REZANDO EL ROSARIO DESDE SCALA COELI - Día 6

 

Misterios del Santo Rosario

Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna.

«Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado» (Mt 27, 26).

Reflexión:

      El Rosario es una oración cristológica pues se centra en los principales misterios de su vida, pero también mariana pues, aparte de misterios concretos sobre la Virgen, es Ella quien nos va mostrando y conduciendo a su Hijo a través de las avemarías. Los cartujos tenían la costumbre de colocar una pequeña cláusula en cada una de ellas para crear un momento breve de meditación y alabanza.

    Ciertamente impresiona la contemplación de este Segundo Misterio, sobre todo conociendo como era el castigo romano de la flagelación. Algunos alumnos me piden salir de la clase para no ver la escena cuando ponemos la película de “La Pasión”. Esa fue la realidad, una realidad que se repite cada día en cualquier rincón del mundo, pero entonces ya no nos impresiona al verla o leerla en las noticias... o incluso vivirla en nuestro entorno de amigos, familiares... porque no me afecta o no siento que lo haga.

     Y el problema es una persona como yo. Una persona, un hijo de Dios. Sin embargo, por cada una de ellas Él quiso encarnarse y someterse a esta cruel e inacabable flagelación que le convirtió en un amasijo de carne sangrante. En ella hemos de ver a nuestros hermanos inmigrantes, sin techo, drogadictos, encarcelados por penas injustas, despreciados por su orientación sexual, por no dejarlos, en definitiva, ser hombres sino solo medios necesarios para vivir sin problemas... Miremos al Señor que ofrece su sangre y dejémonos impresionar... por nuestras mediocridades y por su Amor sin medida que nos desarma y nos hace vulnerables como Él... para amar.

    OFRECIMIENTO Y COMPROMISO: Que en cada Avemaría contemplemos los rostros de tantos y tantos flagelados por la vida, quizá nosotros mismos, y pidamos al Señor por ellos y por nuestros egoísmos evasivos. Uno de los mayores pecados de los cristianos es el indiferentismo. Y nada de lo que le pasa a nuestros hermanos los hombres nos debe parecer ajeno. Que no pasemos de largo ante ellos, que no los condenemos por lo que yo también hago desde mi egoísmo.

Carlos José Romero Mensaque, OP

Fraternidad laical dominicana

Bormujos (Sevilla)

* Padrenuestro.

* Diez Avemarías.

* Gloria.