“Yo soy el pastor que da la vida por las ovejas”
Jn 10,11-18
No estamos muy acostumbrados al lenguaje “pastoril”. Nos suena a género literario antiguo, o a aquello que algunos de nuestros políticos -u otros poderosos- quisieran que fuésemos. Israel había identificado a Dios como un pastor que le cuidaba, y ellos se sentían como esas ovejas indomables y aventureras, que se iban alejando o acercando a Él, según las circunstancias. Y así, el pastor aplicaba sus medidas correctoras… Jesucristo se presenta como un pastor BUENO. Tan bueno, que da la vida por sus ovejas. Cuando las ovejas se despistan con tanta facilidad, cuando hay pastores que no tienen escrúpulos en perder alguna en el campo, cuando sólo interesan por el rendimiento económico de su carne, su lana o su leche, cuando sus vidas valen tan poco… Jesús da la vida por cada una de ellas. La vida de Jesús vale tanto como la tuya o la mía. Él quiere ponerla a la misma altura, darle el mismo valor. Piensa en el día de hoy en el amor que Dios te tiene… hasta dar por ti su vida.
Oración para disponer el corazón
ResponderEliminarCae en la cuenta de cómo estás: si tienes hambre de algo
en tu vida, si te sientes orientado/a o perdido/a,
si sabes ver la Presencia amorosa y providente de Dios
en cada persona o acontecimiento, o andas agobiado/a y disperso/a
"como una oveja sin pastor".
Pregúntate qué voces escuchas, a dónde te orientan,
y si sabes oír los reclamos de Dios,
que desea conducirte
por un camino de libertad y Evangelio.
Pídele al Espíritu que venga sobre ti
y te guíe hacia la verdad plena de ti mismo,
de tu Dios y de la vida que quieres vivir.
Como tú, Señor. Das la vida para que vivamos cada día; me das la vida conociéndome, pronunciando mi nombre, entregando la tuya en mi cuidado. Tú, Señor, abundante, generoso, desbordas mis propias previsiones, me colmas de ternura, me pones en tus hombros, me llevas por tus caminos de vida con una ternura infinita, con una misericordia inabarcable. Gracias, Buen Pastor.
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