·
El Rosario:
El Rosario es un verdadero diálogo con
María, un coloquio confidencial, una conversación llega de confianza y
abandono. Es confiarle nuestras penas, manifestarle nuestras esperanzas y abrirle
nuestro corazón, para que Ella interceda por nosotros ante su Hijo Jesús.
·
Sábado: Misterios Gozosos.
o Segundo
Misterio: La Visitación de María a Isabel
“María se puso en camino y
fue aprisa a la montaña, y saludó a Isabel. Isabel dijo a voz en grito: ¡Bendita
tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Dichosa tú que has
creído. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor” (cf Lc 1,
39-56).
o
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
· Meditación de S. Juan XXIII:
Contemplación
Qué suavidad, qué gracia en esta
visita de tres meses, que María hizo a su prima. Una y otra, bendecidas con una
maternidad que se cumpliría a no tardar. La de la Virgen María, la más sagrada
maternidad de cuanto se pueda soñar sobre la tierra. Dulce encanto en las
palabras que se dicen como un cántico. De una parte, “bendita tú entre las
mujeres”. Y de la otra, “porque ha mirado la humildad de su sierva, por eso me
llamarán bienaventurada todas las generaciones”.
Reflexión
Cuanto sucede aquí, en Ain-Karem, en
el monte Hebrón, presenta, con luz celeste y al mismo tiempo muy humana, qué
relaciones son las que unen entre sí a las buenas familias cristianas, educadas
en la antigua escuela del Rosario. Rosario recitado cada noche en casa, en el
círculo de los íntimos. Rosario recitado, no en una ni en cien, ni en mil
familias, sino por todas y por todos, y en todos los lugares de la tierra, allí
donde uno cualquiera de nosotros “sufre, lucha y ora”, fiel a una inspiración
de lo alto, como el sacerdocio, la caridad misionera, la prosecución de un
ideal de apostolado; o también por fidelidad a uno de aquello motivos, tan
legítimos que llegan a ser obligatorios, como el trabajo, el comercio, el
servicio militar, el estudio, la enseñanza, o cualquier otra ocupación.
·
Petición:
Señor Jesús, reconocemos que muchas veces somos
apáticos para ayudar a los demás y muy pasivos en el servicio de tu Iglesia, en
donde a veces ni siquiera nos acercamos a visitarte sabiendo que allí nos
esperas.
Muéstranos cómo quieres que te sirvamos y revélanos
en donde nos necesitas para imitar a María en el servicio a los demás tanto en
lo material como en lo espiritual.
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CARTA APOSTÓLICA MAXIMUM
ILLUD
DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO
XV
SOBRE LA PROPAGACIÓN DE
LA FE CATÓLICA
EN EL MUNDO ENTERO
(Comienzo)
INTRODUCCIÓN
1. Evangelización del mundo,
deber permanente de la Iglesia. Historia y actualidad
1. La grande y santísima misión
confiada a sus discípulos por Nuestro Señor Jesucristo, al tiempo de su partida
hacia el Padre, por aquellas palabras: «Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a todas las naciones» (Mc 16,15), no había de limitarse
ciertamente a la vida de los apóstoles, sino que se debía perpetuar en sus
sucesores hasta el fin de los tiempos, mientras hubiera en la tierra hombres
para salvar la verdad.
2. Pues bien: desde el momento en
que los apóstoles «salieron y predicaron por todas partes» (Mc 16,20) la
palabra divina, logrando que «la voz de su predicación repercutiese en todas
las naciones, aun en las más apartadas de la tierra» (Sal 18,5), ya en adelante
nunca jamás la Iglesia, fiel al mandato divino, ha dejado de enviar a todas
partes mensajeros de la doctrina revelada por Dios y dispensadores de la
salvación eterna, alcanzada por Cristo para el género humano.
3. Aun en los tres primeros
siglos, cuando una en pos de otra suscitaba el infierno encarnizadas
persecuciones para oprimir en su cuna a la Iglesia, y todo rebosaba sangre de
cristianos, la voz de los predicadores evangélicos se difundió por todos los
confines del Imperio romano.
…