sábado, 24 de febrero de 2018

La mesa de la Palabra: Predicar con la luz




Predicar con la luz

El decurso inexorable del tiempo nos indica que el mes de febrero se nos está yendo de las manos; y si detener el tiempo es inútil pretensión, no lo es echar la vista atrás aunque solo sea por un breve instante en el escueto espacio de este blog. El calendario puso ante nuestra mirada el fecundo caudal de unos hermanos predicadores que han puesto el listón del seguimiento de Cristo al estilo de Domingo de Guzmán en rango de excelencia. Éstos son, entre otros, fray Reginaldo de Orleans, fray Jordán de Sajonia, fray Álvaro de Córdoba y el predicador de la luz, fr. Juan de Fiésole, nuestro querido fray Angélico. Éste, además, quedó camuflado por la coincidencia del día del Señor, el pasado 18.

Este buen fraile dominico predicó con su arte, con los colores, conjugándolos de tal guisa que, al admirarlos, nos facilita la acogida del recado evangélico con sencillez y hondura. Sus trazos desafían nuestra admiración que, al tiempo, dejan espacio para la interiorización serena y contemplativa del amor de Dios en los gestos orantes y serenos de sus cristos, vírgenes y frailes. Fe y belleza, predicación y regalo para los ojos del alma, paleta de colores que sirven el necesario equilibrio en el que suele moverse el buscador de Dios a través de la santidad y la belleza. Fray Angélico nos permite disfrutar con los luminosos colores de su pintura y con la palabra de vida que pespuntean sus pinceles, porque su arte es predicación que rezuma fuerza para vivir y gracia salvadora. En su biografía no hubo conflicto entre su vocación de predicador y su bien logrado perfil artístico; quizá por eso nos traslada, también hoy, el impagable regalo de su palabra serena que nos invita a dejar para siempre la oscuridad de nuestros desequilibrios. Somos mendicantes de gracia y luz, y en este menester fray Angélico es impagable ayuda.


sauver, aucune influence à maintenir.
Fr. Jesús Duque OP.