Discípulos
Santo Tomás, en su Comentario al Evangelio de San Juan, recoge el texto de San Agustín referido a la lectura de hoy del Evangelio: Sin duda el Señor quiso fundamentar bien en lo profundo la fe de aquellos que habían creído, para que no creyesen de una manera superficial. Y por eso "les decía Jesús a los judíos que habían creído en El: si vosotros perseverareis en mi palabra, verdaderamente seréis mis discípulos", etc. Respecto a lo que dijo: "Si perseverareis", da a conocer lo que aquéllos encerraban en su corazón, porque sabía que algunos habían creído, pero que no habían perseverado. Y les ofreció una gran cosa, a saber: hacerlos verdaderos discípulos suyos, en lo cual se refiere a algunos que ya habían creído y que se habían vuelto a separar de El. Aquéllos le oyeron y le creyeron, mas luego se separaron, porque no perseveraron. Todos nosotros tenemos un solo maestro y bajo El somos condiscípulos. Y no somos maestros porque hablemos desde un lugar más elevado, sino que el maestro de todos es aquel que está en todos nosotros. Es necesario que permanezcamos en el maestro, porque si no lo hacemos así, caeremos.
Y decía: "así como ahora creéis, perseverando veréis”. No creyeron porque habían comprendido, sino que creyeron para comprender. ¿Y qué es la fe sino creer lo que no se ve, y qué la verdad sino ver lo que has creído? Pues si se permanece en lo que se cree, se llega a lo que se ve, esto es, a contemplar la misma verdad, tal y como es, no por medio de palabras que suenan sino por el resplandor de la luz. La verdad es infalible, es pan que alimenta las almas y nunca se acaba, transforma en sí al que le come.
Acaso se dirá: "¿de qué me aprovecha conocer la verdad?" Y por esto añade: "Y la verdad os hará libres". Como diciendo: "si no os complace la verdad, os gustará la libertad". Liberar quiere decir hacer libre, como sanar quiere decir recobrar la salud. ¿Y de qué nos librará la verdad, sino de la muerte, de la corrupción y de la mutabilidad? Porque la verdad es inmortal, es incorruptible, y siempre permanece inmutable; la verdadera inmutabilidad no es otra cosa que la misma eternidad.
Oración
Otorgame, oh Señor Dios mío,
entendimiento que te conozca,
diligencia que te busque,
sabiduría que te halle,
comportamiento que te agrade,
perseverencia que confiadamente te espere
y esperanza que finalmente te abrace.
Haz que practique el bien sin presunción,
que corrija al prójimo sin soberbia,
que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.
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