Imagen completa de la obra "Inmensa pequeñez". Autor: Fr. Félix Hernández, OP |
Reflexión
para
caminar juntos en esta Cuaresma
de
Fr. Félix Hernández Mariano, OP:
-Primer Domingo de
Cuaresma-
El Miércoles de Ceniza inaugurábamos el tiempo de Cuaresma y lo hacíamos, como cada año, teniendo presente nuestra condición de criaturas. Somos polvo, estamos aquí únicamente de paso... se trata de un pensamiento que puede parecer triste o, incluso, desde una fe basada en el miedo, una amenaza cuando, en realiadd, es todo lo contrario, porque ese barro que nos constituye está en manos de un amor tan grande que no lo llegamos a imaginar.
Se nos olvida nuestra realidad o nos aferramos a lo fugaz, pretendiendo que nunca acaba, nos resulta complicado lo de dejarnos modelar y nos caemos, tal y como nos relata hoy el libro del Génesis.
Jesús también sufrió la tentación, como cualquiera, pero Él lo hizo mostrándonos dos cosas:
- Que el camino para vencerlas pasa por saborear la Palabra, la confianza en Dios y su alabanza, leemos en el Evangelio.
- Que su amor es tan inmenso y misterioso que la fidelidad de uno se nos comunica a todos, pese a nuestros tropiezos y traiciones, nos dice San Pablo.
El cuadro que hemos compartido estos días, y que hoy ya contemplamos completo, "Inmensa pequeñez", está inspirado en el salmo 8 ("Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él?") y expresa precisamente la experiencia de asombrarse ante el Dios que nos envuelve; desde la infinitud del espacio hasta lo más minúsculo que somos capaces de observar todo está cuajado de su sobrecogedor misterio.
En definitiva, es la vivencia feliz del que descubre esa condición de criatura en manos de su Dios enamorado, la que nos genera ese deseo profundo de unión, de que el caminar por esta tierra sea siempre un "Sí" que Él hará eterno: el punto de partida para este tiempo de Gracia.
¡Feliz y fructífera Cuaresma!
Oración de este Domingo
primero de Cuaresma
Al celebrar un año más la santa Cuaresma,
Concédenos,
Dios todopoderoso,
Avanzar
en la inteligencia del misterio de Cristo,
y vivirlo en su plenitud.
Haznos
sentir hambre de Cristo,
pan
vivo y verdadero,
y
enséñanos a vivir constantemente
de
toda palabra que sale de tu boca.
Ecos
“El corazón sigue tus pasos,
en la fatiga nos
alcanza tu mano
para seguirte siempre.”
*
“Señor, Jesús,
concédeme
una aceptación alegre y
confiada
de mi condición de “criatura”.
Sé que Tú me quieres
y me conduces con
inmenso amor”.
*
“Mi Jesús,
moldéame como tú me
quieres,
para vivir en tu amor
infinito”.
*
Señor, ayúdame
a que este tiempo
no sea solo un tiempo,
sino que nos prepara
para
seguir ayudando a los
necesitados”.
*
Señor, modélanos el
corazón
para ser bueno y bien
para todos mis hermanos
en la realización de
tus obras.
Gracias Señor.”
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