viernes, 10 de febrero de 2017

La mesa de la Palabra: Luz y palabra




Luz y palabra




En otros espacios de este blog se hace presente fray Álvaro de Córdoba con todo lo que su legado evangelizador merece. Sirva esto de razón por la ausencia de su nombre en esta página. Porque en la nómina de febrero, no deben pasar inadvertidos dos frailes predicadores de singular relevancia dominicana y eclesial. Fray Jordán de Sajonia (1176-1237; 13 de febrero) que a sus treinta y dos años sucede a Santo Domingo de Guzmán en el gobierno de la Orden y tras fundar, y animar, más de doscientas cuarenta comunidades pasó a la otra orilla al hundirse el barco en el que regresaba de visitar las nuevas comunidades de Oriente Medio. Y Fray Juan de Fiésole (1395-1445; 18 de febrero), más conocido por Fra Angélico, predicador de la luz con las prodigiosas imágenes de su pincel.

Proverbial fue el vigor y entusiasmo de la Palabra que predicaba fray Jordán, como el cariño que rezuman todos los apuntes que nos ha dejado de Santo Domingo de Guzmán. Asimismo es notorio recordar el embeleso que en los jóvenes de su tiempo obraba su predicación y amor a la Orden.

De Fra Angélico cantamos su lirismo teológico y el prodigio elocuente de su pincel a la hora de predicar a Cristo desde la luz. Su predicación pictórica huye de estridencias y transmite bonanza espiritual, emanada sin duda de una intensa vida contemplativa.

Uno y otro, predicadores del evangelio y servidores de la Gracia del Dios con nosotros.

Fr. Jesús Duque OP.