La Devoción de los Quince Sábados nació por inspiración del
amor a la Virgen María en su advocación de la Virgen del Rosario en la Ciudad
de Pompeya.
Su creador fue el Beato Bartolo Longo, seglar de la Tercera Orden de Santo Domingo, abogado, casado y dedicado a acoger adolescentes incorregibles. Fundó el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya y la congregación dominicana de Hijas del Santísimo Rosario de Pompeya. Fue beatificado por Juan Pablo II.
Su creador fue el Beato Bartolo Longo, seglar de la Tercera Orden de Santo Domingo, abogado, casado y dedicado a acoger adolescentes incorregibles. Fundó el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya y la congregación dominicana de Hijas del Santísimo Rosario de Pompeya. Fue beatificado por Juan Pablo II.
La "devoción de los Quince Sábados" consistía en prometerle a Dios un rezo por 15 sábados consecutivos, en memoria de los entonces 15 misterios del Rosario, con el fin de honrar a la Santísima Virgen y obtener por su mediación alguna gracia especial.
PRIMER SÁBADO
Meditación sobre el primer misterio gozoso: La Anunciación del ángel a María Santísima.
Virtud.- Humildad
Lectura.- San Lucas 1: 26-33, 38
Lectura.- San Lucas 1: 26-33, 38
Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea llamada Nazaret, a una joven prometida a un hombre llamado José , de la
estirpe de David; el nombre de la joven era María. El ángel entró donde estaba
María y le dijo: “Dios te salve, llena
de gracia, el señor está contigo”.
Al oír estas palabras,
ella se turbó y se preguntaba qué significaba tal saludo. El ángel le dijo: “No
temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un
hijo, al que pondrás por nombre Jesús. El será grande, será llamado Hijo del
Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la
estirpe de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin.
María dijo: “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda
según dices”. Y el ángel la dejó.
JACULATORIA- Oh María, Virgen bella e inmaculada, haz mi corazón puro y humilde como el tuyo.
RECORDATORIO: Sor María Romero Meneses.- Aprovechan poco los más bellos sentimientos si no van acompañados de las obras (F II 9).
ORACIÓN INICIAL
Oh María, verdadera y digna Madre de Dios, por el inefable consuelo que sentiste en aquellos primeros momentos que por virtud del Espírito Santo recibiste en tí al Omnipotente hecho Niño; al mismo Creador hijo tuyo. Ah!, Concédeme un instante de ese tu amor divino, de aquella fe humilde y fuerte para que yo acoja a Jesús humilde y dignamente. Uno mis deseos, afectos adoraciones y agradecimientos, a todos los que Tú hiciste a tu Divino Hijo.
ORACIÓN DE PETICION
Oh Salvador mío y Dios mío, por tu nacimiento, pasión y muerte y por tu gloriosa resurrección, concédeme estas gracias: ( se hace la petición ).
Te las pido por el amor de este
misterio en honor del cual recibiré tu Carne y Sangre divina. Te las pido por
tu Corazón Sacratísimo, por tu Santísima Madre Inmaculada, por tu Santísimo
Nombre, oh Jesús, mío, por el que has prometido toda suerte de gracias.
ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROSARIO.
Oh Reina, gloriosa del Santísimo Rosario, Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo, por tus goces y dolores, por tus glorias y por los méritos de este misterio en honor del cual ahora me acerco a la Santa Mesa, te pido con toda mi alma me concedas estas gracias, Angel de mi guarda, acompáñame y sugiéreme los afectos más santos, más humildes y más puros que me sean posibles.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Oh Padre Augusto de Jesús y Padre nuestro San José, a quién el Eterno Padre confió su querido Hijo, el Espíritu Santo; su castísima Esposa; y la Madre Virgen, todos los tesoros de su virginidad. Tú que tanto puedes con el Corazón de Jesús y el de María, tienes que concederme estas gracias que tanto deseo.
ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO
Heme aquí, mi amado y buen Jesús, que postrado en vuestra santísima presencia, os ruego con el fervor más vivo que imprimáis en mi corazón los sentimientos de Fe, de Esperanza, de Caridad, de dolor de mis pecados y de propósito de no ofenderos más; mientras yo con todo el amor y con toda la compasión considero vuestras cinco llagas, comenzando de lo que de Vos, oh Dios mío, dijo el Santo Profeta David: Traspasaron mis manos y pies y contaron todos mis huesos.
Padre Nuestro...,
Dios te Salve María...,
Gloria…..
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