5ª-
" TENGO SED". Jn
19, 28
¿Qué es esto, Salvador mío!, dice S. Bernardo. ¿Más
pena os da la sed que la cruz, pues no quejándoos de la cruz, os quejáis de la
sed? ¿Qué sed es esta que tanto os fatiga? Ciertamente no otra que el deseo de
nuestra salud, de nuestra fe y de nuestro remedio; porque esto es como si
dijera: Más me duelen vuestros males que los míos y más siento vuestras culpas
que los tormentos de mi cruz.
Pues si ésta es, Señor, vuestra sed, las lágrimas de
mi contrición y penitencia la apagarían, y yo, más crudo que vuestros enemigos,
no os doy este refrigerio. ¡Oh Virgen santísima, ¿qué sintió vuestro piadoso corazón
con esta palabra cuando visteis el refrigerio que sus enemigos le dieron y no
fuisteis poderosa para dar un jarro de agua al hijo que la pedía muriendo?
¿Dónde están ahora, ¡oh Magdalena, aquellas lágrimas
que derramaste sobre los pies del Salvador? ¿Dónde están las vuestras, oh
serenísima Virgen? ¿Cómo no subís a aquella cruz y, siquiera con esas lágrimas
de vuestros ojos, no refrescáis aquellos labios cárdenos y resequidos... ?
(Fr. Luis de Granada)
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