jueves, 26 de octubre de 2023

REZANDO EL ROSARIO DESDE SCALA COELI - Día 26



Misterios del Santo Rosario


Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración del Señor

«Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (Mt 17, 1-2).

y

Quinto Misterio Luminoso: La Eucaristía

«Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: "Tomad, comed, éste es mi cuerpo"» (Mt 26, 26).



Reflexión:



( Este es mi Hijo Amado. Escuchadlo. Mt 17, 1-2. Esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros. Mt 26,26-28. )


     El Rosario es un camino de Contemplación del Misterio de Cristo en su Transfiguración y en la Eucaristía. Rezar el Rosario es en realidad contemplar con María el Rostro Transfigurado de Jesús, y su Presencia resucitada en el Pan y en el Vino de la Eucaristía. Podemos orar uniendo estos dos misterios Luminosos, y acoger al hacerlo las palabras y los gestos de Jesús.

     La Transfiguración es una experiencia de gracia vivida en la Oración. Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte a orar. Mientras oraba cambió el aspecto de su rostro y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandecientes… Una nube los cubrió y se oyó una voz: Este es mi Hijo elegid: escuchadlo. Dijo Pedro: Maestro, ¡qué bien estamos aquí!.Lc 9, 28- 36.

     Con esta experiencia de oración, divinización, gracia y diálogo sobre su Muerte y Resurrección, quiso serenar y preparar a los discípulos al Misterio que nosotros Celebramos en la Eucaristía.
 
    La Eucaristía es la Presencia Resucitada de Jesús, que nos resucita a todos. Estando a la mesa con sus discípulos, tomó el pan, dio gracias, y se lo entregó diciendo: tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que se entrega por vosotros. Después de cenar, tomó el Cáliz, y dando gracias de nuevo se lo pasó diciendo: Tomad y bebed, este es el Cáliz de mi Sangre, que será entregada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados. Mt 26,26-29

     La Oración de Jesús en el Cenáculo y después en el Calvario, se hace hoy entrega de su Vida resucitada anunciada en la Transfiguración. ¡Qué bien estamos aquí!

     Al celebrar hoy la Eucaristía, repito: Bendito el fruto de tu vientre!


Fr. José Antonio Segovia, OP

Convento de Santo Domingo de Scala Coeli
- Córdoba-


* Padrenuestro.

* Diez Avemarías

* Gloria.

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