María,
Iglesia naciente
Peregrina de la fe llamamos a María, la Madre de
los creyentes, Madre de la Iglesia naciente; peregrina porque ella tuvo que
recorrer un arduo camino de crecimiento en la fe y lo recorrió como la primera
discípula del Hijo. El camino de María está marcado por el hecho de que es una
mujer creyente.
María, madre de los creyentes está conectada
íntimamente con Abrahán, padre de los creyentes
con todos los grandes creyentes de la Historia de Israel y de la
Historia de la Iglesia. Ante esta nube de testigos se nos invita a recorrer el
mismo camino de fe.
Lo mismo que la fe de Abrahán se convirtió en el
comienzo de la nueva Alianza, la fe de María inaugura la Nueva Alianza sellada
en la sangre de su Hijo. Para María la fe es confiar y obedecer, lo mismo que
para Abrahán, confiar y obedecer a Dios incluso en medio de un camino lleno de
oscuridad y tinieblas.
La fe de María se concretiza en su asentimiento a
la voluntad del Padre en el momento de la Anunciación; el Sí de María se une al
Sí del Hijo que vemos expresado en la carta a los Hebreos: “No quisiste
sacrificio ni oblación, pero me has preparado un cuerpo… He aquí que vengo, oh
Dios, a hacer tu voluntad” (Hb. 10, 5-7). Con este sí, María pone todo su
cuerpo, todo su yo, a disposición del Padre, y así la voluntad de María y la
voluntad del Hijo coinciden y se unen en la respuesta al Padre.
Esta fe de María vive su momento más trágico de
pie junto a la cruz. Ahí junto al Hijo moribundo, todas las promesas recibidas
parecen romperse en pedazos, igual que Abrahán sobre el Monte Moria sintió
romperse todas las promesas de Dios cuando se disponía a sacrificar a su hijo
Isaac.
Pero ella permanece de pie en la oscuridad más
total. Resuenan fuertemente las palabras del Evangelio: “Cuando vuelva el
Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”. Y sí, el Hijo ya ha vuelto,
vive resucitado para siempre y ha encontrado en primer lugar la fe de María
sosteniendo el pobre y débil sí de la Iglesia naciente.
En los cánticos del Siervo del profeta Isaías
leemos: “Me hizo flecha bruñida, me guardó con las flechas de su aljaba”
(Is. 49,2). La Virgen María es la aljaba de Dios, donde nuestra fe está cuidada
y cobijada, donde puede ir creciendo y robusteciéndose para poder dar el sí que
nos pide la conversión; Ella, Madre de la Iglesia naciente, nos alienta al pie
de la cruz de cada día, y nos enseña cómo recorrer nuestro propio camino de fe.
MISTERIOS GLORIOSOS
Primer
misterio: La Resurrección del Señor
“Ya que
habéis resucitado con Cristo, buscad
los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios;
aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra”. (Col. 3, 1-2).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Segundo Misterio: La Ascensión
a los cielos
“Dios, rico
en misericordia, por el gran amor con que nos amó … nos ha resucitado con
Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo
con Él” (Ef. 2, 4 y 6).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Tercer
Misterio: La venida del Espíritu Santo
“Cuando el
Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis
fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta
los confines del mundo”. (Hch. 1, 8).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Cuarto
Misterio: La Asunción de María
“Pronunciamos, declaramos y definimos ser
dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen
María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”. (Pío XII).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Quinto
Misterio: La coronación de la Virgen María, madre y reina.
“La Virgen
Inmaculada fue enaltecida por el Señor como Reina
del Universo para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los señores
(Apoc. 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte”. (Lumen Gentium, 59).
Padrenuestro,
10 avemarías, Gloria.
Oración a María
et omnia mea tua sunt.
Accepi me in mea omnia
Praebe mihi Cor tuum oh María".
Soy todo tuyo
Y todo lo mío es tuyo.
Aceptame en todas mis cosas,
Dame tu corazón oh María.
Libro sobre María:
“MARÍA, IGLESIA NACIENTE”
Autor:
Joseph Ratzinger y Hans Urs von Balthasar
Editorial: Encuentro.
María en la música:
"MARÍA, MADRE". Mª. Angeles Ruiz