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El Rosario:
El Rosario, como auténtica oración,
configura al orante en su doble perfil cristiano: el interno de la conciencia y
el externo del apostolado. Es en la intensidad contemplativa donde ocurre todo:
se capta la necesidad de orar y el deseo de proclamar el don de Dios; sólo
desde la experiencia contemplativa la oración aparece como una primera palabra
de la vida; sólo en la contemplación se hace posible el corazón educado con
“los mismos sentimientos que tuvo Cristo”. Y sólo desde la contemplación orante
se alcanzan dos ideales de la fe: la estima del hecho comunitario-eclesial; el
ser testigos de Dios en el descampado del mundo y sus miserias, en el seno de
la comunidad y las suyas.es un verdadero diálogo con María, un coloquio
confidencial, una conversación llega de confianza y abandono. Es confiarle
nuestras penas, manifestarle nuestras esperanzas y abrirle nuestro corazón,
para que Ella interceda por nosotros ante su Hijo Jesús.
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Sábado: Misterios Gozosos.
o Tercer
Misterio: El Nacimiento de Jesús
“Mientras
estaban en Belén, le llegó a María el tiempo del parto y dio a luz a su Hijo
primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en la posada. Un ángel se apareció a unos pastores y les dijo: Hoy, en
la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”(cf. Lc
2, 1-14).
o
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
· Meditación de S. Juan XXIII:
Contemplación
A su tiempo, según ley de la
naturaleza humana asumida por el Verbo de Dios, hecho hombre, sale del
tabernáculo santo, el seno inmaculado de María. Hace su primera aparición al
mundo en un pesebre. Allí las bestias rumian el heno. Y todo es en derredor
silencio, pobreza, sencillez, inocencia. Voces de ángeles surcan el aire
anunciando la paz. Aquella paz de la que es portador para el universo el niño
que acaba de nacer. Los primeros adoradores son María su madre, y San José, el
padre adoptivo. Luego, pastores que han bajado del monte, invitados por voces
de ángeles. Vendrá más tarde una caravana de gente ilustre, precedida desde
lejos por una estrella, y ofrecerá regalos valiosos, llenos de simbolismo, de
interés. En la noche de Belén todo habla de universalidad.
Reflexión
En este misterio no quede una sola rodilla sin doblarse ante la cuna, en gesto
de adoración. Nadie se quede sin ver los ojos del divino Niño que miran lejos,
como queriendo ver, uno a uno, todos los pueblos de la tierra. Van pasando uno
a uno ante su presencia, como en una revista, y los reconoce a todos: hebreos,
romanos, griegos, chinos, indios, pueblos de África, de cualquier región de la
tierra, o época de la historia. Las regiones más distantes y desérticas, las
más remotas e inexploradas; los tiempos pasados, el presente, y los tiempos por
venir.
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Petición:
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca
también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tú
nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante
misericordia.
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CARTA APOSTÓLICA MAXIMUM
ILLUD
DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO
XV
SOBRE LA PROPAGACIÓN DE
LA FE CATÓLICA
EN EL MUNDO ENTERO
(Continuación)
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19. Las
vocaciones misioneras86. En segundo lugar, urge la necesidad de cubrir los huecos que abre la extremada falta de misioneros, que, si siempre grande, ahora, por motivo de la guerra, preséntase en proporciones alarmantes, de manera que muchas parcelas de la viña del Señor han tenido que quedar abandonadas.
87. Punto es éste, venerables hermanos, que nos obliga a recurrir a vuestra próvida diligencia; y sabed que será la más exquisita prueba de afecto que daréis a la Iglesia si os esmeráis en fomentar la semilla de la vocación misionera, que tal vez empiece a germinar en los corazones de vuestros sacerdotes y seminaristas.
88. No os dejéis engañar de ciertas apariencias de bien, ni de meros motivos humanos, so pretexto de que los sujetos que consagréis a las Misiones serán una pérdida para vuestras diócesis, ya que, por cada uno que permitáis salga fuera de ella, el Señor os suscitará dentro muchos y mejores sacerdotes.
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