Hoy de la mano de …..
Fr. VICENTE NIÑO ORTI (*), OP
EN CUARESMA, OTRO MUNDO ES POSIBLE
"No es voluntad de Dios que unos tengan todo y otros no tengan
nada."
Monseñor Oscar Romero
A nadie se le oculta la
situación de crisis que hay en el mundo. Le ponemos el adjetivo
"económica" o "política", pero la crisis es más honda. Es
una crisis de humanidad, de valores, de comprensión de qué es la sociedad, de
quién es el ser humano. Ese es el problema profundo.
Los valores que gobiernan este mundo nos han traído
hasta aquí. Pensamos que la felicidad está en tener, en consumir, en cambiar de
teléfono, de coche, en tener mucho dinero. Parece que sólo nos interesa pasarlo
bien, disfrutar a costa de lo que sea, olvidarnos de lo malo... anestesiados
por el bienestar. Todas esas preocupaciones nos han traído hasta esta
situación. Ahí está el origen de verdad de la crisis.
Todo eso se puede y se debe
cambiar. Otro mundo es posible y esta cuaresma es también un buen momento para
pensarlo, para averiguar dónde está nuestro corazón, para recordar que no se
puede servir a Dios y al dinero, a los hombres y al dinero a la vez. Es tiempo
para localizar las cosas que colaboran a que el mundo marche como marcha...
nuestros egoísmos, nuestros deseos, nuestro corazón... y para ser valiente y
cambiarlo. Y no sólo en lo teórico, también en lo práctico. En nuestro tiempo
libre, en lo que gastamos y en cómo lo gastamos, en cómo consumimos... Hay que
cambiar todo éso. El Reino de Dios que trajo Jesucristo es un reino de hermanos
presidido por el amor y la justicia. Hay que volver a pensarlo. Volver a
intentar construirlo. Y podemos hacer mucho. No colaborar con la injusticia.
Aprender a consumir. Volver a la sana libertad de quien necesita poco para
vivir...
Pero hay más en esto de la
crisis.
El gran problema de esta
crisis es que la sufren más unos que otros. Siempre la sufren los mismos. Los
pobres son más pobres siempre. Siempre la injusticia se ensaña con los que
menos tienen. Es más. El problema es
que hay casi tres cuartas partes del planeta que viven en una perenne crisis.
Desde que el mundo es mundo hay naciones enteras, casi continentes enteros que
viven en la crisis provocada por los mercados y las multinacionales...
La cuaresma tiene que ser un
tiempo también para no mirar a otro lado. Cuántas veces cambiamos de canal en
la tele cuando salen noticias que no queremos ni ver... les negamos a los que
mueren de hambre y de miedo hasta el derecho a existir, a gritarnos silenciosa
y calladamente que existen... hasta la existencia les negamos al no oírlos...
El tiempo de cuaresma es un
tiempo para pararse y pensar. Pensar en los millones de seres humanos que
sufren las consecuencias de un mundo injusto en el que hay recursos para todos
pero que están en manos de unos pocos. Este tiempo de cuaresma es tiempo para
recordar las palabras de Isaías del principio de la cuaresma: "El ayuno
que me agrada consiste en esto: que rompas las cadenas de la injusticia y
desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y
acabes, en fin, con toda tiranía; en que compartas tu pan con el hambriento y
recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no
dejes de socorrer a tus semejantes".
Y para ayudarnos a pensar en ello, traigo las palabras de un mártir de
la justicia y de los pobres. Monseñor Oscar Romero, obispo de San Salvador
asesinado en 1980 por defender a los pobres y que será próximamente
beatificado.
"Estas desigualdades
injustas, estas masas de miseria que claman al cielo, son un antisigno de
nuestro cristianismo. Están diciendo ante Dios que creemos más en las cosas de
la tierra que en la alianza de amor que hemos firmado con Él, y que por alianza
con Dios todos los hombres debemos sentirnos hermanos... El hombre es tanto más
hijo de Dios cuanto más hermano se hace de los hombres, y es menos hijo de Dios
cuanto menos hermano se siente del prójimo" (Homilía 18 de septiembre de
1977)
"Aquí nos está dando Cristo la respuesta a una calumnia que se oye muy frecuente: ¿Por qué la Iglesia
sólo le está predicando a los pobres? ¿Por qué la Iglesia de los pobres? ¿Que
acaso los ricos no tenemos alma? Claro que sí y los amamos entrañablemente y deseamos que
se salven, que no vayan a perecer aprisionados en su propia idolatría, les
pedimos espiritualizarse, hacerse almas de pobres, sentir la necesidad, la
angustia del necesitado" (Homilía dominical, 15 de octubre de 1978)
"La justicia social no es tanto una ley que
ordene distribuir; vista cristianamente es una actitud interna como la de
Cristo, que siendo rico, se hace pobre para poder compartir con los pobres su
amor. Espero que este llamado de la Iglesia no endurezca aún más el corazón de
los oligarcas sino que los mueva a la conversión." (Homilía dominical, 24
de febrero de 1980)
La cuaresma es un tiempo
extraordinario para hacer que otro mundo sea posible.
__________________
(*) Fraile dominico, cordobés, resido en Madrid donde
ando trabajando en mi Tesis Doctoral en el campo de la ética. Escribo
semanalmente un blog en el diario digital cordobés www.cordopolis.es . Celebré mi primera
eucaristía en el Santuario de Scala Coeli, y parte de mi corazón y de mi camino
de vocación religiosa, está en la sierra cordobesa, junto al Cristo de san
Álvaro.
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