domingo, 1 de marzo de 2020

El camino de la Cuaresma día a día. -4-



Tentaciones


Al inicio de la Cuaresma nos encontramos a Jesús que, guiado por el Espíritu, va al desierto para ser tentado. Sorprendentemente es guiado por el Espíritu y para ser tentado. ¡Qué paradoja! ¿No tendría que apartarnos el Espíritu de la tentación? ¡Parece que no!

Jesús va al desierto a discernir, a cribar las voces que escucha y poner en claro dónde pone su seguridad, clarificar cómo quiere conducir su historia y ver si Dios es su único Señor.

El discernimiento es como escuchar un tambor diferente”, dice Henri Nouwen, y a esto nos invita la Cuaresma. Ponernos a la escucha.

Si alguien no va al ritmo de sus acompañantes, tal vez sea que oye un tambor diferente. Dejad que baile al ritmo de la música que escucha, sin importar su compás ni la distancia desde donde llega ese sonido” (Henry David Thoreau).

Los cristianos escuchamos un tambor diferente. Déjate guiar por su música, y pregúntate en este tiempo a qué voces les das cabida en tu corazón. 

                                                                         Sor Inmaculada López Miró, O.P.           




Monte de las Tentaciones (Jericó)



Salmo: "Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. Me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza”.


Oración:"Al celebrar un año más la santa Cuaresma te rogamos, Dios todopoderoso, que avancemos en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca".


Evangelio: San Mateo,4, 1-11.



MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2020
(y IV)

… … …

4. Una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo

Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría.

Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo. Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía. Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. Pío XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.

Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-14). 

Roma, junto a San Juan de Letrán, 7 de octubre de 2019
Memoria de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario


Francisco







Música para el camino: 


"Tentaciones" de Brotes de Olivo