(Texto del artículo publicado en el Diario Córdoba, el 10 de Diciembre de 2015)
Con el lema “Enviados a predicar el Evangelio”, la
Orden de Predicadores (Dominicos) va a celebrar un año jubilar (desde el 7 de
Noviembre de 2015 al 22 de Enero de 2017) por los 800 años de su creación. Con
la bula de aprobación por parte del Papa Honorio III hace 8 siglos, se cumplía
el sueño del burgalés Domingo de Guzmán quien, preocupado por los problemas del
mundo y de la iglesia de aquel momento, sintió la necesidad de crear una Orden
religiosa cuyos miembros estuvieran dedicados a vivir el Evangelio, a través de
la oración, el estudio, la contemplación y la
predicación, compartiéndolo en comunidad y transmitiéndolo a los demás desde la
compasión y la libertad, todo ello con el propósito de servir de ayuda a los
hombres y mujeres de cada tiempo.
A lo largo
de estos 800 años de historia, la Orden de Predicadores ha contribuido a la
expansión de la Palabra de Dios, a la formación en la fe, a la gestación de los
derechos humanos... Los dominicos han aportado 130 santos a la Iglesia, han
dado cuatro Papas, y grandes figuras en la teología, el compromiso con la
justicia, la mística, la filosofía, la literatura, el arte, la ciencia, la
geografía… A modo de ejemplo podemos destacar a Santa Catalina de Siena, Santo
Tomás de Aquino, San Alberto Magno, Santa Rosa de Lima, Fray Angélico, San
Raimundo de Peñafort, San Vicente Ferrer, Fr. Pedro de Córdoba, Bartolomé de
las Casas, Antón de Montesinos; y en el siglo XX, al Padre Pire (premio Nobel
de la Paz por su ayuda a los refugiados de la II Guerra Mundial), Congar
y Chenu (teólogos del Concilio Vaticano
II) y Fr. Gustavo Gutierrez (padre de la Teología de la Liberación).
En Córdoba, la presencia de los dominicos ha sido
también muy destacada. Conventos como el de San Pablo (actualmente y como
consecuencia de la Desamortización junto a la Iglesia de San Agustín) y el de
Scala Coeli en la sierra cordobesa, guardan recuerdos de su estancia en ellos
de dominicos tan reconocidos como San Alvaro de Córdoba, el Beato Francisco de
Posadas, Fray Luis de Granada o, más modernamente, el Padre Rafael Cantueso. Incluso
San Juan de Avila (gran amigo de Fray Luis) elegía Scala Coeli para recogerse,
convivir con la comunidad y orar.
Asimismo, Córdoba ha contado con varios Obispos
dominicos, tales como Fray Diego de Mardones, Diego Pimentel, Pedro de Tapia y Fray
Albino González.
Respecto a
Conventos de frailes dominicos en Córdoba, además de los antes señalados
en la capital, existieron en Lucena, Cabra, Baena, Palma del Río y Doña Mencía.
Por su parte, las monjas contemplativas tienen su
presencia en Córdoba capital en el Convento de Santa María de Gracia, en la
actualidad ubicado próximo al Hospital
Reina Sofía; y en Baena, en el Convento Madre de Dios. También existieron conventos
en Lucena, Cabra, Palma del Río y La Rambla.
Asimismo, desde la Parroquia de San Martín de
Porres, en el Sector Sur, se desarrolla una meritoria labor social por parte de
una comunidad de hermanas dominicas de la congregación de la Anunciata.
Finalmente, la rama de los laicos dominicos
también estamos asentados en Córdoba capital, en torno a la Fraternidad seglar
de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas, y en la provincia, concretamente
en Baena, con la
Fraternidad laical de Santo Domingo de Henares.
La destacada labor que tuvieron los dominicos en
la vida diaria de la
Universidad Laboral de Córdoba (antecedente del actual
complejo universitario de Rabanales); los actos en torno a la figura de San
Alvaro de Córdoba, que culminan cada año con la popular Romería de Santo
Domingo, que organiza la
Hermandad de Santo Domingo de Scala Coeli y Cristo de San
Álvaro; la labor desarrollada desde las Hermandades del Trabajo; la realizada
durante varias décadas como miembros del Patronato y del claustro de profesores
de la Escuela
de Magisterio de la
Iglesia; las distintas actividades sociales, religiosas y
culturales desarrolladas en el Barrio de San Agustín; los retiros, cursos y
talleres de oración que se organizan en Scala Coeli, como Casa de Oración y Espiritualidad
dominicana; y la activa participación de los miembros de la Familia Dominicana
(frailes, monjas, hermanas y laicos) en gran número de instituciones sociales,
culturales, educativas y de beneficencia de Córdoba, constituyen algunos
ejemplos de la importante presencia de los dominicos en Córdoba.
Desde estas líneas, invitamos a todos los que se
sienten cercanos a los dominicos y dominicas, y a todos aquellos que se sientan
identificados con el carisma dominicano, que compartan con nosotros la alegría
de este Jubileo, oren por nosotros y participen de las celebraciones y actos
que se van a ir organizando con este motivo y que a lo largo del año iremos
anunciando oportunamente. Todo ello con el propósito de ser, con nosotros,
predicadores de la misericordia.
Antonio-Jesús Rodríguez Hernández
Fraternidad laical de Santo Domingo de Scala Coeli y P. Posadas