Sexto y último fragmento de la obra "Anastasis". Autor: Fr. Félix Hernández, OP |
Oración-Reflexión
para caminar juntos en esta Cuaresma
de
Fr. Manuel Santos, OP
(Convento
de Santo Domingo – Oviedo-):
LA CUARESMA ES TIEMPO DE
CONVERSIÓN.
La palabra y la realidad
conversión tiene dos extremos. Convertirse a Dios y convertirse en uno mismo.
Cuando Jesús se presentó
en sociedad, sus primeras palabras fueron: “El tiempo está cumplido y se acerca
el reino de Dios: convertíos y creed en el evangelio”. Jesús empezó hablándonos
del reino de Dios. Lo que nos pide, en primer lugar, es que acojamos y
nombremos a Dios como el Rey y Señor de nuestras vidas y dejarle que guíe todos
nuestros pasos. Todo lo que no sea Dios o esté en contra de Dios no va a tener
cabida: la injusticia, la mentira, el dinero, las zancadillas, la guerra…
porque son contrarios a Dios. Y Jesús nos pide que nos convirtamos a Dios, que
dejemos que Dios sea el Rey y Señor de nuestra vida, y que desde ahí vivamos
todo lo demás, porque es el mejor camino para encontrar el sentido anhelado y
la felicidad tan deseada.
Pero también cada uno
debemos convertirnos en nosotros mismos. Lo que equivale a decir que cada uno
debe aceptar su propia persona y no rechazarse. Pero debe ser una aceptación
dinámica. Trabajar con todos los talentos que Dios nos ha dado en la línea del
seguimiento de Jesús.
Pidamos a nuestro Dios que
le dejemos ser el único Rey de nuestra vida y que nos ayude a hacerlo desde la
aceptación dinámica de nosotros mismos.
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