Segundo Domingo de Adviento
Mc 1,1-8
¡Ponte en camino!

No podemos quedarnos parados. Con el Bautista aprendemos a no ser protagonistas sino servidores, gente que señala dónde está Belén, dónde está el misterio del Dios que se encarna y se hace pobre para compartir nuestra vida. La esperanza del Adviento nos impulsa, es dinámica, no se puede quedar quieta. ¡Adelante!
Oración:
¡Adelante! Adelante con sueños, dificultades, promesas, deseos, retos… Adelante en el camino hacia Belén. Que nadie nos pare. Preparémonos por las sendas de la oración y de la entrega.
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