Tentaciones
Al inicio de la Cuaresma nos encontramos a Jesús que, guiado por el Espíritu, va al desierto para ser tentado. Sorprendentemente es guiado por el Espíritu y para ser tentado. ¡Qué paradoja! ¿No tendría que apartarnos el Espíritu de la tentación? ¡Parece que no!
Jesús
va al desierto a discernir, a cribar las voces que escucha y poner en claro
dónde pone su seguridad, clarificar cómo quiere conducir su historia y ver si
Dios es su único Señor.
“El discernimiento es como escuchar un tambor
diferente”, dice Henri Nouwen, y a esto nos invita la Cuaresma. Ponernos a
la escucha.
“Si alguien no va al ritmo de sus acompañantes, tal vez sea que oye un
tambor diferente. Dejad que baile al ritmo de la música que escucha, sin
importar su compás ni la distancia desde donde llega ese sonido” (Henry
David Thoreau).
Los
cristianos escuchamos un tambor diferente. Déjate guiar por su música, y
pregúntate en este tiempo a qué voces les das cabida en tu corazón.
Sor Inmaculada López Miró, O.P.
Monte de las Tentaciones (Jericó) |
Salmo: "Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame
por dentro con espíritu firme. Me abrirás los labios y mi boca proclamará tu
alabanza”.
Oración:"Al celebrar un año más la santa Cuaresma te rogamos, Dios todopoderoso, que avancemos en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca".
Evangelio: San Mateo,4, 1-11.
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2020
PARA LA CUARESMA 2020
(y IV)
… … …
4. Una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo
Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir
compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas
víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no
nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres
medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la
trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias,
que es una forma de idolatría.
Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena
voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la
limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo
más justo. Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que
acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio
egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones
estructurales de la economía. Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26
al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers,
con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que
la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la
política es una forma eminente de caridad (cf. Pío XI, Discurso a la FUCI, 18
diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo
espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.
Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la
próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con
Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a
un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que
Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt
5,13-14).
Memoria de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario
Francisco
Música para el camino:
"Tentaciones" de Brotes de Olivo
"Tentaciones" de Brotes de Olivo