felicidad común. El bien común es poner al servicio de los demás las cualidades personales y profesionales.


Oración

Oh Dios todopoderoso,

concédeme someterme a ti por la Justicia,

precaver las insidias del diablo por la Prudencia,

mantener el justo medio por la Templanza,

tolerar pacientemente la adversidad por la Fortaleza.

Dígnate ordenarme internamente mediante una Vida Santa,

para hacer lo conveniente para mí, lo útil para mi mérito

y lo ejemplar para los demás.


lunes, 26 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 2º de Cuaresma

 




Misericordia


    Santo Tomás comienza definiendo la misericordia, de la mano de san Agustín, como la compasión de la miseria ajena; y luego, apoyado en Aristóteles, como una tristeza por el mal presente, que arruina y entristece. La misericordia entraña dolor de la miseria ajena. Este dolor se puede denominar de una doble manera: pasión y virtud.

     Y añade: “¿Buscas un ejemplo de caridad? No hay amor más grande que dar la vida por los amigos, y Cristo lo hizo en la cruz…”.

    Según Santo Tomás, por la misericordia el hombre se asemeja a Dios en su obrar. La misericordia, al ser ejercida libre y razonablemente por el hombre, le hace semejante al actuar mismo de Dios y, por tanto, le concede ordenarse a su fin último. Esto quiere decir que además de ofrecerle al hombre escuela de perfección, la misericordia es una tarea, debe ser fomentada y ejercitada por el mismo hombre en cuanto conoce su vocación y quiere conformarse cada vez mejor a Dios, ayudado por su gracia.


Oración

¡Te alabo, te bendigo, Dios mio!

Por los inmensos beneficios que me has concedido.

Alabo tu clemencia, que tanto tiempo me espera,

tu dulzura que pasa por alto el vengarse,

tu paciencia que no se acuerda de la ofensa,

tu Piedad que llama.


domingo, 25 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Segundo Domingo de Cuaresma

 



La Transfiguración


     Santo Tomás realiza una exhaustiva explicación sobre la Transfiguración. Según él, después de anunciar su pasión, el Señor había inducido a sus discípulos por el mismo camino. Ahora bien, para que uno marche directamente por el camino, es necesario que, de algún modo, conozca el fin con anterioridad… Por eso dijo Tomás en Jn 14,5: Señor, no sabemos a dónde vas; y ¿cómo podemos saber el camino?... Cristo llegó a conseguir la gloria por medio de su pasión. Así dice el pasaje de Lucas 24, 26: Fue necesario que Cristo padeciese esto y que entrase así en su gloria. A ésta conduce también a los que siguen las huellas de su pasión. Y por esto fue conveniente que manifestase a sus discípulos la gloria de su claridad (que es lo mismo que transfigurarse). Para provocar en ellos – y, a través de ellos, a todos los hombres- el deseo de la misma. Y de este modo, como se dice en Filipenses 3, 21: Transformará nuestro cuerpo miserable, conformándolo a su cuerpo glorioso.

    Pero, como continúa Santo Tomás, los hombres son conducidos a la gloria de la eterna bienaventuranza por Cristo, no sólo los que han existido después de Él, sino también los que le precedieron. Y por eso fue conveniente que se hallasen presentes, como testigos de los que le precedían, Moisés y Elías; y de los que le seguían, Pedro, Santiago y Juan.

    Finalmente, Santo Tomás hace mención del testimonio de la voz del Padre, cuando dice: Este es mi Hijo amado, que es la misma manifestación que realizó cuando el Bautismo del Señor. Para Santo Tomás, como por el bautismo conseguimos la gracia, en la transfiguración se manifestó anticipadamente la claridad de la gloria futura; por eso, tanto en el bautismo como en la transfiguración fue conveniente que el testimonio del Padre diese a conocer la filiación natural de Cristo, porque sólo el Padre, junto con el Hijo y el Espíritu Santo, es perfecto conocedor de la generación perfecta.


Oración

Oh Dios todopoderoso, que todo lo sabes.

Concédeme que jamás me apetezca lo que se realiza neciamente,

y que sienta hastío de lo que se realiza perezosamente,

que no me acaezca desear antes de tiempo lo no comenzado,

ni abandonar lo iniciado antes de haber concluido.


sábado, 24 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 1º de Cuaresma

 



Perfección


     Para Santo Tomás “Dios es tenido como primer principio, pero no material, sino como causa eficiente; y por eso es necesario que sea perfecto en grado sumo”. Se llama perfecto a lo que nada le falta.

    Asimismo “sólo Dios es bueno por esencia. Se dice que algo es bueno en cuanto que es perfecto”.

    Ya en el Génesis 1, 26 dice Dios: “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”.

    Por esto, aunque no lo sea por esencia, sino por analogía, y aun respetando la libertad que Dios ha concedido al hombre, es posible que podamos llegar a ser “perfectos”, es decir “buenos”.


Oración

Oh Dios todopoderoso, que todo lo sabes.

Concédeme buscar con humildad el bien que no tengo

en quienes lo posean;

denunciar con verdad el mal de la culpa que he hecho;

soportar con ecuanimidad el mal que sostengo;

no envidiar el bien del prójimo;

y dar gracias siempre por los bienes recibidos de Ti.

 


viernes, 23 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes 1º de Cuaresma

 



Justicia

     Para Santo Tomás la justicia es “el hábito por el cual el hombre le da a cada uno lo que le es propio mediante una voluntad constante y perpetua”. Clasifica a la justicia como una de las cuatro virtudes cardinales, junto con la templanza, la prudencia y la fortaleza; y distingue el sentido general y particular de la justicia.

     La justicia en un sentido general, es la virtud por la cual una persona dirige sus acciones hacia el bien común. Implica cierta igualdad, como su propio nombre indica. “Vulgarmente se dice que las cosas que se igualan se ajustan”.

    Santo Tomás distingue dos especies de justicia: la justicia distributiva y la justicia conmutativa. La justicia distributiva implica una obligación de distribuir los bienes proporcionalmente de acuerdo a la contribución de casa persona. La justicia conmutativa se atribuye a la actividad mercantil y a los contratos, pero fundamentalmente se dirige a la salvaguarda de los derechos de propiedad, que reconoce los deberes de pagar deudas y de cumplir con las obligaciones libremente contratadas.

     La justicia siempre se dirige hacia el bien de otro.


Oración


Oh Dios todopoderoso, que todo lo sabes.

Concédeme someterme a ti por la Justicia,

precaver las insidias del diablo por la Prudencia,

mantener el justo medio por la Templanza,

tolerar pacientemente la adversidad por la Fortaleza.

jueves, 22 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 1º de Cuaresma

 



Autoridad


     Para Santo Tomás, así como se llama a la Iglesia entera cuerpo místico por analogía con el cuerpo natural del hombre, así también se llama a Cristo cabeza de la Iglesia. Y en la cabeza se puede prestar atención a tres cosas, que son: el orden, la perfección y el poder.

     Y estas tres propiedades competen a Cristo en el campo del espíritu: El orden porque, debido a su proximidad a Dios, su gracia es la más elevada y anterior a cualquier otro; la perfección, porque la tiene en cuanto a la plenitud de todas las gracias (Jn 1, 14: “lo vimos lleno de gracia y verdad”); y, en cuanto al tercero, porque tiene el poder de hacer correr la gracia por todos los miembros de la Iglesia.

      Este último motivo es por el que Cristo, por su propia autoridad en cuanto Dios, concede la gracia o Espíritu Santo a Pedro para que “lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos”.

     Y, como también menciona Santo Tomás, tal es el poder concedido a Pedro -y a los Papas como sucesores de Pedro- que, como símbolo de su potestad se acompaña de la “férula pontificalis” (bastón con una cruz en su parte superior) en lugar de báculo, “para manifestar que no tiene una potestad restringida, que esto es lo que significa la curvatura del báculo”.



Oración


Hazme, Señor y Dios mío,

obediente sin contradecir,

pobre sin ser miserable,

casto sin depravación,

paciente sin murmuración.

miércoles, 21 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 1º de Cuaresma

 



Arrepentimiento, conversión y penitencia.



      El arrepentimiento y la conversión son fundamentales para el camino hacia la salvación y la reconciliación con Dios.

      Según Santo Tomás, el principio de penitencia es la operación de Dios que dirige nuestros corazones hacia Él. Es el mismo Dios quien siempre nos llama a la penitencia y a una conversión más profunda; este llamado es siempre una gracia entregada a nosotros por la misericordia de Dios.

      La conversión implica un cambio de corazón y una vuelta a Dios. Reconoce que los seres humanos, debido al pecado, pueden alejarse de la voluntad divina, pero también destaca la capacidad de los individuos para volver a Dios a través del arrepentimiento sincero.

      Nos convertimos hacia Dios solo porque primero Él nos ofrece Su gracia: de esta manera el acto de conversión siempre tiene un comienzo divino, porque es siempre Dios quien nos acerca a Él.

      Además, debe haber un movimiento de fe. Una vez que regresamos a Dios por Su gracia, debemos creer en Su poder para salvarnos de nuestros pecados. Debemos expresar nuestra fe en que Jesús.


Oración


Concédeme, Señor Dios mío

soportar ya aquí tus castigos como penitencia,

servirme de tus beneficios por tu gracia,

y gozar de tu gozo en la patria para tu gloria.


martes, 20 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 1º de Cuaresma

 




Oración del Padre Nuestro


     Para Santo Tomás, entre todas las oraciones, la principal es la que el mismo Cristo enseñó. En ella se contienen las cinco cualidades que deben estar presentes en toda verdadera oración: la confianza, la rectitud, el orden, la devoción y la humildad.

    Nos habla también de los tres beneficios que produce la oración: 1.- es un remedio eficaz y útil contra los males: nos libra de los pecados cometidos y nos obtiene el perdón; 2.- es eficaz y útil para conseguir todos nuestros deseos; y 3.- es útil porque nos familiariza con Dios.

    Santo Tomás, realiza una exhaustivo estudio del Padre Nuestro. Para él, esta oración incluye todo lo que hay que desear. Lo primero que hay que desear es Dios mismo. Luego pedimos tres cosas que nos afectan a nosotros directamente: que se nos conceda alcanzar la vida eterna; que cumplamos la voluntad de Dios y practicar la justicia; y finalmente, pedimos lo necesario para la vida.


Oración


Concédeme, Señor Dios mío,

inteligencia que te conozca,

diligencia que te busque,

sabiduría que te encuentre,

conducta que te agrade,

perseverancia que te espere confiada

y confianza de que un día al final te abrazaré.

lunes, 19 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 1º de Cuaresma

 




Justicia,  misericordia y juicio final

 

Dos cuestiones que se pregunta Santo Tomás son: En Dios ¿hay o no hay justicia? ¿hay o no hay misericordia?

Misericordia y justicia, lejos de oponerse, están hermanadas en Dios. La misericordia es como la raíz de la bondad divina, mientras que la justicia es una de sus ramas. “Es más propio de Dios compadecerse y perdonar que castigar, por su bondad divina”.

Tanto es así que si los justos sufren en este mundo terreno, por la justicia y la misericordia divina, tales sufrimientos suponen para ellos una limpieza de las “pequeñas manchas” que tuvieren y del corazón.

Para Santo Tomás, “si bien la vida temporal del hombre en sí mismo se termina con la muerte”, toda las actuaciones que el hombre ha llevado a cabo en esta vida están sometidas a la apreciación del juicio divino. Por ello es necesario que haya un juicio final en el último día en el que se juzgue perfecta y claramente sobre cada uno de los hombres.



Oración


Concédeme, Señor, un corazón:

vigilante, que ninguna curiosidad lo aparte de ti,

noble, que ninguna influencia indigna lo envilezca,

recto, que ninguna intención siniestra lo desvíe,

firme, que ninguna tribulación lo debilite,

libre, que ningún afecto violento lo reclame.



domingo, 18 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Primer Domingo de Cuaresma

 




“Creed en el Evangelio”


       Según Santo Tomás, todo hábito de conocimiento tiene un doble objeto: lo conocido en su materialidad y aquello por lo que es conocido, o razón formal. Pues, lo mismo en el caso de la fe. Si consideramos la razón formal del objeto, la fe no es otra que la verdad primera, ya que la fe de que tratamos no presta asentimiento a verdad alguna sino porque ha sido revelada por Dios, y por eso se apoya en la verdad divina como su medio. Pero si consideramos en su materialidad las cosas a las que presta asentimiento la fe, su objeto no es solamente Dios, sino otras muchas cosas, que tiene como principio primero que tienen alguna relación con Dios.

    En este último sentido, las verdades que se refieren a la humanidad de Cristo, los sacramentos de la Iglesia y todas las verdades transmitidas en la Sagrada Escritura caen bajo la fe en cuanto que nos ordenan directamente hacia Dios.

      Santo Tomás recoge la expresión de Hebreos 11,6 “el que se acerca a Dios ha de creer”. La luz de la fe hace ver las cosas que se creen. Igual que el apóstol Tomás vio una cosa y creyó otra: vio al hombre y, creyendo en Dios, lo confesó diciendo: “Señor mío y Dios mío”.

     Pero no es posible creer si no hay alguien o algo que proponga la verdad que debe creer. Y esa verdad de fe se encuentra en la Sagrada Escritura. En ella está suficientemente explicada la enseñanza de Cristo y de los apóstoles, aunque de un modo disperso y con formas variadas, por lo que requiere estudio y ejercicio. Este puede ser el significado de “creed en el Evangelio”.



Oración


Señor y Dios mío,

que sea sincero sin hipocresía,

que haga el bien sin ser presuntuoso,

que corrija al prójimo sin arrogancia,

que lo edifique con la palabra y el ejemplo.

sábado, 17 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado después de Ceniza

 


Conversión



       Santo Tomás señala que “el hombre que peca ofende a Dios. Mas para que una ofensa se perdone es necesario que el ánimo del ofendido se apacigüe con respecto al culpable. Y así decimos que nuestros pecados son perdonados cuando Dios se apacigua hacia nosotros. Pues bien, esta paz consiste en el amor que Dios nos tiene. Y este amor, en cuanto acto divino, es eterno e inmutable. El efecto que el amor divino produce en nosotros, y que el pecado destruye, es la gracia, que nos hace dignos de la vida eterna, cuyas puertas nos cierra el pecado mortal. La gracia de Dios es lo que mueve el corazón humano hacia Él y permite que la persona reconozca su pecado y busque la reconciliación.

      Según Santo Tomás, la oración es fundamental en el proceso de conversión. Los propios pecadores deben orar fervientemente por la gracia de la conversión. También por los pecadores se ha de orar, para que se conviertan.

     Y ésta, la conversión de los pecadores, es una de las causas principales de la venida de Cristo. Y la lleva a cabo como mediador. Como dice Santo Tomás: “unir a los hombres con Dios de manera perfecta compete en verdad a Cristo, por medio del cual los hombres son reconciliados con Dios”.


Oración



Concédeme, Señor, dirigir constantemente el corazón hacia ti,

y que en mis fallos sepa dolerme con el propósito de la enmienda.

Que me hastíe el gozo de lo que sea sin ti,

que no desee nada que esté fuera de ti.

Que me deleite el trabajo hecho por ti,

que me sea penoso todo descanso que sea sin ti.

viernes, 16 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes después de Ceniza

 



El ayuno


       Santo Tomás recoge las palabras de San Isidoro: “El ayuno consiste en vivir moderadamente y abstenerse de alimento”. El ayuno propiamente dicho consiste en privarse de alimento. Pero, metafóricamente hablando, consiste en abstenerse de todas las seducciones.

      El ayuno no debe ser considerado como un fin en sí mismo, sino como un medio para moderar el deseo de comida y bebida, lo cual es fundamental para alcanzar un objetivo más elevado, que es el crecimiento espiritual y la conformidad con la voluntad divina.

    Para Santo Tomás fue especialmente necesario establecer ayunos en las ocasiones en que era conveniente limpiar de pecado a los hombres y hacer que la mente de los fieles se elevara hacia Dios por la devoción. Esto se cumple de un modo especial en este tiempo de Cuaresma. Conviene que nos preparemos para celebrar con devoción la Pascua.

 

Oración



Señor y Dios mío,

que a nadie desee agradar,

ni a nadie tema disgustar, sino a ti.

Sea para mí despreciable todo lo pasajero,

y sea para mí querido todo lo tuyo.


jueves, 15 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves después de Ceniza

 



"Perder la vida para salvarla"

       
            Para Santo Tomás, fue “convenientísimo” que Cristo padeciese la muerte de cruz, entre otros motivos, para que muriendo corporalmente, a semejanza del pecado, esto es al castigo por el pecado, nos diese ejemplo de morir espiritualmente al pecado. Por eso se dice en Rom. 6, 10-11: Porque, muriendo, murió una vez al pecado; pero, viviendo, vive para Dios. Así pues –nos dice Santo Tomás- también vosotros haced cuenta de que estáis muertos al pecado, pero vivos para Dios.

             Para él “perder la vida para salvarla” implicaría una entrega total a Dios y a los demás, que conduce a una mayor realización espiritual y a la verdadera vida eterna; renunciando a los placeres y ambiciones egoístas, se encontraría la verdadera felicidad y plenitud en la comunión con Dios. Sería trascender el yo individual para unirse a un propósito superior y eterno.

           Esta idea se puede encontrar también cuando Santo Tomás analiza la virtud de la caridad, la relación entre el amor a uno mismo y el amor a Dios, así como el amor al prójimo. En este contexto, sostiene que el amor propio no es contrario al amor a Dios, sino que se subordina a él cuando está dirigido correctamente.


Oración


Dame, Señor y Dios mío,

que no decaiga, ni en la prosperidad ni en la adversidad;

que no me ensoberbezca en alguna cosa,

ni me deprima en otra;

de nada goce o me duela

sino en lo que me lleve a ti o me separe de ti.

miércoles, 14 de febrero de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles de ceniza


 


Oración, limosna y ayuno.



        El miércoles de ceniza -el inicio de la Cuaresma- representa para Santo Tomás de Aquino una llamada a la reflexión y la penitencia. Destaca que la ceniza simboliza la fugacidad de la vida terrenal y la necesidad de arrepentimiento. Es un momento para examinar nuestras acciones y buscar la reconciliación con Dios.

         Según Santo Tomás, “no oramos para alterar la disposición divina, sino para impetrar aquello que Dios tiene dispuesto que se cumpla mediante las oraciones de los santos. Es decir, como dice San Gregorio, para que los hombres merezcan recibir, pidiéndolo, lo que Dios todopoderoso había determinado darles, desde antes del comienzo de los siglos.

        Mediante la oración el hombre muestra reverencia a Dios en cuanto que se le somete y reconoce, orando, que necesita de Él, como autor de sus bienes.

       Para la oración se requiere que el orante se acerque a Dios, a quien ora, ya que orar es levantar el alma a Dios. También se requiere la petición, ya sea de forma indeterminada, como cuando sencillamente se le pide a Dios que le ayude, o algo más concreto.

     Respecto a la limosna, Santo Tomás refiere que los “actos exteriores pertenecen a la misma virtud que impulsa a realizarlos. El motivo que impulsa a dar limosna es acudir en auxilio de quien es víctima de una necesidad. Y sobre si es preceptivo dar limosna, Santo Tomás dice que “siendo de precepto el amor al prójimo, debe serlo también lo que resulte indispensable para conservar ese amor. Pues bien, en virtud de ese amor debemos no solamente querer, sino también procurar el bien del prójimo, a tenor de lo que nos enseña San Juan (1 Jn. 3,18): No amemos de palabra y con la lengua, sino con obras y de verdad. Ahora bien, querer y hacer el bien al prójimo implica socorrerle en sus necesidades, lo cual se realiza con la donación de la limosna. Por tanto, ésta es preceptiva.

        En cuanto al ayuno, mantiene Santo Tomás, que un acto es virtuoso cuando se ordena, guiado por la razón, hacia un bien honesto. Y esto se da en el ayuno, ya que hace que la mente se eleve a la contemplación. Santo Tomás recoge de un sermón de San Agustín, lo siguiente: El ayuno purifica la mente, eleva los sentidos, somete la carne al espíritu, hace al corazón contrito y humillado, disipa las tinieblas de la concupiscencia, apaga los ardores de los placeres y enciende la luz de la caridad. Es, pues, claro –apostilla Santo Tomás- que el ayuno es un acto de virtud.



Oración:

Concédeme, Dios misericordioso,

desear ardientemente lo que te es grato,

investigarlo prudentemente,

conocerlo verazmente

y cumplirlo perfectamente.






martes, 6 de febrero de 2024

Retiro de laicos dominicos (3 a 5 Febrero 2024)

 



Retiro de laicos dominicos en Scala Coeli
(3-5 Febrero 2024)



      En nuestra condición de laicos dominicos, de mensajeros, de predicadores que queremos buscar juntos –ahora y siempre- la Verdad del hombre y de Dios, con la oración, el diálogo y el examen de vida, para fomentar en nosotros la virtud de la fiabilidad y el compromiso con lo que predicamos, a lo largo del pasado fin de semana, 27 hermanos de las fraternidades laicales de Málaga, Torredonjimeno, Jaén, Madrid-Virgen de Atocha, Madrid-Cristo del Olivar, Bormujos y Córdoba, nos hemos reunido en Santo Domingo de Scala Coeli, en un retiro dirigido por Fr. José Antonio Segovia, OP, en el que hemos tenido la oportunidad de compartir reflexiones, diálogos y celebraciones en torno a la figura de Santo Tomás de Aquino, con motivo de la celebración de su triple jubileo y teniéndolo como modelo para vivir en la Verdad.

     En el inicio, Fr. José Antonio Segovia, planteó una cuestión que serviría para el desarrollo del encuentro: ¿cómo hacer de la oración y el diálogo un camino de autenticidad y veracidad? Y ello teniendo en cuenta dos premisas: Jesús manifiesta que Él es la Verdad, ha venido al mundo para dar testimonio de ella, y todo el que es de la verdad, escucha su voz; y, el segundo, para ser enviado, mensajero, mediador de la palabra de Jesús, es necesario ser veraz, auténtico, sincero y coherente, ya que “quien a vosotros escucha, a mí me escucha, quien a vosotros recibe, a mi me recibe, y a quien a mi me recibe, recibe a aquel que me envió”.

      En una nueva meditación, Fr. José Antonio, a partir del texto de Juan, 8, 31-33, en el que Jesús manifiesta que “si os mantenéis fieles a mi Palabra, seréis realmente discípulos míos; entenderéis la verdad y la verdad os hará libres”, realizó un detallado recorrido en torno al significado de la palabra “veritas” en los dominicos. Y, así, manifestó que se trata del ideal y el lema que aparece en el emblema de la Familia Dominicana, que nos identifica. Ya, en sus inicios, la Orden luchaba no contra la herejía, sino contra la mentira y el mal que hacía la herejía, con el propósito de defender a las víctimas de esa mentira.

       Pero, ¿qué verdad es esa?. La verdad -o verdad primera que hablaba santo Tomás- es aquella que solamente en el cielo se puede contemplar, pero que aquí en la tierra no podemos dejar de buscar. La Verdad es Dios. Y desde ella cobran realidad todas las cosas, personas, situaciones, ….


        El lema de la “veritas”, de la verdad, se debe aplicar a la actividad de todo dominico, y se hace a través de la oración, el estudio, la predicación y la vida fraterna. Hay un modo de estar en el mundo en verdad y cada uno de nosotros está llamado a lograrlo. La verdad no es un conocimiento. La verdad es ver a Dios en la realidad, en todo; y ver todo desde Dios.

       Santo Tomás hablaba del “sensus fidei”, el sentido profundo de la fe que tienen todos los hombres, la capacidad de entender y discernir los aspectos de la verdad de Dios. Es la presencia del Espíritu Santo en cada uno de los hombres. Es la búsqueda de la verdad con todos los hombres, porque todos lo tienen y lo buscan igual.

     ¿Cómo poder hacer esa búsqueda? ¿cómo ser predicador de la verdad? Predicar no es hablar, es vivir. Lo primero, con la coherencia, el testimonio, y luego, si acaso, con la predicación verbal. Es vivir en la verdad. Veritas nos convoca a ser hombres y mujeres que viven en verdad, hablan en verdad, escuchan y buscan en verdad. Todo ello tiene que ver con la coherencia y la positividad que hay en la vida y en los demás. No hay que, sólo, mirar a Dios, sino también con Él. Dejar que Dios hable a través de nuestra propia vida.

      Igualmente, Fr. José Antonio Segovia, OP hizo una reflexión sobre la virtud de la veracidad. Para Santo Domingo, la verdad no puede ser como un prurito, sino como defensa de los más desfavorecidos. Como señala el Catecismo de la Iglesia, “la verdad o veracidad (que también podríamos denominarla como la coherencia, la fiabilidad, la honradez, la sinceridad) es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir la verdad en las palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía”.

     En palabras de Benedicto XVI, “el Evangelio es una llamada a la claridad, la sencillez y sinceridad, la veracidad. La veracidad es una virtud importante y sin ella las relaciones entre los hombres se enredan y complican, Si la verdad está ausente, se hacen imposibles la comunicación y el entendimiento entre la personas, las palabras se vacían de sentido al transmitir algo que no es real, sino mentira. No se puede construir sobra la mentira, porque detrás de ellas no hay nada. Sin la verdad el hombre pierde el sentido de su vida”.

    Finalmente, santo Tomás habla que los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen con auténtica verdad.

      Y ya en la última jornada, Fr. José Antonio habló de cómo podemos anunciar el Evangelio, ya que Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no sólo con palabras sino, sobre todo, con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios. Con palabras del papa Francisco, lo necesario sería una evangelización con el Espíritu Santo, ya que Él es el alma de la Iglesia evangelizadora; una evangelización que cultive un espacio interior que otorgue sentido cristiano al compromiso y a la actividad, con momentos de adoración, de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor; y una evangelización que tenga siempre como primera motivación el amor de Jesús que hemos recibido y que nos mueve a amarlo siempre más. Y no olvidar nunca que el Evangelio responde a las necesidades que el mundo tiene, ahora y siempre. Por eso es siempre necesario predicar el Evangelio. Tenemos que buscar lo que Jesús buscaba y busca, y amar lo que Jesús amaba y ama. Hay que ir más allá de nuestras apariencias y nuestros deseos. Hay que ir a lo que Jesús dijo: Dios es lo primero.

   Por último, la evangelización nos tiene que llevar a sabernos y sentirnos pueblo (cercanos a la gente, con experiencias que me puedan identificar con ellos y ellos conmigo). Debemos ser laicos, cristianos, dominicos y evangelizadores de este mundo y para este mundo. Y hacer de la oración, de la intercesión, misión.

    Como mencionamos al comienzo, además de las meditaciones y reflexiones propias del P. Segovia, en un perfecto equilibrio de silencio y participación, también tuvimos diversos momentos de diálogo en grupos y oramos con las oraciones de santo Tomás y una eucaristía en la Capilla, así como la dominical con el pueblo en la hermosa Iglesia del Santuario.

     Con el deseo de que estos encuentros de los laicos dominicos en Scala Coeli se puedan seguir desarrollando y ampliándose el número de participantes, nos despedimos hasta una nueva ocasión.



Antonio-Jesús Rodríguez Hernández, OP