Jn 6, 30-35
Existe un tipo de gente incapaz de creer si no ve milagros o pruebas. Para ellos la fe se asienta sobre hechos casi “científicos”. Siempre pedimos a Dios señales. Como se las pedimos a los que amamos, y hasta al destino. Y Dios no da más que la luz necesaria para dar un pequeño paso. O al menos no da las señales que nos gustaría, de la manera que desearíamos verlas. La Pascua está llena de señales: un sepulcro vacío, unas vendas olvidadas, unos encuentros en el camino, una pesca milagrosa, montones de declaraciones de amor… La vida está llena de señales, tan rutinarias que no las percibimos. Tu día a día está enmarcado por infinitas señales invisibles. Presta atención hoy. Date cuenta, afina tus sentidos para reconocer las pistas del amor entrañable que el Resucitado te deja…
Siempre queremos ver señales visibles pero es verdad q en este camino de las 50 palabras de la Pascua, hoy me pido que mis ojos sepan ver la realidad con"esas pistas de amor del Resucitado".
ResponderEliminarSoy yo la q tengo q saber mirar de otra manera y seguir esas señales.