miércoles, 9 de octubre de 2019

Charla en el Aula de Espiritualidad Popular "Beato P. Posadas".


“LA MUJER EN NUESTRA CULTURA RELIGIOSA”,
charla de Fr. Félix Hernández, op,
dentro del Aula de Espiritualidad Popular “Beato P. Posadas, op”, de Córdoba.



En la tarde de ayer, se celebró en el Salón de Conferencias del convento de los Dominicos, en la Iglesia de San Agustín, de Córdoba,  la primera charla de este curso que se organiza dentro del Aula de Espiritualidad Popular “Beato P. Posadas, O.P.”, espacio de encuentro de la palabra, la escucha y el diálogo, puesto en marcha el pasado curso por los dominicos de Córdoba para tratar temas de actualidad desde un punto de vista espiritual y religioso. 

Con el aforo completo, y destacando la presencia del Prior Provincial de los dominicos de la provincia de Hispania, Fr. Jesús Diaz Sariego, y de su socio Fr. José Luis Ruiz Aznarez, el acto comenzó con la presentación por parte de Fr. José Antonio Segovia, op, prior de la Comunidad de Scala Coeli, el cual dio la bienvenida a este nuevo curso del Aula de Espiritualidad Popular, dando cuenta de las charlas que, en principio, se tienen previstas celebrar a lo largo del mismo, así como realizó la presentación del conferenciante, Fr. Félix Hernández Mariano, op.

Fr. Félix comenzó su charla destacando la actualidad del tema, tanto en la sociedad como en la Iglesia. Como punto de partida expuso dos consideraciones a tener en cuenta. La primera, referida a la Iglesia misma como unión de todos los cristianos, la cual “tiene que ir despacio”, dada su composición, en el sentido de variedad de personas en ámbitos sociales, culturales y de formación  totalmente diferentes. Ha de mantener un necesario equilibrio, Y, en segundo lugar, y tal como se señala en los documentos del Magisterio de la Iglesia, ha de tenerse en cuenta y valorarse siempre el respeto a la diferencia natural existente entre hombre y mujer.

Partiendo del momento actual, manifestó  que  existe un consenso en cuanto a la necesidad de que la Iglesia se replantee el papel de la mujer en su seno. Y un ejemplo  de ello viene reflejado en el documento final del Sínodo sobre los jóvenes, en el que se señala la petición sobre “la necesidad de un mayor reconocimiento y valoración de la mujer en la sociedad y en la Iglesia”, proponiéndose “la presencia femenina en los órganos eclesiales a todos los niveles, incluidos los cargos de responsabilidad, y la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones eclesiales, respetando el papel del ministerio ordenado”.




Desde el punto de vista histórico, Fr. Félix  expuso que, aun reconociendo que los distintos libros bíblicos están enmarcados dentro un punto de vista patriarcal, hay muchos ejemplos tanto en la historia de Israel como en la historia de la Salvación en los que se destaca el papel de la mujer como protagonista e, incluso, con papeles más importantes que los hombres, en las respectivas sociedades, como es el caso recogido del Antiguo Testamento  de Débora, que no sólo fue profetisa, sino también juez de Israel. En el Nuevo Testamento, Jesús tuvo una relación muy especial con las mujeres, incluso rompiendo los protocolos culturales existentes en su sociedad, en los que las mujeres se encontraban apartadas y marginadas. Jesús se acerca a ellas con toda naturalidad y recurre a ellas, dándoles un destacado papel, y son también muchas las que le siguen y colaboran en su misión. También San Pablo, en su carta a los Gálatas habla de que no hay distinción entre varón y mujer, porque “todos sois uno en Cristo Jesús”.

Destaca a continuación que, aunque el papel  de la mujer en la Iglesia ha ido en la mayoría de las ocasiones en paralelo a su consideración en la sociedad de cada tiempo, han existido muchos casos en los que se han ido reconociendo a mujeres que han sido presentadas como modelo y referente en la historia de la Iglesia, incluso en niveles de toma de decisiones.

Ya, en el siglo pasado –con el Concilio Vaticano II-  y en este, surge la necesidad de un reconocimiento del importante papel que ha de ejercer la mujer dentro de la Iglesia, y así lo expresa en la  Exhortación Apostólica “Evangelium  gaudium”, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual,  el propio papa Francisco, cuando señala que  la Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones. …Reconozco con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, …. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia… Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente.”

Finalmente, y a modo de resumen con palabras del propio Francisco, Fr. Félix destacó que la misión específica de la mujer en la Iglesia, teniendo a María como fiel ejemplo de ello, ha de ser lo que el mismo Francisco manifiesta como la “revolución de la ternura” y que consiste en que la mujer tenga un papel de la mayor importancia en la vida de la Iglesia, integrándose en los lugares donde se toman las decisiones importantes dentro de la misma, incluso allí donde se ejercita la autoridad en los variados ámbitos y estructuras de la Iglesia.

Finalizada la intervención de Fr. Félix se abrió un amplio dialogo entre los asistentes.