jueves, 25 de diciembre de 2025

NATIVIDAD DEL SEÑOR : LUZ DE ESPERANZA

 

Dios-con-nosotros

    Ya está Dios-con-nosotros, ha llegado la Navidad, la celebración del nacimiento del Salvador, el acontecimiento que llena de sentido y esperanza la vida de los creyentes.

    En Jesús, Dios se hace cercano, entra en la historia humana y se manifiesta como luz brillante que ilumina las sombras del mundo. Su llegada no ocurre en medio del poder o la grandeza, sino en la sencillez de un pesebre, recordándonos que la verdadera luz nace del amor y la humildad.

    Es Dios conmigo, sí, pero no solo conmigo, también contigo. Dios con nosotros, en plural. En ese niño recién nacido podemos ver todo el amor y toda la ternura, todos los buenos deseos que todas las personas compartimos, seamos como seamos. Podemos pensar de mil maneras, podemos sentir de muchas maneras distintas, podemos pertenecer a diferentes culturas, a distintas ideologías, ser creyentes o no creyentes. Pero en el fondo, en lo más profundo de nosotros, todas las personas compartimos los mismos anhelos y deseos, las mismas ilusiones, las mismas necesidades. En el fondo, todos queremos lo mismo, ser felices, vivir tranquilos, hacer felices a los que nos rodean. Todo el amor y ternura que nos despierta un niño recién nacido, son la expresión de los mejores deseos que todas las personas, seamos como seamos, compartimos. Y ese niño que está pasando frío, que está solo en medio de la noche, que pasa hambre, también es expresión de nuestros miedos y angustias, de nuestros sufrimentos, porque al final también todas las personas, seamos como seamos, todos al final sufrimos por lo mismo, compartimos la misma angustia, compartimos los mismos miedos. En ese niño nos podemos ver reflejados todas las personas. Ese niño que es el Dios con nosotros.

    Se trata de un mensaje de unidad, porque para eso viene ese niño, para salvarnos a todos, para liberarnos de las consecuencias de nuestros errores, de nuestras divisiones, de nuestros pecados.

    En un mundo marcado por la violencia, la indiferencia y la incertidumbre, la Navidad anuncia que no estamos solos. La luz de Cristo brilla con fuerza incluso en la noche más oscura, ofreciendo consuelo a los afligidos y fortaleza a quienes han perdido el rumbo.

    La esperanza que trae la Navidad no es pasajera ni superficial. Es una esperanza viva que invita a la reconciliación, al perdón y a la paz. Al contemplar al Niño Jesús, somos llamados a renovar nuestra fe y a abrir el corazón para que su luz transforme nuestras actitudes y acciones. Celebrar la Navidad significa permitir que el Salvador nazca en nuestra vida diaria, en nuestros hogares y en nuestras relaciones.

    Que esta Navidad sea un tiempo para redescubrir la alegría profunda que nace del encuentro con Jesús. Que su luz brillante nos guíe, renueve nuestra esperanza y nos impulse a ser reflejo de su amor en el mundo, llevando paz, justicia y fraternidad a todos.

!!! FELIZ NAVIDAD !!!



Oración

Señor Jesús, Salvador nuestro, en esta Navidad venimos a adorarte con un corazón agradecido. 

Tú eres la esperanza hecha carne, la luz brillante que ilumina el mundo actual marcado por la incertidumbre, el dolor y la falta de paz.

En tu nacimiento reconocemos el amor de Dios que no abandona a la humanidad, sino que camina con ella.

Nace hoy en nuestros corazones y renueva nuestra fe cansada.

Ilumina nuestras decisiones, fortalece a quienes sufren y consuela a quienes viven en soledad o miedo. 

Que tu luz disipe la oscuridad de la violencia, la indiferencia y la injusticia, y despierte en nosotros el deseo de construir un mundo más fraterno.

Haznos instrumentos de tu paz y testigos de tu esperanza.

Que, guiados por tu luz brillante, sepamos llevar tu amor a cada rincón del mundo actual.

Amén.

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