domingo, 7 de mayo de 2023

PASCUA 2023 (28)

 




Palabras para celebrar juntos la Pascua de Resurrección



-CAMINO-



        Resuena la palabra de Cristo que, hoy como ayer, sigue diciéndonos: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). Su voz es siempre actual, porque El vive resucitado y presente entre nosotros. Sus palabras nos infunden luz y esperanza para seguir el camino de la vida. En efecto, Dios nuestro Padre, por medio de su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo, “ movido de amor, habla a los hombres como a amigos ” (Dei Verbum, 2).

       La liturgia de este tiempo pascual nos introduce frecuentemente en el Cenáculo donde Jesús, la víspera de su pasión y muerte, tuvo su último coloquio con los Apóstoles. En el contexto de este coloquio encontramos una pregunta del Apóstol Felipe que es, al mismo tiempo, una oración: - “Señor, muéstranos al Padre y nos basta” (Jn 14,8.).

        Esta pregunta y plegaria del Apóstol nos sirven como de clave para conocer lo que en aquellos momentos estaban pensando los Apóstoles.

        La respuesta de Jesús elimina toda duda y les abre el camino para descubrir su misterio y su mensaje: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,9).

        Cristo es la revelación personal de Dios. No solamente nos habla de Dios, su Padre, sino que se nos presenta como la revelación plena del Padre. Jesús es Hijo de Dios, el Verbo o palabra viva y personal del Padre, hecha carne por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.

        Jesucristo, como Hijo de Dios y Redentor nuestro, es el Camino que nos conduce al Padre, para introducirnos y hacernos partícipes del mismo misterio de Dios Amor, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sólo a partir de este misterio de Amor podremos comprender el misterio del hombre nuestro hermano.

        El camino por el cual Cristo nos conduce al Padre pasa a través de todo lo que El mismo hace y dice. Es decir, pasa por el evangelio, que es su palabra viva y siempre actual. Pasa principalmente a través de todo lo que Cristo es: nuestra Pascua, nuestro “paso ” de la Cruz a la Resurrección, nuestro paso a la Verdad y a la Vida, que es el mismo Dios. “ Nadie va al Padre sino por mí ”(Jn 14,6).

        Aquí y ahora, como hace veinte siglos, Jesucristo sigue diciendo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6). Queridos hermanos y hermanas, el Señor es el único camino que nos conduce a la verdadera vida, a la felicidad eterna, a la verdad inmutable. Nuestras aspiraciones a un mundo mejor, donde reine la justicia y la paz, sólo encontrarán su realización plena en Cristo resucitado, porque El es “la clave, el centro y el fin de toda la historia humana” (Gaudium et spes, 10). La construcción de un mundo donde reine el amor y la concordia comienza en cada corazón humano, cuando en él se hacen vida los criterios, la escala de valores y las actitudes evangélicas del Señor.

        Como nos enseña el Concilio Vaticano II, sólo “Cristo..., manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (Gaudium et spes, 22).

        Nuestros deseos de bienestar y felicidad sólo serán satisfechos de verdad cuando las personas, las familias y la sociedad entera vivan según el mandamiento del amor. La persona, la familia y la sociedad no serán plenamente humanas si limitan sus aspiraciones a sólo poseer, consumir y disfrutar, pues, “el hombre..., no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás” (Gaudium et spes, 24).

        Como afirma el Concilio Vaticano II, los cristianos queremos ser constructores de “un nuevo humanismo, en el que el hombre queda definido principalmente por la responsabilidad hacia sus hermanos y ante la historia” (Gaudium et spes, 55).



s. Juan Pablo II.
Homilía 13 Mayo 1990

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