MILAGROS DE SANTO DOMINGO: DEL HIDROPICO CURDO.
Ciertos frailes que recorrían las tierras del Piamonte predicaron acerca de los milagros que hacía el bienaventurado Domingo. A su sermón asistió una persona que tenía un hermano hidrópico, monstruosamente hinchado. Al volver a casa, refirió a su hermano los milagros que había oido contar, exhortándole a que se encomendase a santo Domingo para que le otorgara la salud. Así lo hizo el enfermo devotísimamente. Y he aquí que, estando dormido, se le apareció el bienaventurado Domingo y extrajo de su vientre, sin causarle la menor molestia o dolor, todas las inmundicias, y luego con su santa mano le cerró el vientre. Al despertarse el enfermo, se encontró absolutamente curado, y narró a todos la visión que había tenido. Hallándose sano y ágil contra la esperanza de todos los médicos, dio muchas gracias a Dios y a santo Domingo, que le había curado.
Preces por las Misiones
Cuando al caer la tarde tiñes de fuego el cielo,
no permitas que nuestros temores y tinieblas nos impidan reconocerte en los pobres,
sino mas bien ayúdanos, para que el amor que nos has regalado
te lo devolvamos en ellos.
- Selvas Amazónicas -
- Misioneros Dominicos -
Cuando al caer la tarde tiñes de fuego el cielo,
no permitas que nuestros temores y tinieblas nos impidan reconocerte en los pobres,
sino mas bien ayúdanos, para que el amor que nos has regalado
te lo devolvamos en ellos.
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- Misioneros Dominicos -