lunes, 7 de octubre de 2019

Octubre: Mes del Rosario y de las Misiones (lunes 7)

·        El Rosario:

El Rosario es un verdadero diálogo con María, un coloquio confidencial, una conversación llega de confianza y abandono. Es confiarle nuestras penas, manifestarle nuestras esperanzas y abrirle nuestro corazón, para que Ella interceda por nosotros ante su Hijo Jesús.

·        Sábado: Misterios Gozosos.

o   Segundo Misterio: La Visitación de María a Isabel


“María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, y saludó a Isabel. Isabel dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Dichosa tú que has creído. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor” (cf Lc 1, 39-56).


o   Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.

·        Meditación  de S. Juan XXIII:


Contemplación 

Qué suavidad, qué gracia en esta visita de tres meses, que María hizo a su prima. Una y otra, bendecidas con una maternidad que se cumpliría a no tardar. La de la Virgen María, la más sagrada maternidad de cuanto se pueda soñar sobre la tierra. Dulce encanto en las palabras que se dicen como un cántico. De una parte, “bendita tú entre las mujeres”. Y de la otra, “porque ha mirado la humildad de su sierva, por eso me llamarán bienaventurada todas las generaciones”.

Reflexión

Cuanto sucede aquí, en Ain-Karem, en el monte Hebrón, presenta, con luz celeste y al mismo tiempo muy humana, qué relaciones son las que unen entre sí a las buenas familias cristianas, educadas en la antigua escuela del Rosario. Rosario recitado cada noche en casa, en el círculo de los íntimos. Rosario recitado, no en una ni en cien, ni en mil familias, sino por todas y por todos, y en todos los lugares de la tierra, allí donde uno cualquiera de nosotros “sufre, lucha y ora”, fiel a una inspiración de lo alto, como el sacerdocio, la caridad misionera, la prosecución de un ideal de apostolado; o también por fidelidad a uno de aquello motivos, tan legítimos que llegan a ser obligatorios, como el trabajo, el comercio, el servicio militar, el estudio, la enseñanza, o cualquier otra ocupación.

·        Petición:

Señor Jesús, reconocemos que muchas veces somos apáticos para ayudar a los demás y muy pasivos en el servicio de tu Iglesia, en donde a veces ni siquiera nos acercamos a visitarte sabiendo que allí nos esperas.

Muéstranos cómo quieres que te sirvamos y revélanos en donde nos necesitas para imitar a María en el servicio a los demás tanto en lo material como en lo espiritual.

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CARTA APOSTÓLICA MAXIMUM ILLUD
DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XV
SOBRE LA PROPAGACIÓN DE LA FE CATÓLICA
EN EL MUNDO ENTERO

(Comienzo)

INTRODUCCIÓN

1. Evangelización del mundo, deber permanente de la Iglesia. Historia y actualidad

1. La grande y santísima misión confiada a sus discípulos por Nuestro Señor Jesucristo, al tiempo de su partida hacia el Padre, por aquellas palabras: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a todas las naciones» (Mc 16,15), no había de limitarse ciertamente a la vida de los apóstoles, sino que se debía perpetuar en sus sucesores hasta el fin de los tiempos, mientras hubiera en la tierra hombres para salvar la verdad.

2. Pues bien: desde el momento en que los apóstoles «salieron y predicaron por todas partes» (Mc 16,20) la palabra divina, logrando que «la voz de su predicación repercutiese en todas las naciones, aun en las más apartadas de la tierra» (Sal 18,5), ya en adelante nunca jamás la Iglesia, fiel al mandato divino, ha dejado de enviar a todas partes mensajeros de la doctrina revelada por Dios y dispensadores de la salvación eterna, alcanzada por Cristo para el género humano.

3. Aun en los tres primeros siglos, cuando una en pos de otra suscitaba el infierno encarnizadas persecuciones para oprimir en su cuna a la Iglesia, y todo rebosaba sangre de cristianos, la voz de los predicadores evangélicos se difundió por todos los confines del Imperio romano.