sábado, 23 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 5º de Cuaresma



UTILIDAD DE LA PASIÓN DE CRISTO


    La Pasión de Cristo es suficiente para informar totalmente nuestra vida. Pues quien desea vivir con perfección, no debe hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz, y desear lo que Cristo deseó. Ningún ejemplo de virtud está ausente de la cruz.

    Si buscas el ejemplo de la caridad, ninguno tiene mayor amor que éste, que es poner su vida por sus amigos (Jn 15, 13), y esto lo hizo Cristo en la cruz. Por consiguiente, si dio su alma por nosotros, no debe sernos pesado soportar por amor a él cualquier mal. 

    Si buscas ejemplo de paciencia, se encuentra excelentísimo en la cruz. Pues la paciencia es grande en dos cosas: o cuando se sufren pacientemente grandes males, o cuando se los soporta, y pudiéndoselos evitar, no se los evita. Mas Cristo sufrió grandes males en la cruz. Oh vosotros, todos los que pasáis por el camino, atended y mirad si hay dolor como mi dolor (Lam 1, 12). Asimismo, pudo evitarlos y no los evitó: ¿Por ventura piensas que no puedo rogar a mi Padre, y me dará ahora mismo más de doce legiones de ángeles? (Mt 26, 53) Por lo tanto, la paciencia de Cristo en la cruz fue máxima. Corramos con paciencia a la batalla que nos está propuesta, poniendo los ojos en el autor y consumidor de la fe, Jesús, el cual habiéndole sido propuesto gozo, sufrió cruz, menospreciando la deshonra (Hebr 12, 1-2).

    Si buscas ejemplo de humildad, mira al crucificado; porque Dios quiso ser juzgado y morir bajo Poncio Pilato, cumpliéndose lo que dice el libro de Job (36, 17): Tu causa ha sido juzgada como la de un impío. Verdaderamente como la de un impío, por aquello de condenémosle a la muerte más infame (Sab 2, 20). El Señor quiso morir por el siervo, y él, que es la vida de los ángeles, quiso morir por los hombres.

    Si buscas ejemplo de obediencia, sigue al que se hizo obediente hasta la muerte (Filip 2, 8) Porque como por la desobediencia de un solo hombre muchos fueron hechos pecadores; así también serán muchos hechos justos por la obediencia de uno solo (Rom 5, 19).


Oración


Concédeme, Señor, Dios mío,

una inteligencia que te conozca,

una diligencia que te busque,

una sabiduría que te encuentre,

una vida que te plazca,

una perseverancia que te espere con confianza

y una confianza que al fin te posea.

Concédeme ser afligido por tus penas en la penitencia

y que en el camino de mi vida

use de tus alegrías para la gloria.

Recibe toda mi libertad, mi memoria,

mi entendimiento y toda mi voluntad,

todo mi haber y mi poseer;

Vos me lo dísteis, a Vos, Señor, lo tomo;

todo es vuestro: disponed de toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y vuestra gracia,

y esto me basta.

Señor, que vives y reinas,

Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 22 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes 5º de Cuaresma (de Dolores)



María

    Para Santo Tomás, María estuvo inmune de toda maldición y, por consiguiente, “fue bendita entre todas las mujeres”, porque ella sola puso bajo sus pies la maldición, portó la bendición y abrió la puerta del paraíso. Y por eso le conviene el nombre de María, que se interpreta como “estrella del mar”, porque así como los navegantes se dirigen al puerto por la estrella del mar, así también los cristianos por María si dirigen a la gloria.

    El papa Benedicto XVI, en una de sus Audiencias Generales que dedicó a Santo Tomás señalaba que Santo Tomás fue, como todos los santos, un gran devoto de la Virgen. La definió con un apelativo estupendo: Triclinium totius Trinitatis, triclinio, es decir, lugar donde la Trinidad encuentra su descanso, porque, con motivo de la Encarnación, en ninguna criatura, como en ella, las tres Personas divinas habitan y sienten delicia y alegría por vivir en su alma llena de gracia. Por su intercesión podemos obtener cualquier ayuda.

    Según santo Tomás, la grandeza del mérito se mide primeramente por la caridad y la gracia santificante, que son como las raíces de donde proceden nuestros actos meritorios; y como a estos actos corresponde una recompensa que consiste esencialmente en la posesión eterna de Dios, así es que poseerá a Dios del modo más perfecto que sea posible aquel cuyas obras hayan sido hechas por la caridad más perfecta. María adquirió el mayor mérito de los mártires, porque sufrió, como madre del crucificado, el suplicio infligido a su Hijo, y que ya se le había anunciado en estas palabras del anciano Simeón: “Una espada traspasará vuestra alma” (Lc 2, 36).

    La vida de María culminó en la Pasión de su divino Hijo, que según Santo Tomás de Aquino fue «el mayor de todos los dolores».


Oración


Oh santísima y dulcísima Virgen María, Madre de Dios.

Hoy y todos los días de mi vida

deposito en tu corazón misericordioso

mi cuerpo y mi alma,

todas mis acciones, pensamientos, intenciones,

deseos, palabras y obras;

en una palabra, mi vida entera y el fin de mi vida.

Alcánzame, oh dulcísima Señora mía,

caridad verdadera,

con la cual ame con todo mi corazón,

sobre todas las cosas, a tu santísimo Hijo

y, después de él, a ti, y al prójimo en Dios y por Dios.

jueves, 21 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 5º de Cuaresma


 

Guardar la Palabra


    Para los que creemos y seguimos a Cristo, guardar su Palabra tiene premio: “no verá la muerte para siempre”.

    Santo Tomás, recoge de San Agustín que “verá” se ha dicho en vez de “experimentará”. Y que “la muerte” no es la física, que no es más que un tránsito, sino que Jesús con su Palabra nos salva de la verdadera muerte, la muerte eterna.

    Así también menciona Santo Tomás de Orígenes: Y así debe entenderse esta expresión: "El que guardare mi palabra no verá la muerte para siempre", como si dijere: "si alguno conserva mi antorcha, no verá las tinieblas". Y en cuanto dice "para siempre", generalmente debe tomarse para que se entienda de este modo: "Si alguno guardare mi palabra eternamente, no verá la muerte en toda la eternidad, porque ninguno habrá de ver la muerte en tanto que conserve la palabra de Jesús, pero cuando alguno falte a la observancia de lo que ha dicho, y sea negligente en cuanto a su custodia, cesa de custodiar a Dios, y entonces no ve la muerte respecto de algún otro, sino en sí mismo. Y así, una vez instruidos nosotros por el Salvador, podemos contestar al profeta, que pregunta: "¿Quién es el hombre que vivirá y no verá la muerte?" (Sal. 88,49): el que guarda la palabra de Dios.

    Y como señala San Juan Crisóstomo: “guardarla no sólo por medio de la fe, sino por medio de una vida pura”.


Oración


Señor y Dios mío, concédeme

que a nadie desee agradar,

ni a nadie tema disgustar, sino a ti;

que sea sincero sin hipocresía,

que haga el bien sin ser presuntuoso,

que corrija al prójimo sin arrogancia,

que lo edifique con la palabra y el ejemplo.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 5º de Cuaresma


 

Discípulos


     Santo Tomás, en su Comentario al Evangelio de San Juan, recoge el texto de San Agustín referido a la lectura de hoy del Evangelio: Sin duda el Señor quiso fundamentar bien en lo profundo la fe de aquellos que habían creído, para que no creyesen de una manera superficial. Y por eso "les decía Jesús a los judíos que habían creído en El: si vosotros perseverareis en mi palabra, verdaderamente seréis mis discípulos", etc. Respecto a lo que dijo: "Si perseverareis", da a conocer lo que aquéllos encerraban en su corazón, porque sabía que algunos habían creído, pero que no habían perseverado. Y les ofreció una gran cosa, a saber: hacerlos verdaderos discípulos suyos, en lo cual se refiere a algunos que ya habían creído y que se habían vuelto a separar de El. Aquéllos le oyeron y le creyeron, mas luego se separaron, porque no perseveraron. Todos nosotros tenemos un solo maestro y bajo El somos condiscípulos. Y no somos maestros porque hablemos desde un lugar más elevado, sino que el maestro de todos es aquel que está en todos nosotros. Es necesario que permanezcamos en el maestro, porque si no lo hacemos así, caeremos.

    Y decía: "así como ahora creéis, perseverando veréis”. No creyeron porque habían comprendido, sino que creyeron para comprender. ¿Y qué es la fe sino creer lo que no se ve, y qué la verdad sino ver lo que has creído? Pues si se permanece en lo que se cree, se llega a lo que se ve, esto es, a contemplar la misma verdad, tal y como es, no por medio de palabras que suenan sino por el resplandor de la luz. La verdad es infalible, es pan que alimenta las almas y nunca se acaba, transforma en sí al que le come.

    Acaso se dirá: "¿de qué me aprovecha conocer la verdad?" Y por esto añade: "Y la verdad os hará libres". Como diciendo: "si no os complace la verdad, os gustará la libertad". Liberar quiere decir hacer libre, como sanar quiere decir recobrar la salud. ¿Y de qué nos librará la verdad, sino de la muerte, de la corrupción y de la mutabilidad? Porque la verdad es inmortal, es incorruptible, y siempre permanece inmutable; la verdadera inmutabilidad no es otra cosa que la misma eternidad.


Oración


Otorgame, oh Señor Dios mío,

entendimiento que te conozca,

diligencia que te busque,

sabiduría que te halle,

comportamiento que te agrade,

perseverencia que confiadamente te espere

y esperanza que finalmente te abrace.

Haz que practique el bien sin presunción,

que corrija al prójimo sin soberbia,

que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

martes, 19 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 5º de Cuaresma: Festividad de San José


 


San José


    Aunque no se encuentra entre sus escritos ninguna cuestión o artículo dedicado directamente a San José, Santo Tomás trata de él con alguna extensión en los Comentarios que dedica al Evangelio de San Mateo y al Evangelio de San Juan. En éste último, afirma la virginidad del Santo y su singular paternidad respecto al Verbo Encarnado.

    Asimismo, en el Comentario al cuarto libro de las Sentencias de Pedro Lombardo y la Tercera Parte de la Suma Teológica, Santo Tomás nos presenta a San José en relación con la Virgen María, principalmente en torno a su verdadero y perfecto matrimonio virginal.

    Santo Tomás señala que cabe destacar dos cuestiones acerca de José. A saber, su sabiduría y su clemencia. Sabiduría, por el hecho de que antes de actuar, deliberó, (Prov 4,25: «Deja que tu mirada preceda a tus pasos, es decir, no hagas nada sin el juicio y la deliberación de la razón»). Y su clemencia o piedad, por el hecho de que no hizo público, ni divulgó, lo que le sucedía, a diferencia de muchos, que quieren publicar inmediatamente fuera lo que tienen en el corazón, (Prov 25,28: «Como ciudad abierta sin murallas, así es el hombre que no puede dominar su espíritu cuando habla»).

    Y por esto, mereció ser instruido, es decir, consolado. De ahí lo siguiente: he aquí que se apareció el ángel del Señor, como si la ayuda de Dios llegara pronto (Sal 9,10: «Mi ayuda en las dificultades y en la angustia»); Sal 53,6: «He aquí, Dios me ayuda, el Señor defiende mi alma»). Y por este motivo dice el ángel a José (Mt 1,20): No temas recibir a María como esposa; esto es: no temas celebrar solemnemente las bodas.

    Incluso, Santo Tomás manifiesta que: se cree que el mismo ángel que fue enviado a María, (Lc 1,6), fue enviado a José, (Sal 33,8): «El ángel del Señor vendrá alrededor de los que le temen», es decir, de María, para librarla de la infamia de la posible creencia de su no virginidad, y de José, para no abandonarlo en su angustia y perturbación de dudar de la castidad de María.



Oración a San José


Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo,

en ti María depositó su confianza,

contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,

muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,

y defiéndenos de todo mal. Amén.

(Papa Francisco, Patris Corde)

lunes, 18 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 5º de Cuaresma


 

Justicia y Misericordia



    Santo Tomás recoge las explicaciones que sobre el relato de Jesús y la mujer adúltera llevan a cabo varios Padres de la Iglesia. Podemos destacar los textos siguientes:

    Alcuino de York: “Por la tierra debe entenderse el corazón humano, que suele dar su fruto por medio de acciones buenas o malas. Con el dedo, que es flexible en sus articulaciones, se expresa la sutileza del discernimiento. Nos da a conocer en esto que cuando veamos una acción mala en nuestro prójimo, no debemos condenarla en seguida, sino que primeramente, volviendo al secreto de nuestro corazón, examinémosla con cuidado y solicitud”.

    San Agustín: "El que entre vosotros esté sin pecado, tire contra ella la piedra el primero". Esta es la voz de la justicia. Sea castigada la pecadora, pero no por los pecadores. Cúmplase la Ley, pero no por medio de los mismos que la quebrantan.

    San Gregorio Magno: “El que no se juzga a sí mismo antes, desconoce lo recto al juzgar a otro, y si esto lo sabe únicamente de oídas no podrá juzgar rectamente los méritos ajenos, porque la conciencia de su inocencia propia no le suministra la regla del juicio”.

    San Agustín: “Únicamente quedaron dos, la miseria y la misericordia, pues dice Juan: "Y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en pie, en medio". Yo creo que aquella mujer se quedó aterrada, porque esperaba ser castigada por Aquél en quien no se podía encontrar culpa alguna. Mas Aquél que había rechazado a sus adversarios con la lengua de la justicia, levantando hacia ella sus ojos de mansedumbre, le preguntó: "mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te ha condenado?" Dijo ella: “ninguno, Señor". Hemos oído antes la voz de la justicia; oigamos ahora la voz de la mansedumbre: "ni yo tampoco te condenaré". Esto dice aquél por quien, acaso, has temido ser condenada, por ser el único en quien no has encontrado culpa. ¿Qué es esto, Señor? ¿Fomentas los pecados? No, en verdad. Véase lo que sigue: "Vete, y no peques ya más". Luego el Señor condenó, pero el pecado, no a la mujer.

   “El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados”. (Salmo 25.8)




Oración


Oh, santísimo Jesús,

concédeme desear ardientemente,

buscar prudentemente,

conocer verdaderamente

y cumplir perfectamente,

en alabanza y gloria de tu nombre,

todo lo que te agrada.

Ordena, oh Dios mío, el estado de mi vida:

concédeme que conozca lo que de mí quieres

y que lo cumpla como es menester y conviene a mi alma.

domingo, 17 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Quinto Domingo de Cuaresma


 


Seguir y servir a Cristo


    Santo Tomás recoge palabras de San Juan Crisóstomo: “Cara es esta vida para aquellos que están apegados a ella; pero si alguno elevase los ojos al cielo, considerando que allí es donde están todos los bienes, menospreciará pronto la vida presente. Porque cuanto más claro se viere lo mejor, se desprecia lo peor. Y esto es lo que Cristo quería infundirnos, cuando añade: "El que me sirve, sígame", esto es, imíteme. Dice esto de la muerte y de la imitación por medio de las obras, porque es preciso que el que sirve siga a aquel a quien sirve.

    Y como dice San Agustín: “sirven a Jesús los que no buscan su gloria propia, sino la de Jesucristo. Esto es lo que quiere decir "sígame"; ande mis caminos, no los suyos, haciendo por Cristo no solamente aquellas obras de misericordia que pertenecen al cuerpo, sino hasta aquélla de sublime caridad, que es dar la vida por sus hermanos. ¿Pero cuál será el fruto de esto? ¿Cuál la recompensa? Hela aquí: "Y en donde yo estoy, allí también estará mi ministro". Ámese de balde a fin de que el precio de la obra con que se sirve sea estar con Él. Porque, ¿qué mayor honra puede recibir el hijo adoptado que la de estar allí en donde está el Unico?”

    Mencionar también que Santo Tomás comenta que Jesús se presenta a los suyos como la semilla destinada a dar fruto: si Él no muriera, no se lograrían los efectos de la Redención. Que son: la remisión de los pecados (“Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios” 1 Pe 3, 18); la conversión de los gentiles (“cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Jn 12,32); y la apertura de las puertas del Cielo (“tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne” Hb.10, 19-20).



Oración


Concédeme, Dios misericordioso,

que desee yo con ardor lo que Tú apruebas,

que lo busque con prudencia, lo reconozca con verdad,

lo cumpla con perfección, en alabanza y gloria de tu nombre.

Pon orden en mi vida,

y concédeme conocer lo que quieres que haga;

concédeme cumplir debidamente

lo que sea útil para la salvación de mi alma.

Que me dirija a ti, Señor,

por un camino seguro, recto, agradable,

y apto para llevarme al término;

un camino que no se extravíe

entre las prosperidades y las adversidades,

de modo que te dé gracias en las cosas prósperas,

y en las adversas conserve la paciencia.

sábado, 16 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 4º de Cuaresma


 

Palabra y escucha


     Santo Tomás recoge comentarios de San Juan Crisóstomo al texto del Evangelio de San Juan que hoy leemos. Y, así, señala que “los fariseos y los escribas, viendo los milagros y leyendo las Escrituras, nada adelantaron, mientras que sus enviados, careciendo de todo esto, quedaron convencidos con sola una entrevista. Y cuando habían ido con el fin de atarle, volvieron atados de un modo milagroso. Y no dijeron: no hemos podido porque nos lo han estorbado las gentes, sino que se convirtieron en predicadores de la sabiduría de Jesucristo, pues sigue el evangelista: "Respondieron los guardias: nunca así habló hombre como este hombre". Y no sólo debe admirarse su buen sentido, ya que no necesitaron de milagros, y quedaron cautivos por la sola doctrina, pues no dijeron ningún hombre ha hecho jamás tales milagros, sino que "nunca así habló hombre". Y no habían oído ningún sermón largo, sino uno corto. Porque cuando el alma no tiene malicia no necesita de largos razonamientos”.

     Así también recoge Santo Tomás lo que expone San Agustín: “Los que no conocían la Ley creían en Dios, que era el que había dictado la Ley, y aquellos que enseñaban la Ley eran los que lo condenaban, de modo que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio de San Juan: "Y viene a este mundo para juicio: para que vean los que no ven, y los que ven sean hechos ciegos" (Jn. 9,39).

     Escuchemos y acogamos la Palabra con la mente y con el corazón.



Oración


Concédeme, Señor, Dios mío,

una inteligencia que te conozca,

una diligencia que te busque,

una sabiduría que te encuentre,

una vida que te plazca,

una perseverancia que te espere con confianza

y una confianza que al fin te posea.

Concédeme ser afligido por tus penas en la penitencia

y que en el camino de mi vida

use de tus alegrías para la gloria.

viernes, 15 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes 4º de Cuaresma



Jesús, el enviado


    Cristo afirma no sólo que es el Camino y la Vida, sino también que es la Verdad. Por lo que, como menciona Santo Tomás, la Verdad no puede quedar reducida a algo, sino que es Alguien: Cristo el Verbo Encarnado, el Hijo de Dios, es la Verdad. Cristo, siendo él mismo la verdad, es el camino para llegar al conocimiento de la verdad”, que él mismo enseña, pues “vino al mundo -como nos lo recuerda san Juan- para dar testimonio de la verdad”. Por tal motivo, no debía ocultarse, llevando una vida solitaria, sino manifestarse en público, predicando a la luz del día.

    Asimismo, Cristo fue enviado a liberar a los hombres del pecado, conforme a lo que se lee en 1 Tim. 1, 15: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”. Por eso dice San Juan Crisóstomo: Aunque morando en un mismo lugar, Cristo hubiera podido atraer a sí mismo todas las gentes para que oyesen su predicación, no lo hizo, sin embargo, dándonos ejemplo para que corramos y busquemos a los que se pierden, como lo hace el pastor con la oveja perdida.

    También vino para que “por medio de Él tengamos acceso a Dios” (Rom. 5,2). Y de éste modo, conversando familiarmente con los hombres, fue conveniente que inspirase a los hombres confianza para que se allegasen a Él.

    Para Santo Tomás era conveniente que Cristo, mediante su vida, se manifestase no sólo como hombre, sino también como Dios. Ahora bien, Cristo manifestó su divinidad por medio de su humanidad. Y por eso, conversando con los hombres, lo que es una actitud propia del hombre, manifestó a todos su divinidad, predicando y haciendo milagros, y llevando entre los mismos una vida inocente y justa.


Oración


Concédeme, Dios misericordioso,

que toda alegría que existe sin ti me fatigue

y, fuera de ti, nada desee.

Que todo trabajo, Señor, me sea agradable si es para ti,

y todo reposo ajeno a ti me sea insoportable.

Concédeme elevar frecuentemente mi corazón a ti,

y cuando desfallezca, que me apene de mi falta

con propósito firme de corregirme.




jueves, 14 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 4º de Cuaresma

 



Mensajeros


     Como recoge Santo Tomás, San Agustín nos dice que “Jesús sabía que el testimonio que daba de sí mismo era verdadero, pero a causa de aquella gente ignorante e incrédula, el que era el Sol buscaba antorchas auxiliares. Porque como aquéllos no veían bien, no podían resistir la fuerza de los rayos del sol. Por lo tanto, se destinó a Juan el Bautista para que diese testimonio de la verdad”. Mas Juan -como menciona San Beda el Venerable-, aun cuando dio testimonio, no lo dio para aumentar la gloria de Jesucristo, sino para mover a los hombres a conocerle mejor. Porque -como también recoge Santo Tomás del maestro Alcuino- Juan era antorcha, iluminado por Jesucristo, que era la verdadera luz. Juan ardía en la fe y en el amor, y brillaba por la palabra y por la obra, y había sido enviado antes para confundir a los enemigos de Jesucristo, según aquellas palabras del salmo (Sal 131,17-18): "He preparado la antorcha para mi Cristo, y llenaré de confusión a todos sus enemigos".

     Santo Tomás también destaca lo que menciona San Juan Crisóstomo: “Podrían decir aquéllos, ¿si no hemos oído su voz, cómo podremos saber que Dios da testimonio de ti? Y por esto dice: "Examinad las Escrituras", manifestando que Dios ha dado testimonio de Él por medio de las Escrituras. También en el Jordán y en el monte dio testimonio de Él, mas no oyeron la voz que resonó en el monte. Y aunque oyeron la que resonó en el Jordán, no le prestaron atención. Por esto los remite a las Escrituras, manifestando que el testimonio del Padre está en ellas. Mas no los remitía a la simple lectura de las Escrituras, sino que les encargaba el examen detenido, porque lo que en las Escrituras se encontraba respecto de Él estaba velado por encima y no se expresaba en la superficie, sino que estaba escondido en lo profundo, a manera de un tesoro”. Y continúa San Juan Crisóstomo: “Comprenderéis que Moisés os acusara, porque dijo: "Si viene alguno haciendo milagros, encaminando hacia Dios y prediciendo con verdad lo que ha de suceder, convendrá obedecerle". Y Jesucristo hizo todo esto, y sin embargo no le creyeron”.

    Finalmente podemos recoger lo que el mismo Santo Tomás comenta, que bien podría servirnos a nosotros en este tiempo en el que vivimos: Toda criatura está llamada a dar testimonio de Dios ya que toda criatura es como una prueba de su bondad. La grandeza de la criatura atestigua, a su manera, la fuerza y la omnipotencia divinas, y su belleza es testimonio de su divina sabiduría. Algunos hombres reciben de Dios una misión particular: dan testimonio de Dios no sólo desde el punto de vista natural, por el simple hecho de existir, sino más bien de una forma espiritual, por sus buenas obras…No obstante, aquellos que no se contentan con sólo recibir los dones de Dios y obrar rectamente, sino que comunican estos dones a los demás por la palabra, exhortando y dando ánimos a los otros, son testigos de Dios de una manera todavía más excelente.


Oración


Dame, oh Dios mío,

que levante a ti mi corazón, frecuente y fervorosamente,

hacerlo todo con amor,

tener por muerto lo que no pertenece a tu servicio,

hacer mis obras no por rutina,

sino refiriéndolas a ti con devoción.

Hazme, oh Jesús, amor mío y mi vida,

obediente sin contradicción, pobre sin rebajamiento,

casto sin corrupción, paciente sin murmuración,

humilde sin ficción, alegre sin disipación,

maduro sin pesadumbre, diligente sin inconsistencia,

temeroso de ti sin desesperación, veraz sin doblez;

haz que practique el bien sin presunción,

que corrija al prójimo sin soberbia,

que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 4º de Cuaresma


 


Padre e Hijo


     Menciona Santo Tomás que la salvación humana consiste en gozar de Dios, con lo que el hombre se hace bienaventurado, y por eso fue necesario que Cristo, según la naturaleza humana, estuviese disfrutando perfectamente de Dios. El gozar de Dios se realiza según la voluntad, adhiriéndose a Dios perfectamente por el amor, y según el conocimiento, conociendo a Dios perfectamente.

     Cristo posee ese conocimiento deiforme porque ve a Dios por esencia y a las demás cosas en él, igual que Dios, entendiéndose a sí mismo entiende todas las cosas. Luego es necesario afirmar que este conocimiento pertenece al alma de Cristo como corresponde al autor, pues dijimos que Cristo es autor de la salvación humana. Por este motivo, fue conveniente que Cristo tuviera desde el principio de su encarnación una visión plena de Dios.

     De este modo, por la visión de Dios, Cristo en cuanto hombre, fue simultáneamente “viador” y “comprehensor”. Es decir, disfrutaba de la visión de Dios, que es propio del “comprehensor”, aunque su cuerpo permanecía sujeto a los padecimientos, que es propio del “viador”.

    Luego fue necesario que el Verbo de Dios hecho carne fuera perfecto en gracia y en conocimiento de la verdad. Por eso se dice: “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y vimos gloria, gloria como de unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad”.



Oración


Demos pues a tan gran sacramento

culto y adoración todos rendidos;

y ceda ya el antiguo documento

a los ritos de nuevo instituidos:

constante nuestra fe de suplemento

a defecto de luz de los sentidos.

Al Padre con el Hijo sea dado júbilo,

aplauso y gloria eternamente,

salud, virtud y honor interminado,

bendición y alabanza reverente;

y al Espíritu de ambos aspirado

sea gloria y loor no diferente.

Amén.


martes, 12 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 4º de Cuaresma


Jesús sana y salva


    Para Santo Tomás, Cristo hizo milagros para confirmar su doctrina y para dar a conocer el poder divino que había en Él, ya que los verdaderos milagros no pueden hacerse más que con el poder divino, porque sólo Dios es capaz de alterar el orden natural.

    Los milagros hechos por Cristo eran suficientes para dar a conocer su divinidad, por tres motivos: primero, por la calidad de las obras, que superaban todo el alcance del poder creado; segundo, por el modo de hacer los milagros, puesto que los realizaba como poder propio, y no orando; y, tercero, por la misma doctrina con la que se declaraba Dios, la cual, de no ser verdadera, no hubiera sido confirmada por milagros.

    Cristo vino al mundo con el fin de salvar a los hombres. Y por eso fue conveniente que mostrase, especialmente mediante las curaciones milagrosas de los hombres, que era el Salvador universal y espiritual de todos.

    Respecto al pasaje bíblico de Juan que hoy se nos presenta como lectura del Evangelio, Santo Tomás recoge el comentario de San Agustín, cuando señala que Jesús le dijo al paralítico tres cosas, pero al decir “levántate” no fue un mandato de obra, sino la ejecución de la curación. Ya, una vez sano, le mandó dos cosas: “Toma tu camilla y anda”. También de San Juan Crisóstomo menciona: “Véase aquí la superabundancia de la sabiduría divina, que no sólo cura, sino que le manda llevar la camilla, para que se vea que era verdadero el milagro y para que ninguno creyese que era falso lo que había sucedido. Porque si los miembros no estuviesen bien fuertes, no hubiesen podido llevar la camilla”.

    También se puede apreciar con la pregunta que Jesús le hace “¿quieres quedar sano?”, que –al igual que ocurre en otros milagros- Jesús no actúa contra la voluntad de los hombres, sino que obra el milagro cuando tiene su consentimiento.



Oración



Omnipotente y Sempiterno Dios,

dígnate mirar al Corazón de Tu amantísimo Hijo

y por su amor perdónanos a los que nos arrepentimos,

sé bondadoso para los que te suplicamos,

y dígnate enviarnos Tu gracia,

que sea remedio saludable

a los que humildemente invocamos tu Nombre Santo.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

lunes, 11 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 4º de Cuaresma


 

Creer en Jesús y en su Palabra


     Para Santo Tomás, lo primero necesario al cristiano es la fe, sin la cual nadie se puede decir fiel cristiano. Por la fe el alma cristiana se une a Dios, se establece un cierto matrimonio espiritual (“Te desposaré conmigo en la fe” Oseas, 2, 20). Por la fe se incoa en nosotros la vida eterna, que no es otra cosa que conocer a Dios (“Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el solo Dios verdadero” Jn. 17,3). Y la fe dirige la vida presente, pues para que el hombre viva bien es la fe la que enseña todas las cosas necesarias para vivir bien.

     Nadie debe dudar de la fe, sino creer las cosas que son de fe más que las cosas que ve, porque la vista del hombre puede engañarse; mas la ciencia de Dios nunca falla. No sólo es necesario para los cristianos creer que hay un solo Dios, y que éste es el creador del cielo y de la tierra y de todas las cosas; sino que también es necesario creer que Dios es Padre y que Jesucristo es verdadero Hijo de Dios. Esto, es cosa cierta y probada por la palabra de Dios en el monte cuando dijo: “Éste es mi Hijo, en el que me he complacido: escuchadle”.

    Santo Tomás también enseña la actitud que ha de tenerse ante la palabra de Dios. No se trata sólo de escuchar y conocer la Palabra de Cristo, sino aceptarla como verdadera y salvadora. Quien la acepta así es como la semilla que prende y echa raíces, porque es acogida con el obsequio de la mente y el corazón. Esta actitud es, a la vez, fruto del don de Dios y de la libertad del hombre, que, sin ser obligado por la fuerza de la evidencia o las señales a su alcance, se entrega a Jesucristo como a la Verdad.

   Asimismo, Santo Tomás señala dos actuaciones que todos debemos llevar a cabo. La primera, “Conviene que el hombre comunique a otros la palabra de Dios, amonestando, predicando e inflamando”. Así lo dice San Pablo a los colocenses: “Que la palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente, enseñando y amonestándoos unos a otros en toda sabiduría”; y a Timoteo: “Predica la palabra, insiste oportuna e inoportunamente, arguye, increpa con toda paciencia y doctrina”. Y la segunda, la palabra de Dios debe llevarse a la práctica: “Sed cumplidores de la palabra y no sólo oyentes, engañándoos a vosotros mismos" (Sant. 1, 22).


Oración


Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,

mi memoria, mi entendimiento

y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer;

Vos me lo dísteis, a Vos, Señor, lo tomo;

todo es vuestro: disponed de toda vuestra voluntad.

Dadme vuestro amor y vuestra gracia,

y esto me basta.

domingo, 10 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Cuarto Domingo de Cuaresma


 

Jesús, luz salvadora


    Santo Tomás recoge palabras de San Agustín: "¿Qué causa mayor puede asignarse a la venida del Señor que la de mostrarnos su amor? Nada hubo tan necesario para fortalecer la esperanza en el hombre como el demostrarnos Dios cuánto nos amaba. Y ¿qué prueba más palpable de este amor que el hermanamiento del Hijos de Dios con nuestra naturaleza?".

    La encarnación era necesaria para la plena participación de la divinidad, que constituye la bienaventuranza y el fin de la vida humana. Y esto nos fue otorgado por la humanidad de Cristo; pues, como dice San Agustín: “Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciese Dios”.

    Luego era conveniente que Jesucristo fuese a la vez Dios y hombre. Por eso, en palabras del papa san León Magno “el poder asume la debilidad, la majestad se apropia de la humildad, a fin de que, como era necesario para nuestra redención, un solo y mismo mediador entre Dios y los hombres pudiese, por un lado, morir y, por otro, resucitar. Si no fuese verdadero Dios, no traería el remedio; y, de no ser verdadero hombre, no nos daría ejemplo”.

    Pues si el hombre no hubiese pecado –añade Santo Tomás-, hubiera sido iluminado por la luz de la divina sabiduría y perfeccionado con la rectitud moral, en orden a conocer todo lo que le era necesario. Pero como el hombre, apartándose de Dios, cayó extraviado en las cosas materiales, fue conveniente que Dios, encarnándose, le proporcionase la salvación también por medio de las cosas materiales. Por eso dice San Agustín comentando las palabras de Jn 1, 14: “el Verbo se hizo carne”: “La carne fue la causa de su ceguera y la carne será la que la haga desaparecer; porque Cristo vino de este modo para extinguir por su carne los vicios de la carne”.



Oración - Himno


Cante la voz del Cuerpo más glorioso

el misterio sublime y elevado,

de la Sangre preciosa que, amoroso,

por rescate del mundo ha derramado,

siendo fruto de un vientre generoso,

el Rey de todo el orbe, el Ser increado.

Dado para nosotros,

y naciendo de la Virgen intacta y recogida,

habitando en el mundo

y esparciendo semilla de palabra que da vida,

con orden admirable y estupendo

el tiempo concluyó de su venida.


sábado, 9 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Sábado 3º de Cuaresma


 

SOBERBIA


    Nos dice Santo Tomás que la soberbia recibe este nombre del hecho de que alguien, por su voluntad, aspira a algo que está sobre sus posibilidades. Por eso dice San Isidoro que “se llama soberbia porque quiere aparentar más de lo que es”. Y es propio de la recta razón el que la voluntad de cada cual busque lo que le es proporcionado. Por eso es claro que la soberbia lleva consigo algo que se opone a la recta razón, y esto constituye pecado, ya que, según Dionisio, el mal del alma consiste en apartarse de la recta razón.

    Como dice San Agustín, la soberbia es un deseo de excelencia desmedida. Imita a Dios desordenadamente, puesto que odia ser igual que los demás y trata de imponer su dominio en vez del de Dios.

    La soberbia se opone directamente a la humildad. Esta, en cuanto virtud, lleva consigo cierta laudable rebajamiento de sí mismo.

    Para Santo Tomás, la soberbia es un defecto que radica en la voluntad y, precisamente por eso, el conocimiento de sí mismo está distorsionado. Por el contrario, el humilde sí que se conoce bien (“la sabiduría está con los humildes”, dice el Libro de los Proverbios).



ORACION



Señor y Dios mío,

que sea sincero sin hipocresía,

que haga el bien sin ser presuntuoso,

que corrija al prójimo sin arrogancia,

que lo edifique con la palabra y el ejemplo.

Hazme humilde sin ficción,

alegre sin disolución,

triste sin abatimiento,

maduro sin pesadez,

ágil sin ligereza,

temeroso sin desesperación.

viernes, 8 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Viernes 3º de Cuaresma


 
Amar a Dios y amar al prójimo


     Define Santo Tomás que la razón del amor al prójimo es Dios, pues lo que debemos amar en el prójimo es que exista en Dios. Es, por lo tanto, evidente que son la misma especie el acto con que amamos a Dios y el acto con que amamos al prójimo. Por eso el hábito de la caridad comprende el amor, no sólo de Dios, sino también del prójimo.

     Añade que se puede argüir que quien no ama al prójimo tampoco ama a Dios; no porque sea más digno el amor al prójimo, sino porque es lo primero que se ofrece a nuestro amor. Sin embargo, Dios es más digno de amor por su mayor bondad.

     Dios y el prójimo son aquellos con quienes tenemos amistad. Ahora bien nuestro amor hacia ellos entraña el amor de la caridad. Efectivamente, amamos a Dios y al prójimo en cuanto que lo que amamos es el amor que nosotros y el prójimo tenemos a Dios, lo cual es amar la caridad.

     Pero la caridad, no es solamente amor; es también amistad, como ya hemos dicho. Y en la amistad amamos dos cosas. La primera, al amigo con el que tenemos la amistad y para el que queremos el bien; la segunda, el bien que le deseamos. De este modo, y no del primero, se ama la caridad por caridad, pues la caridad es el bien que deseamos para cuantos amamos en caridad. Por esta misma razón, amamos la bienaventuranza y las demás virtudes.



Oración


Oh Dios todopoderoso y eterno, me acerco a tí

como un enfermo al médico de la vida,

como un inmundo a la fuente de la misericordia,

como un ciego a la luz de la claridad eterna,

como pobre y necesitado al Señor de los cielos y de la tierra.

jueves, 7 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Jueves 3º de Cuaresma



Ángeles y demonios


    Según Santo Tomás, los ángeles son sustancias espirituales creadas por Dios y, en cuanto a su naturaleza, no pudieron ser creados con inclinación al mal. Todos fueron creados en gracia. Pero, en cuanto que son criaturas, tenían posibilidad de “pecar”. Algunos se opusieron inmediatamente tras su creación a su bienaventuranza, y por ello fueron privados de ella.

    Fue la soberbia, al pretender ser semejantes a Dios, su primer pecado. Y, tras éste, dice Santo Tomás, “apareció en el ángel prevaricador el mal de la envidia, porque se dolió del bien del hombre y también de la grandeza divina, en cuanto que Dios se sirve del hombre para su gloria en contra de la voluntad del demonio”.

    Cristo designa al demonio como “príncipe de este mundo” (Jn. 12,31). Por la redención de Cristo, el poder del demonio sobre este mundo fue, en principio, conquistado. Pero sólo será en el juicio final cuando su dominio será totalmente destruido.

    En cuanto a las formas de la actividad del demonio para hacer daño al hombre, se distingue entre la de orden moral (tentación) y las de orden físico (infestación, obsesión, posesión y magia diabólica). Aunque la tentación procede directamente de la malicia del demonio, sin embargo se debe a la permisión de Dios que sabe servirse del mal para ordenarlo al bien. El hombre que vence la tentación crece en virtud y mérito.


Oración


Te Suplico, Padre clementísimo, que la sagrada Comunión

sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu,

firme defensa contra todos los enemigos visibles e invisibles,

perpetua unión contigo solo, mi verdadero Dios y Señor,

y sello feliz de mi dichosa muerte.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Miércoles 3º de Cuaresma


 

Cumplir la ley


    Menciona Santo Tomás que es propio de la ley inducir a los súbditos a su propia virtud, es decir, hacer buenos a los destinatarios de la ley.

    De este modo, la que ha venido en denominarse “ley eterna” ordena a las criaturas a su fin, de acuerdo a su naturaleza, siendo ésta, su naturaleza o esencia de las cosas creadas, establecida por Dios para que las cosas alcancen su fin de un modo determinado.

    Por este motivo, la persona humana no puede alcanzar su plenitud o perfección si no es por el conocimiento y amor de Dios, es decir, por la consecución del fin de Dios, que la gloria de Dios.

    En relación al texto del Evangelio de S. Mateo que hoy leemos, Santo Tomás señala que la ley nueva se compara con la antigua como lo perfecto a lo imperfecto, puesto que la ley nueva perfecciona a la antigua en cuanto suple lo que faltaba a la antigua.

    Jesús perfeccionó los preceptos de la antigua ley con la obra y la doctrina; con la obra porque quiso –y así hizo- observar las cosas y normas que debían observarse; y con su doctrina perfeccionó los preceptos de la ley de tres maneras: primero, declarando el verdadero sentido de la ley; segundo, ordenando el modo de observar con mayor seguridad lo que había mandado la antigua ley; y tercero, añadiendo ciertos consejos de perfección. Un ejemplo de esto último lo tenemos en Mateo 19,21 en la respuesta al joven que dijo que había cumplido todos los preceptos de la ley antigua: “Aún te falta una cosa: si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes …


Oración


Te Suplico, Padre clementísimo

que la sagrada Comunión no sea para mi alma

lazo ni ocasión de castigo,

sino intercesión saludable para el perdón;

sea armadura de mi fe,

escudo de mi buena voluntad,

muerte de todos mis vicios,

exterminio de todos mis carnales apetitos

y aumento de caridad, paciencia y verdadera humildad

y de todas las virtudes.




martes, 5 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Martes 3º de Cuaresma


 

Perdón


    Santo Tomás nos enseña que “la omnipotencia de Dios se manifiesta en grado sumo perdonando y apiadándose, porque la manera de demostrar que Dios tiene el poder supremo es perdonando libremente los pecados”.

    Asimismo, en palabras de San Agustín, “la misericordia es la compasión que experimenta nuestro corazón ante la miseria de otro, sentimiento que nos compele, en realidad, a socorrer, si podemos”.

    Por lo tanto, nuestra propia generosidad debería dirigirse hacia el perdón a quienes pudieran habernos ofendido, con la advertencia que expone Santo Tomás de que no podemos considerarnos más allá de lo que somos, y que, por tanto, al igual que el pecado u ofensa que se cometió contra Pedro, el perdón que cada uno haya de llevar a cabo se refiere “al pecado cometido contra él” y no los pecados contra cualquier otra persona o prójimo, ni contra Dios, ya que, como dice San Jerónimo, “no está a nuestro arbitrio perdonar” estos últimos, que tienen otros modos de perdón.


Oración


Oh Dios todopoderoso,

Tú, que haces elocuente la

lengua de los niños, educa

también la mía e infunde en

mis labios la gracia de tu bendición.

lunes, 4 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Lunes 3º de Cuaresma


 

Obcecación y dureza de corazón


     La obcecación y el endurecimiento implican dos cosas. Una de ellas es el movimiento del ánimo humano, que se adhiere al mal y se aparta de la luz divina. Otra es la sustracción de la gracia, de lo cual se sigue que la mente no sea iluminada para ver rectamente y el corazón del hombre no se ablande para vivir rectamente.

    Pero Dios, a cuya ciencia y poder están sometidas todas las cosas, nos protege contra toda necedad e ignorancia, contra toda torpeza, dureza de corazón y defectos semejantes.

     Contra estos defectos aparecen los dones del Espíritu Santo. Y, así, contra la dureza de corazón el Espíritu Santo nos presenta la virtud de la piedad, que llena las entrañas del corazón de obras de misericordia. Así se recoge en la sexta bienaventuranza: «Dichosos los que tienen el corazón puro, porque ellos verán a Dios».

     Como nos dice el papa Francisco, debemos dejarnos conducir con docilidad por el Espíritu Santo, en un camino de maduración, el cual supone renuncia, sinceridad y valentía.


Oración


¡Te alabo, te bendigo, Dios mío!

por los inmensos beneficios que nos concedes.

Tú libras de muchos peligros,

ablandas el corazón para la penitencia,

atraes con las promesas,

avisas con los sufrimientos.

Nos guardas con el ministerio de los ángeles,

nos provees de los bienes temporales,

nos reservas los eternos.


domingo, 3 de marzo de 2024

Cuaresma 2024 desde Scala Coeli con Santo Tomás de Aquino. Tercer Domingo de Cuaresma


 
El entendimiento frente a la ceguera mental
y el embotamiento de los sentidos


     Para Santo Tomás la visión sobrenatural no puede conseguirla el hombre si no es tornándose en discípulo que aprende de Dios, su doctor, a tenor de la expresión de San Juan: “Todo el que escucha al Padre y aprende su enseñanza, viene a mí” (Jn. 6,45). Sin embargo, el hombre no se hace partícipe de esa enseñanza de repente, sino de una manera progresiva. De ahí que la fe es necesaria en todo el que aprende, para así llegar a la perfección de la ciencia. En conclusión, para que el hombre esté en condiciones de llegar a la visión perfecta de la bienaventuranza, debe creer en Dios como el discípulo en el maestro que le enseña.

    Y el don del Espíritu Santo que permite una agudeza, una penetración en la captación de las verdades de la fe y de las implicaciones de la verdad de la fe, es el don del entendimiento, por lo que hablamos del intelecto elevado por la virtud de la fe.

    Pero, frente al entendimiento, aparecen la ceguera mental y el embotamiento de los sentidos.

    La primera es una privación de la visión intelectual. No hablamos aquí del intelecto natural, sino de esa visión elevada que da la luz de la virtud teologal, la fe. Ceguera significa no poder ver.

    Por su parte, se dice que tiene su inteligencia embotada el que no puede llegar al conocimiento de la verdad, sino después de habérsela expuesto muchas veces, y ni aún entonces penetra con perfección en la realidad de su naturaleza.

    Para aumentar el entendimiento y que no se nos produzca ni la ceguera ni el embotamiento, hemos que tener en todo momento presente que el principio de la fe está siempre en la gracia de Dios, para lo cual la oración es fundamental.


Oración


Oh Dios todopoderoso, que todo lo sabes.

Dígnate infundir

sobre las tinieblas de mi inteligencia

el resplandor de tu claridad,

apartando de mí la doble oscuridad en que he nacido:

el pecado y la ignorancia.

Multiplica en mí la gracia;

para que multiplicada la conserves

y conservada la premies.