martes, 1 de octubre de 2019

Octubre: Mes del Rosario y de las Misiones (martes 1)


·        El Rosario:

El Rosario es una oración que dirigimos junto a María para alabar y dar gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo. Pero para que dicha oración surja espontánea y alegremente de nuestro corazón es necesario sentirnos verdaderamente salvados por Jesús. La auténtica alabanza y el sincero agradecimiento nacen de un corazón que busca ser humilde y puro como el de María.


·        Martes: Misterios Dolorosos.

o   Primer misterio : La oración en Getsemaní

“Jesús se apartó de los discípulos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba diciendo Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia” (cf. Lc 22, 39-42).

o   Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.


·        Meditación  de S. Juan XXIII:

 

       Contemplación

           Con ánimo conmovido se vuelve una y otra vez sobre la imagen de Jesús en la hora y el lugar del supremo abandono. “Y sudó como gruesas gotas de sangre, que corrían hasta la tierra”. Pena íntima en su alma, amargura insondable de su soledad, decaimiento en el cuerpo abrumado. Su agonía no se precisa sino por la inminencia de la pasión que Jesús, a partir de ahora, ya no ve lejana, ni siquiera próxima, sino presente.

 

      Reflexión

          La escena de Getsemaní nos conforta y anima a realizar un esfuerzo voluntario de aceptación. La aceptación incondicional del sufrimiento, cuando es Dios quien lo quiere o permite: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”. Palabras que desgarran y curan, porque enseñan a qué grado de fervor puede y debe llegar el cristiano que sufre, unido a Cristo que sufre. Ellas nos dan, como en última pincelada, la certeza de méritos inefables, el merecimiento de la vida divina para nosotros, vida palpitante hoy en nosotros por la gracia, mañana en la gloria.


·        Petición:

Señor, Tú hiciste de la primera comunidad de predicadores del Nuevo Mundo la voz que proclamó tu palabra y defendió la dignidad de todos tus hijos,

danos también hoy el ser comunidades de predicadores que con nuestra vida, testimonio y palabra invitemos a nuestros hermanos a seguirte al estilo de Domingo de Guzmán.

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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019 (Comienzo)

Bautizados y enviados:
la Iglesia de Cristo en misión en el mundo

Queridos hermanos y hermanas:

He pedido a toda la Iglesia que durante el mes de octubre de 2019 se viva un tiempo misionero extraordinario, para conmemorar el centenario de la promulgación de la Carta apostólica Maximum illud del Papa Benedicto XV (30 noviembre 1919). La visión profética de su propuesta apostólica me ha confirmado que hoy sigue siendo importante renovar el compromiso misionero de la Iglesia, impulsar evangélicamente su misión de anunciar y llevar al mundo la salvación de Jesucristo, muerto y resucitado.

El título del presente mensaje es igual al tema del Octubre misionero: Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo. La celebración de este mes nos ayudará en primer lugar a volver a encontrar el sentido misionero de nuestra adhesión de fe a Jesucristo, fe que hemos recibido gratuitamente como un don en el bautismo. Nuestra pertenencia filial a Dios no es un acto individual sino eclesial: la comunión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es fuente de una vida nueva junto a tantos otros hermanos y hermanas. Y esta vida divina no es un producto para vender —nosotros no hacemos proselitismo— sino una riqueza para dar, para comunicar, para anunciar; este es el sentido de la misión. Gratuitamente hemos recibido este don y gratuitamente lo compartimos (cf. Mt 10,8), sin excluir a nadie. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, y a la experiencia de su misericordia, por medio de la Iglesia, sacramento universal de salvación (cf. 1 Tm 2,4; 3,15; Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 48)….