Elocuente silencio
El jubileo 800 de la Orden de Predicadores fue
ocasión para que viera la luz la obra editada por Edibesa Ve y predica (subtitulada La
predicación dominicana en los siglos XIII y XXI), nacida de la pluma y el corazón de fr. Felicísimo Martínez OP.,
(el mismo que en este año comenta Evangelio
2018 de la Editorial San Pablo); en este mismo lugar, el antedicho fraile
dominico publica ahora Palabra y
silencio, con el intencionado subtítulo
de Dios y sobre Dios que, según confesión propia, es parcial continuación
de la primera sobre la predicación.
Desde este rincón, recomiendo la lectura reposada
de estas páginas recién publicadas. Nos pone desnudos ante nuestra fe desnuda,
comprende nuestras diversas y contradictorias reacciones cuando decimos que
Dios se calla ante nuestro mal y el del mundo y en los momentos en los que nos
es más necesario, nos aporta materiales para la reflexión cuando el silencio de
Dios nos deja mudos y sin reacción, denuncia nuestras trampas en el lenguaje
cuando nos da por hablar de Dios, o nuestros inveterados defectos cuando
decimos saber escuchar a Dios que nos habla en su Palabra encarnada. Dignas de
resaltar son las páginas en las que este mutismo de Dios es un reto para el
creyente que se encuentra con una prueba a superar, cuando es de noche. Silencio creyente, personal y obediente como no
fácil respuesta al mutismo de Dios, cual Jesús de Nazaret en la cruz.
Páginas por las que desfilan declaraciones creyentes,
actitudes ante el misterio, compromisos de fidelidad, reflexiones de necesaria
teología, gestos de confianza amorosa en un Dios que no se desdice de ninguno
de sus hijos, fuerza del Espíritu que avala nuestra poca fe si bien ésta
sentida, sufrida y testimonial. Y, por lo mismo, profundos pensares que nos
sugieren cómo nos habla Dios y qué clase de gramática vivencial conjuga el
Padre para darnos a conocer, y saborear, lo mejor de su cariño hacia todos
nosotros: su Hijo, nuestra historia y nuestro corazón. Lean, pues, oren y
crean.
Fr. Jesús Duque OP.