Santo Domingo
de Scala-Coeli * Dominicos * Córdoba
La gracia del tiempo
El tiempo es ese detalle encantador, a la vez que
inevitable, que nos acompaña a todos y en todas las circunstancias. Hasta la
comunicación de Dios más a nuestra mano, la Biblia, y como nos recuerda
Léon-Dufour en su recordado Vocabulario
de Teología Bíblica, abre sus paréntesis en clave temporal. En el principio Dios creó el cielo y la
tierra del Génesis y el rotundo Sí,
vengo pronto del Apocalipsis.
Y como si de una glosa a estos paréntesis se
tratara, y también por dar un leve subrayado a la evidencia de que nuestro Dios
está presente en nuestra historia, en nuestro tiempo, al primero de ellos le
añadimos el sabroso contrapunto de ser nosotros creados a imagen del Creador y,
por ello, llamados a construir en el tiempo de Dios un cielo nuevo y una tierra
nueva. Con los materiales de la gracia. Con las sencillas y dúctiles herramientas
de nuestros corazones. Nuestro tiempo es espacio de Dios, historia compartida,
si dejamos que Él escriba nuestra breve biografía agarrándonos la mano; porque
así nuestro devenir tendrá la caligrafía del mensaje de su Hijo, será buena
noticia que hablará de un tiempo pleno en el sendero del evangelio, con la
compañía de los iguales, con el horizonte de ser y vivir como gloria de Dios.
Por delante tenemos una sugerente tarea: dar a
nuestro tiempo el mejor sabor de la vida compartida, la mejor melodía de la
esperanza de tantos hermanos como necesitan vivir de lo que esperan, la ofrenda
de un nuevo calendario preñado de amistad y amor servicial. Con el deseo de que
cuando corresponda concluir el nuevo año nuestro mundo sea mejor que ahora en
sus comienzos, ¡venturoso tiempo nuevo para todos!
Fr. Jesús Duque OP.