¡ HA VUELTO A REPETIRSE EL MILAGRO DEL ALMENDRO !
Hoy celebramos la Fiesta de San Álvaro, y como cada año el primero en felicitarlo ha sido “su almendro”, el del Santuario, como lo reconoce Córdoba. Ha florecido sin avisar, para sorpresa de cuantos se acercan a rezar ante sus reliquias, o los ciclistas y senderistas que recorren, ahora más que nunca, estos parajes divinos.
Pero la sorpresa de la flor del almendro, la primera que avisa de un cambio de situación, no es sólo un fenómeno de la naturaleza, sino el lenguaje espiritual que San Álvaro sigue dirigiendo a su Comunidad, a sus Hermandad y Fraternidad, a sus hijos y a amigos, y a todos cuantos buscáis a Dios en esta casa, y de su mano.
¿Habéis escuchado alguna vez el mensaje del almendro de S. Álvaro?. Es siempre el mismo: ¡Se puede volver a empezar y nacer de nuevo!. Es posible la regeneración, que no es otra cosa que un cambio radical, que produce la paz con Dios y una nueva vida que nos permite ver, oír y buscarlo siempre en los demás.
Es el regalo que siempre nos hace San Álvaro en estas fechas, pero que este año de la pandemia, tiene una actualidad especial. Si algo hemos aprendido durante este año es que todo puede cambiar de un momento a otro y sin previo aviso. Pero este carácter sorpresivo de la realidad, nos trae también todas las posibilidades para empezar de nuevo. Cambiar la inquietud de la Pandemia, en Alegría Pascual.
Como familia de San Álvaro, nos unimos hoy en oración para agradecer el regalo de este profeta de la regeneración, que nos permite volver a contemplar, y después esperar la flor del almendro, que es signo de que Dios es más fuerte que el virus, y puede florecer en nuestra fragilidad.
En nombre de la Comunidad, la Hermandad y la Fraternidad os acojo y espero como siempre en esta casa de la Familia de S. Álvaro. ¡Felicidades!
Fr. José Antonio Segovia, op.
ORACION A SAN ÁLVARO DE CÓRDOBA
