El
silencio de María
Entrar en el corazón de María es
entrar en el Corazón de su Hijo Jesús, en el Corazón de la Iglesia, en
el Corazón del mismo Dios.
María es corazón de Madre, de Silencio, en ella aprendemos a vivir y a caminar en
cristiano, aprendemos como
entrar en la Vida de Jesús, , como sentirnos identificados con El, como podemos seguirle, ser sus discípulos.
Estamos en este
bonito mes de Mayo , en el
que se lo dedicamos a Ella,
la que dio su SI , para que
nosotros podamos dar otro SI
cada día, .
Un mes
especial para volver nuestro
corazón y nuestra mirada a la
mirada de nuestra Madre,
ver en su corazón todo aquello
que en el silencio guardó, y descubrir cada
paso, cada gesto , cada
sentimiento, que vivió junto a su hijo.
Entrar y
descubrir en el silencio de María, y
aprender de Ella, aprender de ese silencio que nos configura
con Ella.
María mujer joven de su época, al contrario que otras muchachas
de su edad, Ella, solo vivía en
un solo deseo, vivir solo para Dios. Esperando ese encuentro
con El, en el silencio escondido de su corazón, un
silencio contemplativo. Contemplar
con Ella, el paso de la vida de
Jesús, que nos la dejo como Madre.
María no
vivió ese deseo para aislarse,
como quizás muchas veces nosotros
queremos vivir, aislados del mundo,
fue todo lo contrario su silencio contemplativo la unió fuertemente
al mundo a la vida de cada uno de nosotros, que nos
unió a Ella, en un solo corazón y una
sola alma en Dios.
En su silencio María nos interpela a descubrir, a
pensar, a profundizar en nuestra capacidad
de callar, y orar. Callar
para escuchar esa
Voz que nos está llamando
constantemente, que nos está
invitando a entrar en lo profundo del Silencio para orar, para vivir nuestro encuentro personal con Dios, para unirnos
y caminar junto a María y a Jesús.
A pensar en
el nivel de nuestros cansancios,
de nuestras huidas, en el sentido que tiene nuestra vida, en su profundidad, de que
está llena o de que
está vacía.
Lejos de Ella, apartados de su Hijo
que sale a nuestro encuentro.
Desde su silencio, María nos invita a escuchar al
otro. Cuantas conversaciones vanas,
sin sentido, vacías, inútiles,
que no nos llevan a nada.
Ella supo
escuchar al Ángel, atendió a
esa voz, que la invitaba a ser Madre De Dios, y dijo SI.
Acogió a la
Palabra en sus entrañas, porque supo escuchar, y atender. Escucha las palabras
y los acontecimientos de la Vida del que
nacería de Ella, Jesús,
escuchó la historia de la Salvación.
Acoge el silencio de Dios, con su silencio orante, contemplativo. Un
corazón silente para acoger
llena de humildad la Palabra de su Hijo,
la Palabra que es la VERDAD, el CAMINO y la VIDA.
Y hoy
Ella espera eso de nosotros , que aprendamos
de Ella a ESCUCHAR, a ATENDER, en cada acontecimiento de nuestras vida,
la PALABRA, LA VOZ, LA PRESENCIA, de su HIJO.
María nos enseña
a Vivir en una EUCARISTIA constante, siempre y en todo tiempo frente a Dios, teniéndole como dueño de nuestra vida,
de nuestros sueños, de nuestras
esperanzas.
María es
Eucaristía, porque camina en
comunión con su Hijo, en el deseo de partirse y repartirse con El, para ser corresponsable en la unión de este nuestro
mundo, que tan dividido vive.
Nos
enseña a ser Eucaristía con
Ella y junto a Jesús para que
toda nuestra existencia sea un verdadero acto de Amor a
Dios y a los demás.
Todo el Evangelio lo podemos aprender en
ese silencio de María, donde
todo lo guardaba en su corazón. Donde aprender a
crecer cada día
más en el AMOR.
MISTERIOS LUMINOSOS
Primer
misterio: El Bautismo de Jesús
“Juan dijo a
todos: Yo os bautizo con agua; pro viene el que puede más que yo, y no merezco
desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y
fuego”. (Lc. 3, 16).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Segundo Misterio: Jesús en
las Bodas de Caná
“Faltó el
vino y la madre de Jesús le dijo: No les queda vino. Jesús le comentó: Mujer,
déjame, todavía no ha llegado mi hora. Su madre dice a los sirvientes: Haced lo
que Él os diga.” (Jn. 2).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Tercer
Misterio: La predicación del Reino
“Jesús recorría
todas las ciudades y aldeas de Galilea, enseñando en sus sinagogas, anunciando
el Evangelio del Reino, curando todas las enfermedades y todas las dolencias
del pueblo” (Mt. 9, 35).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Cuarto
Misterio: La transfiguración del Señor
“Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó
aparte, a una montaña alta. Jesús se transfiguró delante de ellos, y su rostro
resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz”. (Mt.
17, 1-2).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Quinto
Misterio: La institución de la Eucaristía
“Llegada la
hora, se sentó con sus discípulos y les dijo: He deseado enormemente comer esta
comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré
a comer hasta que se cumpla en el Reino de Dios”. (Lc. 22, 14-16).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Oración a
María del Silencio
María tu vida
es una lección para nosotros. Donde nos enseñas a amar, a escuchar, a
dar.
Tú llenas nuestro entorno de Amor, de Ternura, de Paz, de Silencio.
Tú que eres Madre
de la Vida,
Enséñanos
a contemplar el Rostro de tu hijo en el rostro del pobre, del indigente, de
los olvidados de la tierra, de
aquellos que no quieren saber de Él , pero que tu Hijo
mira a través de sus ojos. Que su corazón late dentro de
cada uno de ellos, aunque no lo sepan.
María del
Silencio, enséñanos a estar a
la escucha de la Voz que nos llama por nuestro nombre,
de la Palabra que se hace
carne en Ti.
Danos tu
mirada para contemplar, danos tu sonrisa para dar alegría al que vive en
tristeza.
María Virgen
del Silencio, Madre del Sí, dame tu Amor para que aprendamos a Amar, a Sentir, a Vivir la alegría de sentirnos Hijos tuyos, hijos de
Dios y hermanos de tu Hijo.
Ayúdanos a
aprender desde tu silencio a estar atentos a los acontecimientos de la
historia. Que en el silencio seamos Palabra agradecida para Predicar la Buena
Noticia.
Que como
tú cuando diste
tu Si, sepamos dar el nuestro y
nos pongamos en camino para
servir a los demás, siendo presencia viva del que es la Luz, la misma Vida, e ir en busca
de quien no te conoce, y
dar nuestra vida por El.
Desde el
Silencio me acojo a tu corazón de Madre.
Acompáñanos en este
camino de entrega, de Amor, y de Esperanza. María del Silencio
transforma mi Vida en una Vida Nueva por y para Cristo Resucitado. AMEN
Libro sobre María:
“EL CORAZÓN DE MARÍA”
Autor:
Juan Galot, S.J.
Editorial: Ediciones Desclée de Brouwer.
Bilbao
María en la música:
"MADRE DEL SILENCIO". Música Católica