Resumen de
la Conferencia pronunciada por el P. Francisco José Rodríguez Fassio, O.P.
el 22 de Septiembre de 2013,
en el Convento de Santo Domingo de Scala
Coeli, de Córdoba
con el
título:
“El Padre Posadas y el Convento de Scala Coeli: una persona y
un lugar”.
Cuando las
personas estamos en un lugar no estamos simplemente en un escenario. El lugar se convierte para nosotros en un
protagonista de nuestra vida, y más cuando ese lugar es, además, un hogar. Un
hogar es donde uno vive toda su historia, todo lo que le ocurre. Donde cada uno
puede vivir lo más auténtico de sí mismo y, por otra parte, desarrollar lo
mejor de sí mismo. Es el lugar donde se puede estar y manifestar en confianza,
en espontaneidad, sin máscara. Y Scala
Coeli fue el hogar, el entorno vital del Padre Posadas. En Scala Coeli tomó el
hábito, rezó, celebró la Eucaristía y demás sacramentos y se relacionó con los
suyos. Fue uno de los protagonistas de su vida.
¿Cómo eran la sociedad y la Iglesia que
le tocó vivir al Padre Posadas? El Padre Posadas era muy de su tiempo,
y esto le hace que pueda considerarse de todos los tiempos. Nos puede incluso
enseñar a enfrentarnos a vivir nuestro tiempo, aunque el actual sea muy
diferente al suyo.
La vida del
Padre Posadas transcurrió bajo el reinado de tres monarcas: Felipe IV, Carlos
II y Felipe V. Durante los dos primeros reinados España se ve involucrada en
muchas guerras (externas como la de los 30 años e internas como la guerra de la
independencia de Portugal, la de Cataluña, el movimiento secesionista en
Andalucía por parte del Duque de Medina Sidonia), se producen catástrofes
naturales (sequía, epidemias, malas cosechas por sequías y por grandes lluvias),
depreciaciones de la moneda y disturbios sociales (revuelta del pan).Ya, a
finales de la centuria del 1600, se va produciendo un cierto desarrollo,
incluso demográfico, en Andalucía.
Respecto a la
Iglesia, la mentalidad y religiosidad barroca de esa época se carga de tintes
trágicos. Surge una necesidad de reforma. El P. Posadas en 1694 es invitado a
dirigirse a la Corporación Municipal de Córdoba. Realiza un sermón, que se va a
llamar “ladridos evangélicos” –el perro que defiende a las ovejas frente a los
lobos-. El mismo Ayuntamiento publica esa diatriba de ética política contra los
malos gobernantes. La atención del Padre Posadas se dirigirá a esas masas sin
instrucción, empobrecidas, orientadas a la violencia. Con su predicación, su
labor de dirección espiritual, les va a dar protagonismo religioso.
La Iglesia de
su tiempo se rige por la reacción frente al protestantismo y su frialdad
intelectual, desarrollándose una religiosidad de formas suntuosas, de
sentimientos. Predomina un sentimiento pesimista, que se plasma en las formas y
los temas de predicación, lo que se llama “el arte de morir”, donde abundan los
sermones tremendistas para sacudir a la gente. La Iglesia se convierte en el
gran recurso de las masas pobres. Hay mucho clero, pero con una pésima
distribución. En Córdoba, el 86 % de los
sacerdotes no se preocupan del apostolado, no tienen “cura de almas”, son
capellanes de nobles, administradores de fincas, gente que vive de una
capellanía, poco formados o ignorantes. La religiosidad popular se expresa en
cofradías, hermandades, sermones públicos, rosarios de la aurora…. Y como notas
a considerar un exceso de milagrerismo y de maravillosismo.
El Padre Posadas se esfuerza a través de sus
predicaciones, en sus confesiones y en sus escritos por formar, respetando las
características de las personas. Se dirige a todos los estamentos y capas de la
sociedad (obispos, sacerdotes, religiosos, laicos, nobles, políticos, gente
sencilla). Quiso cumplir lo que dice S. Pablo: “Hacedme todo para todos a ver
si consigo ganar alguno”.
¿Cómo influyó Scala Coeli para que el
Padre Posadas viviese la situación social y religiosa desde la fe, qué le pudo
aportar y qué supuso Scala Coeli en su día a día?. El Padre Posadas ve
en Scala Coeli una comunidad pobre, humilde, pero receptiva. Los frailes de
Scala Coeli, aunque no lo conocían, dan el paso de aceptarlo, al contrario que
los del convento de San Pablo que lo habían rechazado. En Scala Coeli se acepta
a aquel que quiere servir a Dios y que se siente llamado a la vocación
dominicana.
También le
servirá Scala Coeli al Padre Posadas para preparar sus predicaciones al aire
libre (tanto por la técnica como por la sabiduría de saber predicar). Por respeto
a la Palabra de Dios y por respeto a las personas hay que prepararse la
predicación. Lo más difícil es hacer sencillo lo que no es sencillo.
Asimismo, el
Padre Posadas atiende al cuidado de la Iglesia del convento, ya que tenía
especial devoción a Santa Catalina, virgen y mártir, patrona de la filosofía y
una de las santas protectoras de la Orden. Incluso, consiguió hacer un altar
nuevo para Santa Catalina.
También, el
Padre Posadas puede ser considerado como un hombre de futuro. Se da cuenta de
la necesidad de formación en los habitantes de la campiña y cortijadas
cordobesas que manifiesta que sería bueno hacer una especie de Colegio de
Predicadores que se fueran predicando la Palabra a la gente que no tiene
posibilidad de conocerla. Ese sueño lo retomó el Padre Ferrari, años después
para convertir Scala Coeli en un centro difusor de la espiritualidad dominicana
y difusión de la Palabra de Dios.
Aunque también
fue Scala Coeli el lugar en el que el Padre Posadas sufrió también la
incomprensión de sus hermanos de comunidad, hasta el punto de tergiversar o no
comprender las palabras manifestadas a la hora de la no aceptación de los
obispados que se le ofrecieron. Fue destituido de su cargo en el hospitalico.
Por otra
parte, Scala Coeli desarrolla en el Padre Posadas el sentido de la pertenencia.
Lo vemos claro cuando lo designan Prior del convento de los Mártires,
manifestando que no acepta porque “me debo a los míos, a mi convento de Scala
Coeli”. Se da la paradoja de que es un fraile desde aquí, pero no para aquí.
Donde Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera. Nuestro lugar, por muy
importante que Scala Coeli sea, el único lugar nuestro, es el corazón.
¿Qué nos puede enseñar el Beato
Francisco de Posadas hoy, para que no lo consideremos como un venerable difunto,
sino un estímulo, un acicate y un ejemplo de vida? ¿cuál es la
importancia de un santo como el P. Posadas, de un predicador, de un testigo?
¿qué tiene que suscitar en nosotros? Vemos en él y hay que trasladarlo al hoy
nuestro, tres principios: Cristo merece ser conocido, la gente tiene derecho a
conocer a Cristo y la fe tiene que ser coherente –ni evasionismos, ni
piadosismos, no hay que tener fe, sino que la fe nos tenga a nosotros-. Dicho con
palabras del ex Maestro de la Orden de Predicadores, Timothy Radclief: “Dar testimonio no consiste en ponernos a
hacer propaganda, ni tan siquiera a excitar a la gente, sino en constituirnos
en un misterio viviente. Ser testigos
significa vivir de forma que nuestra vida no tendría sentido de no existir Dios”.
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