domingo, 8 de abril de 2018

La mesa de la Palabra: Luz


Luz

La herencia cultural que hoy atesoran no pocos pueblos, muy en especial los del sur español, presentan una compleja diversidad de elementos que con muy diverso significado y presencia, han ocupado el calendario festivo de estos recientes días. Así, la quema de los Judas, las carreritas, los encuentros, o las innumerables delicias reposteras que endulzan estas fechas y subrayan calendario festivo tan singular.

Con esta herencia antropológica como telón de fondo, con una puesta en escena de la reciente Semana Santa, casi toda ella mirando a los cristos crucificados y a las vírgenes dolorosas, las comunidades cristianas pretendemos festejar con todas las de la ley la fiesta de nuestras fiestas, el día que hizo el Señor y el domingo más singular del año, en el que festejamos la victoria sobre nuestra más que evidente precariedad, la derrota de las tinieblas a manos de la luz del primer día de la semana. La del alba sería cuando la comunidad cristiana, buscadora de luz, cayó en la cuenta que la fe en el Señor Resucitado congrega, fortalece, consuela, renueva, anima, humaniza, sana, envalentona, bendice y, sobre todo,  nos reta a vivir dedicados a la vida nueva que se cose al corazón de cada uno con misericordia y alegría. Asumir el perfil pascual es enamorarse de todo lo que el Señor pascualmente fecunda, de todos nosotros, sus hijos; nuestra Pascua es luz para todos nosotros, sin excepción.



Fr. Jesús Duque OP.