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El Rosario:
El papa Francisco
nos invita a dejarnos llevar por la mano de la Virgen. “Cada vez que tomamos el Rosario en nuestras manos y le rezamos, damos un
paso adelante hacia la gran meta de la vida”. “Dejémonos atraer por la
verdadera belleza, no nos dejemos absorber por las pequeñas cosas de la vida,
sino escojamos la grandeza del cielo. Que la Santa Virgen, Puerta al cielo, nos
ayude a mirar cada día con confianza y alegría allá, donde está nuestra verdadera
casa”.
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Miércoles: Misterios Gloriosos.
o Cuarto
Misterio: La Asunción de María
“María
dijo: Me felicitaran todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí” (Lc 1, 48-49). “¡Toda hermosa eres amada mía, no hay
defecto en ti! Ven del Líbano, esposa mía, ven” (Ct 4, 7).
o
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
· Meditación :
Asunción es la
culminación de un continuado “sí” a Dios. Es vivenciar en plenitud la filiación
divina. Es la gran victoria sobre la muerte, cumpliéndose la palabra escrita: “La
muerte ha sido absorbida en la victoria”. Es una consecuencia lógica de la vida
de Dios en nosotros.
Con la
Resurrección de Jesús y la Asunción de María, desde nuestra fe, no hace
estar seguros que Dios Padre también nos resucitará y nos elevará al cielo.
La Asunción de
María supone una llamada para todos, especialmente para cuantos están afligidos
por dudas y tristezas, y viven con la mirada dirigida hacia abajo. “Miremos
hacia arriba, el cielo está abierto; no despierta temor, ya no está distante,
porque en el umbral del cielo hay una madre que nos espera” (Francisco).
·
Petición:
Señor
Jesús, que has sido tan generoso que has dispuesto y querido que tu Madre sea
para siempre nuestra Madre;
Concédenos
ser y vivir como sus verdaderos hijos.
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CLAUSURA DE LOS TRABAJOS DE LA ASAMBLEA ESPECIAL DEL
SÍNODO DE LOS OBISPOS PARA LA REGIÓN PANAMAZÓNICA SOBRE EL TEMA
“NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL”
SÍNODO DE LOS OBISPOS PARA LA REGIÓN PANAMAZÓNICA SOBRE EL TEMA
“NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL”
DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Aula del Sínodo
Sábado, 26 de octubre de 2019
Sábado, 26 de octubre de 2019
(Continuación)
…
Hablamos de cuatro dimensiones, que habían: la dimensión cultural, la
hemos trabajado, hablamos de inculturación, de valoración de la cultura, eso
con una fuerza muy grande, y yo quedo contento con lo que se ha dicho al
respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia. La inculturación: ya
Puebla había abierto esa puerta, por nombrar lo más cercano. Segundo, la
dimensión ecológica: quiero acá rendir homenaje a uno de los pioneros de esta
conciencia dentro de la Iglesia, es el Patriarca Bartolomé de Constantinopla.
Fue de los primeros que abrieron camino para crear esta conciencia. Y después
de él, tantos lo han seguido y con esa inquietud, y cada vez, con aceleración
de progresión geométrica, del equipo de París y siguieron los demás encuentros.
Ahí nació Laudato
si’ con una inspiración en la que trabajó tanta gente, trabajaron
científicos, teólogos, pastoralistas. Bueno, esta conciencia ecológica que va
adelante y que hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de
destrucción al cual la Amazonia es uno de los puntos más importantes de esto.
Es un símbolo, yo diría. Esta dimensión ecológica en la que se nos juega el
futuro, ¿no es cierto? En las manifestaciones hechas por los jóvenes, ya sea en
el movimiento de Greta o de otros. Los chicos salían con el cartel: “El futuro
es nuestro, o sea, no decidan ustedes por nuestro futuro”. “Es nuestro”. Ya la
conciencia del peligro ecológico que hay con eso, evidentemente no sólo en
Amazonia, sino en otros lugares: el Congo es otro punto, otros sectores, en mi
patria está en el Chaco, la zona del “impenetrable” también que es pequeña,
pero, también conocemos esto, de alguna manera. Junto a la dimensión ecológica
está la dimensión social de la cual hablamos, que ya no es sólo lo que se
explota salvajemente, lo creado, la creación, sino las personas. Y en Amazonia
aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de
personas a todo nivel y destrucción de la identidad cultural. Me acuerdo que
llegando a Puerto Maldonado —creo que lo dije esto, no me acuerdo—, en el
aeropuerto había un cartel, con la imagen de una chica muy linda, muy bonita,
“defendete o cuidate de la trata”. O sea, la advertencia al turista que llega.
La trata escucha, y la trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas
a todo nivel. Y esto junto con la destrucción de la identidad cultural, que es
otro de los fenómenos que ustedes han señalado muy bien en el documento. La
identidad cultural cómo se destruye, en todo esto. Y cuarta dimensión, que es
la que incluye todas —y yo diría que es la principal—, es la pastoral, la
dimensión pastoral. El anuncio del Evangelio urge, urge. Pero que sea
entendido, que sea asimilado, que sea comprendido por esas culturas. Y se habló
de laicos, de sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas,
con que apuntar a ese punto. Y se habló de lo que hacen, y fortalecer eso. Se
habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria
quaedam de Pablo
VI, de creatividad en esto. Creatividad en los nuevos ministerios, y ver
hasta dónde se puede llegar. Se habló de seminarios indígenas, y con mucha
fuerza. Yo le agradezco la valentía que tuvo el cardenal O’Malley para esto,
porque nos puso el dedo en la llaga en algo que es una verdadera injusticia
social, que no se le permite de hecho a los aborígenes el camino seminarístico
y el camino del sacerdocio. Creatividad en todo esto de los nuevos ministerios
y todo. Asumo el pedido de re-llamar a la comisión o quizás abrirla con nuevos
miembros para seguir estudiando cómo existía en la Iglesia primitiva el
diaconado permanente. Ustedes saben que llegaron a un acuerdo entre todos que
no era claro. Yo entregué esto a las religiosas, a la Unión general de
religiosas que fue la que me pidió hacer la investigación, se lo entregué, y
ahora cada uno de los teólogos está con su línea buscando, investigando en eso.
Yo voy a procurar rehacer esto con la Congregación para la Doctrina de la Fe, y
asumir nuevas personas en esta Comisión, y recojo el guante, que han puesto por
allí: “y que seamos escuchadas”. Recojo el guante [aplausos]. Aparecieron
algunas cosas que hay que reformar: la Iglesia siempre tiene que ir
reformándose. La formación sacerdotal en el país. En algunos países, oí decir,
o en un grupo se dijo o acá se dijo una vez —que yo haya escuchado—, que se
notaba cierta falta de celo apostólico en el clero de la zona no amazónica
respecto a la zona amazónica. Con el cardenal Filoni hemos tenido dificultades
cuando una congregación religiosa deja un vicariato, de encontrar sacerdotes de
ese país que tomen el vicariato: “No, claro, yo no soy para eso”. Bueno, eso
hay que reformarlo. La formación sacerdotal en el país, que es universal, y que
hay una responsabilidad de hacerse cargo de todos los problemas de los países
geográficos, digamos, de esa conferencia episcopal. Pero reformar eso: que no
exista la falta de celo. Lo mismo algunos —recuerdo dos— señalaron el tema que
quizás no se vea la falta de celo tan fuerte —perdón—, haya falta de celo, fuerte
o no pero… en jóvenes religiosos, como una cosa que hay que tener en cuenta.
Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande y hay que formarlos en el
celo apostólico para ir a las fronteras. Sería bueno que en el plan de
formación de los religiosos existiera una experiencia de un año o más en
regiones limítrofes. Lo mismo, y esto es una sugerencia que he recibido por
escrito, pero ahora la digo: que en el servicio diplomático de la Santa Sede,
en el curriculum del servicio diplomático, los jóvenes sacerdotes al
menos pasen un año en tierra de misión pero no haciendo el tirocinio en la
Nunciatura como se hace y es muy útil, sino simplemente al servicio de un
obispo en un lugar de misión. Eso será estudiado pero también es una reforma a
ver. Y la redistribución del clero en el mismo país. Se dijo, refiriéndose a
una situación, que hay una cantidad grande de sacerdotes de ese país en el
primer mundo, léase Estados Unidos, Europa, etc., y no hay para mandar a la
zona amazónica de ese país. Eso habrá que evaluarlo, pero estar de acuerdo. Los
fidei donum interesados… es verdad que a veces —y esto me pasó a mí
siendo obispo en otra diócesis— te viene uno que vos lo mandaste a estudiar y
se enamoró del lugar y quedó en el lugar y con todo lo que ofrece el primer
mundo y no te quiere volver a la diócesis. Y claro, uno por salvar la vocación,
cede. Pero en ese punto, tener mucho cuidado y no favorecer. Agradezco, los
verdaderos sacerdotes fidei donum que vienen a Europa de África, de Asia
y de América, pero los que son fidei donum, que devuelven aquel fidei
donum que hizo Europa para con ellos. Pero es un peligro los que vienen y
se quedan. Es una cosa un poco triste, me decía un obispo de Italia, que tiene
tres de estos que se quedaron y que no le van a celebrar una misa a los
pueblitos de la montaña si antes no le llega la oferta. Esto es histórico de
acá, de ahora. Entonces, estemos alerta con eso, y seamos valientes en hacer
esas reformas de redifusión del clero en el mismo país.
…