SANTO TOMAS, PATRONO DE LOS QUE ESTUDIAN Y ENSEÑAN
Al terminar este día de Santo Tomás, queremos recordar y
agradecer a cuantos se dedican al estudio y a la enseñanza, en todas las formas
posibles. Especialmente a los que empiezan a abrirse camino en la vida, en
centros de estudios humanistas y cristianos.
Tomás de Aquino ha sido invocado desde el S.XIII, como ayuda
en el estudio, y propuesto como patrono de cuantos trabajan en las Escuelas
Católicas. Pero sobre todo, es modelo cristiano del saber, porque es el más
santo entre los sabios y el más sabio entre los santos, logrando así el
ideal cristiano que ante todo forma al hombre conforme al modelo de Jesucristo.
León
XIII en 1891, lo propone como Patrono de las Escuelas Católicas, presentándolo
como un modelo ideal de los que estudian y de los que enseñan.
Un
Patrón y modelo, porque nunca se sintió tentado de soberbia, que suele ser el
pecado de los intelectuales. Más bien Santo Tomás es patrono porque se deja
vencer por la verdad. Los títulos que se le han dado, lo reconocen como Doctor
Angélico, Doctor de la Iglesia, Doctor de humanidad.. En él se encuentra la
primacia de la inteligencia en la vida, que busca la Verdad en Dios.
El
hombre necesita imitar, tener maestros. La Iglesia venera los santos y ha
reservado un puesto para los Doctores. El ejemplo de Santo Tomás es muy
elocuente. No se propone sólo como modelo intelectual, sino como un
cristiano que tiene como libro a Cristo, y a este crucificado, y por ello busca
la sabiduría de la cruz, y se entrega con toda devoción al trabajo, como
pensador en la Iglesia..
Su
gesto al final de la vida, postrado en tierra, sometiendo al juicio de la
Iglesia todo lo que habia escrito, es modélico. Tomás puede ser el amigo de
todos los estudiosos. Nadie se siente excluido de su lado. Los milagros de
Santo Tomás son sus obras, sus artículos.
El
patrocionio de Tomás sobre las escuelas, los alumnos y los profesores no sólo
es un bien deseado, es una gracia para nuestro tiempo. Por eso los recordamos y
animamos en su tarea no siempre valorada, pero determinante para la
transformación de nuestra sociedad.
A
Santo Tomás se suele pintar con el sol en el pecho. Nuestros centro y escuelas,
y cuantos trabajan en ellas, necesitan hoy más que nunca los rayos de esa luz
intelectual llena de amor a Cristo y a la verdad.
Fr. José. Antonio Segovia. o.
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