Hoy de la mano de …..
Fray FRANCISCO-JOSE RODRIGUEZ FASSIO, O.P.
LOS SIMBOLOS DE LA CUARESMA
Vamos a
referirnos a unos símbolos que nos van a permitir ver cuáles son las tareas,
los puntos de atención que nos pueden venir bien para este tiempo personal y
comunitario que es la Cuaresma:
1.- Mirar a Jesús
en la Cruz.
Para nosotros, cristianos, como hombres
y mujeres de fe, nuestro prototipo es Jesucristo. Cuando nos vemos a nosotros
mismos, nos podemos ver desde una perspectiva que no suele ser exacta. A veces
somos demasiado complacientes y otras veces nos situamos en la miseria, porque
no nos gustamos nada. En realidad, a
quien tenemos que mirar es a nuestro prototipo. Cuando nos ponemos en sus
manos, en buenas manos nos ponemos.
Jesús en la Cruz nos indica cuánto
valemos. Valemos nada menos que lo que Dios ha considerado justo, conveniente,
positivo y que merecía la pena entregarse así por cada uno de nosotros. Por
tanto, cualquier complejo de inferioridad o trauma que tengamos o hayamos
tenido, comparado con el amor que Cristo nos tiene, no puede afectar a nuestra
identidad. Somos valiosos, estamos hechos a su imagen y semejanza, tenemos
muchas posibilidades. Por lo tanto, es una mirada optimista.
2.- Fe y
Esperanza.
Para todo lo expuesto anteriormente,
necesitamos como dos ojos, dos velas: la fe, que nos hace ver por debajo de las
apariencias a Él, a su Evangelio y a nuestra vida; y la esperanza, que nos hace
que no tiremos nunca la toalla por muchas crisis que podamos tener. Con la fe y
con la esperanza vemos lo que valemos para Dios. Y, no solo lo que valemos para
Dios, sino también lo que somos capaces de hacer si estamos hechos a su imagen
y semejanza.
Cuando seguimos su camino, su Evangelio,
somos capaces de transmitir vida y de dar la vida como Él también la
entregó. Inmensas posibilidades que
están a veces ocultas, a veces no ejercidas, otras veces mal utilizadas en
nosotros. La capacidad de hacer de Dios para los demás, acompañándoles en la
vida, dándoles la alegría, transmitiéndoles fuerza, consuelo, perdón, saber
sufrir con ellos pero no quedándote en el sufrimiento, sino para buscar la
soledad. Eso es hacer las veces de Dios.
3.- La ceniza.
La ceniza representa todo lo que nos
sobra. Cada uno tiene sus sombras, sus cenizas, cosas que nos estropean. Cada uno lo sabe. Unas son muy
claras –están ahí-. Llevo luchando contra ellas tanto tiempo….; otras veces son
más ocultas. Unas veces por vanidad, por orgullo, por no corregirse, incluso
valoramos lo negativo que tenemos. Lo peor que se puede hacer es llamar con un nombre
más o menos bonito a nuestros defectos: “no tengo mal genio”, es que tengo “personalidad”;
no soy “cobarde”, es que soy “prudente”; no soy “egoísta” sino discreto. Es no
querer llamas las cosas por su nombre.
4.- El agua.
Pero no nos podemos quedar ahí. Tenemos
también el agua que limpia todo, que lo purifica todo, que nos recuerda nuestro
bautismo.
No solo lo que nos tiene que quitar,
sino –esto es lo importante- lo que nos
tiene que hacer crecer en nosotros.
5.- El pan.
También tenemos el Pan, que significa
todo lo que necesitamos para vivir y tener derecho y necesidad de concedernos:
la alegría, la fe, la Eucaristía, la compañía, el silencio, la oración, la
ternura, la misericordia: todo lo que necesitamos en nuestra vida. Eso que nos
da Dios en la Eucaristía y nosotros transformamos en pan tierno para los demás.
5.- El cirio
pascual.
Y, finalmente, el cirio pascual, que
representa nuestra participación en la Resurrección de Cristo.
La Cuaresma nos parece, a
veces, algo triste, tétrico. ¡¡¡ Y no !!!!! La Cuaresma es
la gran ocasión para no resignarse a lo malo, la gran ocasión para atreverse a soñar
en mejorar, la gran oportunidad para mejorar y para dar de sí todo lo que
tenemos que dar de sí.
Pero a todos los signos que
hemos visto, debemos darle un contenido personal y comunitario: para mí la
ceniza es …, para mí el agua es …; cómo me alimento? de qué me alimento?; hasta
qué punto me motiva mi prototipo, que es Jesucristo?; hasta qué punto utilizo
la fe y la esperanza para saber mirar su amor?; y… hasta qué punto voy
resucitando para mí y para los demás?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comparte con nosotros...