“Como Dios sea sumamente
bueno, y así sea sumamente comunicativo de sus bienes, no se contenta con la
comunicación de estos bienes tan bajos, sino determinó criar otras más altas criaturas,
a las cuales comunicase las riquezas de su misma bienaventuranza y gloria.
San Rafael (Capilla Cristo de San Alvaro) - Santo Domingo de Scala Coeli |
De
modo que, siendo Él glorioso y bienaventurado con la vista de su misma
hermosura, fue tan magnífico y liberal, que no quiso ser Él solo
bienaventurado, sino crió también dos órdenes de criaturas nobilísimas, hechas
a su imagen y semejanza, que fuesen capaces de su gloria, que fueron los
ángeles y los hombres, los ángeles en el cielo y los hombres en la tierra; los
unos, que son substancias espirituales, sin cuerpos, y los otros con cuerpos,
como son los hombres, que de cuerpo y espíritu están compuestos.
Mas
porque las obras de Dios son perfectas, como Él lo es, así como crió estas dos
órdenes de criaturas para tan alto fin, así las proveyó de todas las virtudes y
perfecciones que para conseguirle se requieren.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
Dejemos
ahora los hombres y tratemos de los buenos ángeles. Los cuales se dividieron en
dos partes. Porque unos, reconociendo que todos los bienes que tenían eran de
Dios, dados graciosamente, se humillaron profundamente ante su acatamiento y se
ofrecieron con toda su voluntad y amor a ser perpetuamente sus fieles
servidores y obedecer a sus santos mandamientos.
Y
porque los ángeles son de tal cualidad que nunca se mudan, como los hombres, en
lo que una vez se determinan, por esto fueron luego confirmados en gracia y
levantados a la visión beatífica de la divina Hermosura, y en ella perseveran y
eternalmente perseverarán”.
(Fray Luis
de Granada)
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