sábado, 30 de mayo de 2015



Oh Dios, 
que con solicitud nos diste al beato Santiago Salomoni, o.p., para que tu pueblo viviera más intensamente el misterio de la salvación, concédenos, 
por sus méritos y ejemplo, conocer a tu Hijo de tal manera que podamos manifestarlo plenamente con nuestra propia vida. 
Él, que vive y reina contigo.







Para conseguir la humildad necesita el hombre dos cosas: la gracia de Dios -en este sentido precede lo interior a lo exterior; y el esfuerzo humano, por el que comienza moderando los movimientos exteriores y, al fin, llega a dominar la raíz interior del alma.
                                                                   (Sto. Tomás de Aquino)