CUARESMA, UN CAMINO EN
COMPAÑÍA
Ante
la adversidad de nuestra vida, tengamos presente que hay un solo Señor que guía
nuestra caminar, y si nos gloriamos que sea por Él, porque de lo contrario
estaríamos haciéndonos daño a nosotros mismos.
No
se trata de demostrar quién es más fiel en la oración cotidiana, sino de estar
abierto a lo trascendente.
Una
de las virtudes que tenemos los cristianos es llevar al otro a Dios, ya sea con
nuestra predicación, ejemplo, silencio, saber estar…
A
medida que nos adentramos en el camino nos damos cuenta de que no somos los
únicos que estamos pasando por él, tenemos compañías que nos ayudan y a las que
también podemos ayudar, no por justificación sino por amor.
¡Qué
bueno es llegar a la meta, todos juntos cogidos de la mano, del camino que
emprendimos en su día! Tenemos al guía por excelencia y siempre está
dispuesto a esperarnos. ¡Vamos juntos a su encuentro!
Fr.
Salvador Becoba, OP
Oración: “Señor Jesucristo en este
camino que nos has llamado a seguirte no dejes de ser nuestro guía, Tú al
transfigurarte ante tus discípulos te has mostrado como luz que nace de lo alto,
no permitas que nos alejemos de tu luz.”