Oh Dios,
que diste al beato Domingo una extraordinaria
eficacia en
la oración y en la observancia regular
concédenos benigno, por tu intercesión,
que, siguiendo su camino,
merezcamos recibir abundantes frutos de salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo
“Entre
todas las condiciones necesarias para la oración, la más valiosa es la
confianza.
Por eso, el Señor, al enseñarnos a orar, antepone
aquello que nos produce confianza, como es la benignidad del Padre. Por eso
decimos “Padre nuestro””.
(Santo Tomás de Aquino)
“
La oración perfecta no se adquiere con las muchas
palabras, sino con afecto de deseo, elevándose a Dios por el conocimiento de sí
mismo, condimentado lo uno con lo otro.
Así poseerá, a la vez, la oración vocal y la
mental, porque ambas se hallan unidas, lo mismo que la vida activa y la
contemplativa. Porque el santo deseo, la buena y santa voluntad, es oraciòn.
(Santa
Catalina de Siena)