Dos casas tuvo Dios en este mundo, señaladas entre todas las cosas:
La una fue la humanidad de Jesucristo en la cual mora la divinidad de Dios,
y la otra, las entrañas virginales de Nuestra Señora, en las cuales moró por espacio de nueve meses.
A esta sacratísima Virgen escogió para la mayor dignidad que se puede conceder a pura criatura.
De aquí viene que la adornó y engrandeció con mayor gracia,
con mayores dones y virtudes que jamás se concedieron a ninguna pura criatura.
(Fray Luis de Granada)
Madonna con niño - Fray Angelico, O.P. |
El Hijo de Dios vino de la Virgen María y esparció la abundancia de la misericordia divina
para que podamos recibirla copiosamente.
Así como la ley de Moisés estaba fundada en la justicia y el castigo,
por el contrario la nueva ley dada por Cristo crucificado,
ley que se conoce por el Evangelio,
está fundada en el amor y la misericordia.
(Santa Catalina de Siena)