"JOSÉ SE DESPERTÓ, HIZO LO QUE LE HABIA MANDADO EL ANGEL DEL SEÑOR"
Hoy, día de san José, patrono de la Iglesia Universal, pidamos por el Papa Francisco y por la pronta recuperación de su enfermedad. El que tanta devoción tiene al santo Patriarca y al que dedicó una carta apostólica: Patris Corde. En esta carta me voy a fundamentar para mi comentario de la frase del evangelio:
“José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor”
San José fue un humilde carpintero, desposado con María. Hombre justo siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios manifestada en su ley y a través de los cuatros sueños que tuvo.
A san José, Dios le reveló sus designios a través de sueños, que en la Biblia, eran considerados uno de los medios por los que Dios manifestaba su voluntad.
José estaba muy angustiado por el embarazo incomprensible de María; no quería denunciarla públicamente, pero decidió romper su compromiso en secreto.
En el primer sueño el ángel le ayudó a resolver su grave dilema: “No temas aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de los pecados”. Su respuesta fue inmediata: Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado”. Con la obediencia superó su drama y salvó a María.
San José en cada circunstancia de su vida supo decir sí a la voluntad de Dios.
San José en su papel de cabeza de familia enseñó a Jesús a ser sumiso a sus padres, según el mandamiento de Dios.
En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario.
Aprendamos también nosotros a hacer de la voluntad de Dios nuestro alimento cotidiano.
Termino con la oración que nos propone el Papa Francisco al final de la Carta Apostólica Patris Corde:
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén
Sor Juana Rama, OP
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