sábado, 7 de marzo de 2020

El camino de la Cuaresma día a día. -10-





“ESCUCHA LAS PALABRAS QUE YO TE ENTREGO HOY”

En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos presenta unos textos idóneos para examinar nuestra vida; no como jueces implacables sino con toda humildad y paciencia, sabiendo que Dios nuestro Padre es compasivo y misericordioso. Uno de estos textos es (Dt 30, 15-20); una hermosa lectura donde el Señor nos da a escoger entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte. 

¿Qué es en realidad la muerte? En este caso, no se refiere a una muerte estrictamente física, sino a la muerte interior. Cuando nos centramos en nuestras preocupaciones, cuando anteponemos nuestros intereses a los demás, comenzamos a morir poco a poco, porque dejamos de lado a Dios y confiamos únicamente en nuestras fuerzas.

¿Qué es la vida? Es escuchar al final de cada jornada una palabra interior que produce alegría. Moisés habla a su pueblo y le dice claramente que la vida se elige, se escoge. Está en nuestras manos el camino de la vida: es el camino de la verdad, de creer en Dios y de creer en el que está a nuestro lado. 

Escoger la vida, indudablemente es escoger también la Cruz de Cristo. Si me preguntas qué es la cruz, sólo te sé decir: Tu misma vida, es decir, las alegrías, las sorpresas, las heridas, los sobresaltos, los imprevistos, las opciones que hay que tomar, el discernir la verdad de la mentira, el trocito de cruz del otro que cargas sobre tu espalda…Eso es la cruz. 

“¡Dejémonos fascinar por la Palabra!”, nos dice el Papa Francisco. 

En cada tropiezo, en cada lucha, Dios tiene una Palabra para nosotros. Cada acontecimiento de tu vida es una Palabra de Dios para ti. ¡Acógete al Señor, no te separes de Él! Y en cada duda, hermanos, escoged la Vida.

                                                                                
                                                                                    Sor Mihaela María Rodríguez Vera O.P.







Salmo: "Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor; dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón".


Oración: “Señor, vuelve hacia ti nuestros corazones, para que, consagrados a tu servicio, no busquemos sino a ti, lo único necesario, y nos entreguemos a la práctica de las obras de misericordia”.



Evangelio: San Mateo 5, 43-48




Música para el camino:


"Amad a Vuestros Enemigos" de Ixcís