sábado, 24 de marzo de 2018

Via Crucis interior

MEDITACION ANTE LA CRUZ: UN VIA CRUCIS INTERIOR

En la tarde de ayer Viernes de Dolores, tuvo lugar  en Scala Coeli un encuentro de preparación a la Semana Santa, dirigido por el P. José Antonio Segovia, O.P. y previo al Via Crucis que con el Santísimo Cristo de San Alvaro se iba a celebrar a continuación, en esta ocasión -por motivo de la lluvia- en el interior de la Iglesia de Santo Domingo de Scala Coeli.

El P. José Antonio dirigió un "Via Crucis interior": una oportunidad para personalizar, contemplar e interiorizar la Pasión de Jesús.

Las palabras de San Pablo siguen siendo actuales: la razón de la Pasión es que Jesús me ama y se entregó por mí.

Camino de la cruz, el que Cristo aceptó recorrer siguiendo el proyecto del Padre para Él y para los hombres. Un via crucis de cada día y de cada hombre ("si alguien quiere venir conmigo que tome su cruz y me siga").

Camino de la cruz. Un espacio para experimentar la misericordia de Dios en medio de todas las pruebas. La cruz, más que suplicio, es amor y ternura de un Padre ("tanto amó Dios al mundo que le dió  a su propio hijo único"). Es el amor crucificado en los crucificados.

Via Crucis. Lugar de aprendizaje donde el discípulo misionero, dirigiendo la mirada al Nazareno, aprende que no es dolor y muerte, sino solidaridad y entrega.

Via Crucis, camino de salvación. De la necesidad de salvación que tienen todos los hombres. Grito por la paz, por la justicia, por la solidaridad, por la reconciliación. Grito del que todavía tiene esperanza de dirigirse a Dios. Grito que es escuchado.

Caminemos no con la cruz, sino a la sombra de la cruz del Señor, para poder vernos sin peligro. Y realicemos este camino juntos, sin miedo, unidos en la lógica del Amor que nos salva, aprovechando lo que nos recuerda San Pablo: me amó y me salvó.

La respuesta a todas nuestras plegarias es Jesucristo Crucificado, pero sin olvidarnos que la cruz no es muda, es encuentro. El camino de la cruz es para aprender de las palabras que brotan de la cruz. Palabras de Jesús para orar y para recordar. Estamos llamados a seguirlo haciendo nuestros los sentimientos de amor y solidaridad que Él tuvo. Estamos llamados a luchar con valentía para que no se repitan asesinatos como el que se dió en Jesús.

Pero no hemos de fijarnos sólo y detenernos en la muerte y en la cruz. Cristo resucitó y resucita también ahora. Como nos dice y propone el papa Francisco, vivamos la alegría del Evangelio de la Resurrección como fuente de esperanza y de dinamismo evangelizador: "Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza. La Pascua nos recuerda que en medio de la oscuridad, siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce su fruto".

                                                                           Antonio-Jesus Rodriguez Hernandez, O.P.
                                                                         -Fraternidad laicos dominicos Scala Coeli-