Imagen completa de la obra "Anastasis". Autor: Fr. Félix Hernández, OP |
Reflexión
para
caminar juntos en esta Cuaresma
de
Fr. Félix Hernández Mariano, OP
(Convento
de Sto. Domingo de Scala Coeli – Córdoba):
-Segundo Domingo de Cuaresma-
En la montaña, antes de comenzar el camino a Jerusalén, Jesús se muestra a los discípulos por completo. A la LUZ de la transfiguración, son capaces de ir más allá de lo aparente para contemplar la verdad, el gran descubrimiento de que ese maestro al que seguían no era solo un ser humano, sus palabras no eran una ideología ni sus acciones unos meros gestos sociales: Aquel hombre es el hijo de Dios, el Señor.
En este segundo Domingo de Cuaresma es muy necesario tener presente esta experiencia porque muchas veces reducimos el Evangelio a una filosofía, una serie de valores con los que vivir; a unos compromisos sociales, unas costumbres o tradiciones e incluso a alguna ideología política... olvidando que vive con nosotros, que está presente en nuestro camino, que su Palabra debe regir nuestra experiencia, ¡que somos suyos en el amor y Él nos hace eternos!
Porque la transfiguración es también la revelación de nuestra vocación celestial, como nos dice la segunda lectura, es la manifestación de la gloria que el Padre nos tiene reservada también a nosostros.
Este precioso horizonte es el que configura el recorrido por nuestra realidad, lejos de aislarnos de ella o de los problemas del mundo, es el que nos hace poner los pies sobre la tierra, pero a hacerlo de verdad, sin la ilusión de instalarnos o de absolutizar lo que es pasajero, ya sea bueno o malo.
Avanzamos día a día, disfrutamos de todo lo bueno que Dios ha creado, del tenernos unos a otros, del amor; sufrimos también las cruces del día a día, con el daño que los seres humanos nos causamos, con la propia precariedad... pero lo hacemos sabiendo que todo eso tiene un sentido, que nuestro proyecto culminará en una meta de plenitud y felicidad inimaginables.
Pinté el cuadro que se ha ido compartiendo durante la semana con motivo del fallecimiento de un hermano y en él quise representar ese momento de final y de principio; el júbilo inmenso del reencuentro con todos los que amamos, el del abrazo sinfín del Padre; ese destino que es la referencia de nuestra peregrinación; nuestra esperanza y nuestra alegría, aquí y ahora.
Oración de este Domingo segundo
Señor,
Padre Santo, tú que nos has mandado
escuchar
a tu Hijo, el predilecto,
alimenta
nuestro espíritu con tu palabra;
así,
con mirada limpia, contemplaremos gozosos
la
gloria de tu rostro.
Ecos
"Señor!
yo también quiero participar de Anástasis
junto con todos seres humanos,
hermanos."
*
"Señor,
que abandonemos las comodidad
y salgamos en busca
de los necesitados de nuestro mundo."
*
"En la oscuridad de caminar
con nuestras cruces,
la fuerza nos viene de tu Luz,
a la que vamos".
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