sábado, 14 de abril de 2012

Id al mundo entero

Jesús, 
resucitado al amanecer 
del primer día de la semana, 
se apareció primero a María Magdalena, 
de la que había echado siete demonios. 
Después se apareció en figura de otro 
a dos de ellos que iban caminando a una finca. 
Por último, 
se apareció Jesús a los Once, 
cuando estaban a la mesa, 
y les dijo:
 «ld al mundo entero 
y proclamad el Evangelio a toda la creación.»






Jesús, tú me enseñas a vivir como los tuyos, 
anunciando tu presencia a mis hermanos, 
no guardándome para mi lo que susurras al oído.

Quiero contárselo a los que están en duelo, 
a los que –llenos de miedo- no pueden vivir, 
a los que les invade la tristeza 
y a los que no pueden con la vida.

He de decirles que contigo se vive mejor 
y que al seguirte se cura la dureza del corazón 
y se llena uno de deseos de ir a contar tu Reino 
a todos los rincones de la tierra.

Nos mandas, a los tuyos, 
a ir al mundo entero a contar que estamos salvados, 
porque tú has muerto por nosotros 
para que consigamos la vida plena.


Señor:
Tú conoces mis fragilidades y miedos, 
tú me rescatas de la mediocridad 
haciéndome grande, 
llenándome de energía, 
fortaleciendo y asegurando mi vida en ti.

-         Recuerda y da gracias 
por las personas que te han anunciado al Señor.
-         Concreta tu misión de ir a proclamar el evangelio 
a toda la creación.
-         Ora tu incredulidad y dureza de corazón para con el Señor.






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