Hoy de la mano de …..
JESUS CORREDOR GAVILAN
Aquel árbol …
Abandonar,
dejar los suburbios.
Recorrer, otra
vez,
el sendero de
siempre.
Soltar los
pájaros inquietos
que revolotean,
que se agitan
dentro.
Dejarlos,
como ecos que
se desvanecen
entre ramas de
olvido
y pisadas de
silencio.
Dejar caminos
que se pierden.
Cruzar,
acaso solo,
barrancos y
torrentes,
Ansiando alcanzar
ya despojado,
aquel árbol
hecho cruz,
y abandonarse.