Cuarto fragmento de la obra "Inmensa pequeñez". Autor: Fr. Félix Hernández, OP |
Oración
para caminar juntos en esta Cuaresma
de la Hna. Isabel Górriz, DEIC:
Jesús, un año más me invitas a recorrer el camino hacia la Pascua.
Soy consciente de que posiblemente, me encontrarás una vez más con las mismas dudas e inquietudes del año pasado.
Jesús, perdóname, porque a menudo encuentro miles de excusas cuando quiero orar. En cambio tú, Jesús, siempre estás para mí, a mi lado, saliendo a mi encuentro cuando me encuentro abatido. Por eso quiero recuperar las ganas de permanecer a tu lado.
Jesús, cuando caminas cansado y agotado hacia el Gólgota, me haces ver que la vida es maravillosa, porque al igual que tú, cuando uno se ofrece para llevar la felicidad a los demás, a los despreciados, a aquellos que nadie ama, a los enfermos... se da cuenta de que a tu lado la vida adquiere un nuevo sentido. Por eso te ruego Jesús que me ayudes.
Ayúdame a que tu palabra no sobre en mi mochila, a que te pueda conocer mejor, a que si hago ayuno lo haga sin ruido, a que mi caridad florezca con sencillez, a que mi oración brote como un rayo de sol entre las nubes y sobre todo que nunca deje de buscarte.
Jesús, ayúdame también a que este tiempo de cuaresma, sea un oasis de meditación y de paz, de pensar en todas las veces que me he olvidado de ti mientras sufrías y morías por cada uno de nosotros, nada menos que por amor.
Jesús está bien que quieres que te mire a los ojos para que pueda descubrir que vale la pena seguirte.
Ayúdame Jesús.
ECOS
“En el silencio escucho
tus pisadas,
caminas en mi corazón
y vas dejando tus
huellas
que ahora son sus
latidos.”
*
“Jesús, GRACIAS
por tu presencia en mi
vida.
Hoy te pido
que yo me deje mirar
por ti.
Sé que, sólo así,
aprenderé a mirar a los
demás
con el corazón.”
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