En Scala Coeli se mantiene el convencimiento, como así ha sido desde su fundación, que la fuerza del seguimiento de Cristo, la espiritualidad dominicana, los momentos de oración y los espacios de reflexión y predicación teológica que desde allí se sirven con ilusión tienen plena vigencia en cualquier tiempo y, sobre todo, en el momento y mundo actual, y responden a lo que la Orden de Predicadores puede y debe ofrecer desde este convento.
Así han ido transcurriendo sus primeros 600 años. Dios quiera que próximas generaciones de frailes y de laicos comprometidos con el carisma de Santo Domingo de Guzmán, así como cuantas personas se puedan encontrar en búsqueda y seguimiento de Jesús, puedan seguir acudiendo a este lugar que, como escalera que lleva al cielo, hace sentir a Dios más próximo y cercano.
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