martes, 22 de agosto de 2023

Tras las huellas de Santo Domingo de Guzmán: Ingredientes del carisma dominicano (7)

 


La COMPASIÓN

como huella de misericordia de Santo Domingo




(Pinchar en el cuadro para oir en audio)


Podemos hablar de la compasión como el modo que heredamos de Domingo para relacionarnos con el mundo. Se trata de uno de los ingredientes esenciales de nuestro carisma, y me atrevería a plantearlo incluso como el “aglutinante” perfecto de los cuatro pilares dominicanos. La compasión la vemos en la manera de pensar y actuar de Domingo. Según Jordán de Sajonia, Domingo “llevaba la miseria de los demás en el más íntimo santuario de su compasión y el cálido sentimiento que tenía por ellos en su corazón se descargaba con las lágrimas que fluían de sus ojos”.

Ahora bien, ¿cómo definir la compasión? Timothy Radcliffe OP se refiere a ella como irse liberando de la dureza de corazón que se manifiesta en el juicio sobre los otros, aprender la vulnerabilidad ante el dolor del otro, y escuchar el grito de ayuda de nuestro hermano.

La compasión de Domingo es contemplativa (de nuestro mundo), orante, intelectual (estudio), comunitaria (compartida) y de acción. Domingo nos presenta al Dios de la misericordia, de la compasión, y, por lo tanto, nos invita constantemente a observar, conocer, y tocar las necesidades de nuestra comunidad y de nuestro mundo. Nos impulsa a observar, a escuchar con los oídos del corazón, a dialogar y a discernir nuestra manera de actuar en favor de los más desfavorecidos, o, dicho de otra manera, de hacernos cargo, de cargar con la miseria y el dolor de nuestros hermanos.

Quizá así veamos mejor el estrecho vínculo que hay entre estudio y compasión, y entre compasión y el compromiso de la Orden en temas de Justicia y Paz. Qué mejor muestra del estudio compasivo que el paso de Domingo por Palencia en donde se decía de él que “por encima de todo anteponía la santidad de vida a las argucias de los razonamientos; y el fruto de las palabras espirituales, a los libros”. El estudio era lo que mantenía viva su compasión, y conmovido por las necesidades de los pobres vendió sus libros: No puedo estudiar en pieles muertas mientras mis hermanos mueren de hambre.

Hoy, ¿nos conmovemos por el sufrimiento de nuestro prójimo?Como cristianos, y especialmente como dominicos, estamos llamados a orientar nuestra vida hacia la predicación del Evangelio, tarea que sólo seremos capaces de llevar a cabo encarnando la compasión de Domingo en nuestro mundo de hoy.

La compasión dominicana es un compromiso de vida, no un ideal al más puro estilo romántico. Implica palabras y hechos, es nuestra manera de posicionarnos ante el sufrimiento de nuestro mundo, de nuestros hermanos. Es la manera en la que estamos llamados a ponernos en acción y de reaccionar en solidaridad con los más vulnerables, pasando la miseria de nuestros hermanos por nuestro corazón, para así poder actuar con-pasión.

 

Mónica Marco, csd


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