El fin de
semana del 7 al 9 de diciembre tuvo lugar en el Convento de Santo Domingo de
Scala Coeli el retiro de Adviento dirigido por Fray José Antonio Segovia O.P.
dentro de las actividades programadas para el curso 2018-2019.
Su
aplazamiento hizo que coincidiera por primera vez en mucho tiempo con la
celebración de la Inmaculada Concepción. Por tanto, el lema “con María en el centro”
como inspiración no solo en nuestras oraciones sino en el clima de recogimiento
interior y búsqueda con el que todos subimos.
Comenzamos
la tarde del viernes día 7 con una reflexión en la que el profeta Isaías nos da
un enfoque de lo que significa vivir el Adviento. Is40, 1-11 habla de cómo
prepararnos y lo plantea desde la vida. Nos regala tres actitudes para comenzar
siempre de nuevo:
CONSOLAD
HABLAD AL CORAZÓN
GRITAD…
QUE EL SEÑOR ESTÁ CERCA
La
palabra de Dios nos llega como consuelo, presencia, ánimo para preparar sus
caminos de Dios.
El
Adviento sin Navidad no tiene sentido. Pero no todos los preparativos nos
llevan a Jesús, porque en nuestro mundo, incluso en nuestra Iglesia, puede
haber una Navidad sin Jesús. Por eso merece la pena preparar la tierra del
corazón. Ello requiere tres talantes:
1. El gusto de volver a empezar. La ilusión de estrenar algo, la vida, la fe. No se
trata de una acción cronológica sino espiritual. El Adviento nos ofrece
esperanza para empezar cada día en medio de las limitaciones, el desconcierto,
los nubarrones. En medio de todo, Dios clarea.
Y la
Encarnación del hijo de Dios nos dice que en todo lo humano, siempre hay un
brote.
2.
¡Estar
alerta y vigilantes!.
Merece la pena conectar con esa vida nueva. Dios no se hace viejo, vuelve a
empezar otra vez.
3.
¡Animáos!,
¡Alegráos!.Se requiere
un esfuerzo especial para levantar el ánimo, la fe y estar cerca de quienes lo
han perdido. Es necesario que abracemos caminos de esperanza en los desiertos
de nuestra sociedad, que allanemos las simas de las desigualdades. Es necesario
que la realidad actual la veamos con optimismo e ilusión y no con quejas y
abatimiento.
Terminamos con preguntas como:
-
¿Cómo
me siento ante la venida del Señor a mi vida?
-
¿Soy
optimista, alegre y positivo como fue María, o soy pesimista?
Paqui Morales Sillero
- Fraternidad laical dominicana
Sto. Domingo de Scala Coeli
y P. Posadas -